El Madrid, esplendido en goles, taca?o en juego
Cuatro goles a cero y dos balones estrellados en los postes son el balance optimista del partido del domingo en el Bernab¨¦u. La lesi¨®n de Breitner, que no podr¨¢ jugar el mi¨¦rcoles frente al Stal Mielec y un juego escasamente convincente, son la triste realidad de un partido que consumi¨® casi todos los minutos del primer tiempo con olor a problemas y que acab¨®, casi impensadamente, en goleada.El Madrid, pese al triunfo del domingo, no funciona. Milljanic ha querido cambiar el juego soso del pasado a?o, basado en el bombeo de balones sobre el ¨¢rea y no ha encontrado la f¨®rmulasatisfactoria. El domingo cabe la excusa de la ausencia de Pirri y la pronta sustituci¨®n de Breitner, pero con todo y con eso los defectos actuales del Madrid no se justifican plenamente.
Miljanic ha insistido en la alineaci¨®n de Jensen y Guerini en las bandas, pero mientras el argentino juega a su aire e incluso retrocede para ayudar a sus compa?eros de atr¨¢s, el dan¨¦s se encuentra perdido en la banda. Jensen no se comporta como un extremo nato. Necesita m¨¢s espacio libre para escapar de los marcajes. En la banda se siente atosigado y sin imaginaci¨®n. Unicamente cuando deambula por el lado de la tribuna intenta la jugada de Peligro. Curiosamente, ante el H¨¦rcules, repiti¨® lo que sirvi¨® ante el Athlectic, para la consecuci¨®n de un penalti.
El centro del campo est¨¢ lento, lent¨ªsimo. Del Bosque y Vel¨¢zquez, dos hombres de soberbia t¨¦cnica., entregan mal la pelota y se empe?an en dirigir el juego por el centro. Vel¨¢zquez, que hace unos meses era capaz de lanzar el bal¨®n largo, templado y al hueco con precisi¨®n, se ha vuelto conservador. Da la impre si¨®n de que le falta el acicate de Netzer para sentar plaza de cerebro.
Afortunadamente para el Madrid, la defensa comienza a entonarse y, aunque Camacho sigue sin recuperar el tono de la, pasada campa?a, Benito se ha afianzado y Sol tambi¨¦n han mejorado. Ur¨ªa fue el domingo mucho mejor hacia adelante que hacia atr¨¢s.
Miljanic acert¨® a modificar la posici¨®n de la defensa cerca de la media hora de juego. Sol abandon¨® el lateral, para pasar alcentro y Ur¨ªa y Camacho se colocar¨®n en los laterales. Se not¨® el cambio y se not¨® tambi¨¦n que Pirri puede prestar mejores servicios en la zona central qi1e en la defensa, porque ¨¦sta puede ser parcheada y la media parece que no tiene, por el momento, enmienda. Rubi?¨¢n trabaj¨® con. ardor en la suplencia de Breitner, pero tampoco es el gallego jugador tipo para esta demarcaci¨®n.
El H¨¦rcules tap¨® bien los huecos durante el primer tiempo, con Giuliano, Saccardi y Rivera en el centro de la zaga. Este ¨²ltimo fue el encargado de vigilar a Santillana. Deusto se mostr¨® espl¨¦ndido en las salidas, salvo en la del tercer tanto, en la que se qued¨® a mitad de camino.
El primer gol, de Guerini, conseguido con laboriosidad, porque tuvo que prepararse la pelota con la misma pierna con la que dispar¨® -la derecha s¨®lo le sirve para apoyarse-, dio tranquilidad al equipo, que se aprest¨® a afrontar la segunda mitad con el partido encarrilado. .
El penalti de Quique a Jense sirvi¨® para que Guerini pusiera las cosas en su sitio y, como tan s¨®lo tard¨® dos minutos en llegar el tercer tanto, el resto del tiempo pudieron haberselo ahorrado los jugadores, sobre los que cay¨® agua en abundancia. Los cambios herculanos no sirvieron para gran cosa, porque en el contraataque, ¨²nicamente hizo cosasmeritorias Sancayetano, espl¨¦ndido jugador que ha ido a parar al H¨¦rcules en la operaci¨®n Juan Carlos, centrocampista que al Valencia no parece que vaya a servirle de gran cosa,
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