Callaghan denuncia una infiltraci¨®n comunista y trotskista en el loborismo
El primer ministro brit¨¢nico, James Callaghan, advirti¨® ayer al ejecutivo de su partido de las infiltraciones de que el laborismo est¨¢ siendo objeto. Seg¨²n Callaghan, que se dirig¨ªa por primera vez a la asamblea como l¨ªder laborista, elementos que se proclaman a s¨ª mismos socialistas se est¨¢n introduciendo en el partido para destruirlo y conseguir sus propios fines.
Callaghan, que se defini¨® como un ?miembro ordinario del partido sin conexiones con los grupos de izquierdas o de derechas, dijo que no estaba tratando de iniciar ?una caza de brujas?, pero que s¨ª consideraba necesario que el comit¨¦ ejecutivo del Partido Laborista, que ahora est¨¢ fuertemente dominado por la izquierda, inicie una investigaci¨®n sobre, las actividades de aquellos elementos, a los que al parecer el jefe del Gobierno relaciona con los Partidos Comunista y Trotskista.En su discurso, pronunciado ayer por la ma?ana en Blackpool, James Callaghan reafirm¨® que ?el laborista seguir¨¢ siendo un partido de protesta, como siempre, pero no podr¨¢ olvidarse de que es ahora el partido del Gobierno?. Aludiendo a recientes acusaciones sobre la ?amnesia laborista? respecto de sus principios socialistas, el primer ministro dijo que todas las concesiones que el Gobierno ha tenido que hacer hasta ahora ante las demandas de la oposici¨®n eran inevitables, dada la naturaleza ?democr¨¢tica?, aparte de socialista, del laborismo.
En general, el discurso del primer ministro tuvo la intenci¨®n de convencer a las entidades financieras y a los gobiernos extranjeros de que a pesar de la presi¨®n de la izquierda para que la administraci¨®n brit¨¢nica incremente el gasto p¨²blico y controle la importaci¨®n, la pol¨ªtica del actual Gobierno va a seguir siendo la misma. En cuanto al gasto p¨²blico, a cuyo recorte se ha opuesto formalmente la asamblea, Callaghan dijo que era necesaria la restricci¨®n porque ?Gran Breta?a se estaba pagando a s¨ª misma mucho m¨¢s de lo que ganaba?. Ni la implementaci¨®n del gasto ni los l¨ªmites a la importaci¨®n resolver¨¢n el problema de la inflaci¨®n y del desempleo en este pa¨ªs, afirm¨® el primer ministro, quien como ¨²nica soluci¨®n ve el establecimiento de una industria maldita para sindicalistas y laboristas.
Finalmente, dos regiones del Reino Unido fueron objeto de dos breves cap¨ªtulos del discurso de Callaghan. El Gobierno no retirar¨¢ su apoyo pol¨ªtico, econ¨®mico y militar -hasta que este ¨²ltimo sea necesario- de Irlanda del Norte, un territorio para el que hay que lograr ?una paz efectiva y creativa?. Callaghan apoy¨® en esa parte de su declaraci¨®n el movimiento pacifista de las mujeres del Ulster, algunas de cuyas l¨ªderes han venido siendo intimidadas recientemente.
Poder parlamentario a Escocia y Gales
El tema de la devoluci¨®n de poderes parlamentarios para Escocia y Gales, que va a producir un largo y fuerte debate en el Reino Unido en los meses inmediatos, fue tratado brevemente por el primer ministro, quien explic¨® la conocida posici¨®n gubernamental respecto de este problema. Para la administraci¨®n que preside Callaghan, la devoluci¨®n es el ¨²nico modo de mantener unido el reino.Si el Parlamento se opone al proyecto de ley que el Gobierno pretende pasar en 1977, entonces s¨ª habr¨ªa un riesgo de implementaci¨®n de la idea nacionalista, no tanto en Gales como en Escocia, donde el Partido Independista SNP (Scottish National Party) cuenta cada d¨ªa con m¨¢s apoyo popular.
El jefe del Gobierno y el l¨ªder de los comunes, Michael Foot, ven la ley de Devoluci¨®n no s¨®lo como la v¨ªa id¨®nea para mantener la unidad de Gran Breta?a, sino para garantizar la permanencia del partido en el poder.
Los laboristas reunidos en Blackpool parecen haber entendido la amenaza y votaron por mayor¨ªa en favor de una resoluci¨®n que apoya la pol¨ªtica del Gobierno y en contra de otra que rechazaba la devoluci¨®n.
Y propon¨ªa, como alternativa, la celebraci¨®n de un refer¨¦ndum por medio, del cual, los habitantes de Escocia y de Gales expresaran su intenci¨®n de permanecer o no integrados en el Reino Unido.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.