Rectificaci¨®n

Rectificaci¨®n que formula el alcalde de Robledo de Chavela a la informaci¨®n publicada en el diario de Madrid EL PAIS del d¨ªa 3 de octubre de 1976, sobre supuestos malos tratos de un sereno municipal a varias personas, acogi¨¦ndose al derecho que regula el art¨ªculo 62 de la ley de Prensa e Imprenta vigente.1.? Los hechos relatados por el peri¨®dico que se refieren posiblemente al domiciliado en este pueblo, don Bartolom¨¦ L¨®pez, y no P¨¦rez, como por error se indica, ocurrieron en la siguiente forma:

Sobre las tres de la madrugada del d¨ªa 24 de agosto pasado, y en ocasi¨®n de celebrarse las fiestas de este pueblo, los vigilantes municipales nocturnos don Alejandro Herranz S¨¢nchez y don Angel S¨¢nchez Carri¨®n fueron requeridos por j¨®venes de este pueblo y su colonia veraniega, para que intervinieran a fin de evitar que el mencionado Bartolom¨¦ L¨®pez, que seg¨²n ellos se hallaban en estado de embriaguez, los agrediera. Intervenci¨®n que llevaron a efecto inmediatamente y que se limit¨® a requerir al denunciado para que se fuera a su casa. En vez de obedecer, reaccion¨® en forma violenta contra los vigilantes nocturnos, haciendo objeto a Alejandro Herranz de graves insultos contra su madre (fallecida unos d¨ªas antes), e incluso lleg¨® a empujarle hasta hacerle perder el equilibrio, seg¨²n se reconoce en la informaci¨®n del peri¨®dico. Los vigilantes se vieron obligados a reducirle y trasladarle a la cercana Casa Consistorial, donde permaneci¨® quince minutos aproximadamente en el pasillo de entrada y no en el calabozo ni en el despacho de la Alcald¨ªa. Transcurrido el tiempo indicado, y estimando los vigilantes que se hab¨ªa tranquilizado, le mandaron que se fuera a su casa, lo que efectu¨® seguidamente sin recibir da?os f¨ªsicos de ninguna clase.

A la media hora aproximadamente, el se?or L¨®pez volvi¨® a la Casa Consistorial y, dirigi¨¦ndose a los vigilantes, les pidi¨® perd¨®n y toda clase de disculpas por los insultos y empujones de que los hab¨ªa hecho objeto.

Es por tanto totalmente incierto que se le pegaran pu?etazos por el vigilante se?or Herranz, ni mucho menos por ?el ayudante del secretario?, el que no tuvo intervenci¨®n alguna en el caso. Es igualmente inexacto la intervenci¨®n que se me atribuye en la informaci¨®n.

2.? Es totalmente falsa y gravemente calumniosa la informaci¨®n de que el ?ni?o de cinco a?os Jos¨¦ Luis Quijada fue encerrado en el calabozo municipal con otros ocho compa?eros?.

Este ni?o, con otros amigos, fueron sorprendidos por el guardia municipal F¨¦lix S¨¢nchez, cuando estaban destrozando los ¨¢rboles y papeleras existentes en el parque ajardinado del Ayuntamiento, sobre las doce de la ma?ana. Como quiera que no les conoc¨ªa a todos, el citado guardia, los hizo presentarse en las oficinas municipales para su identificaci¨®n, donde permanecieron concretamente en el local o cuarto de la Guardia Municipal, sito a la entrada de la Casa Consistorial, por espacio de un cuarto de hora aproximadamente, hasta que yo llegu¨¦ a mi despacho y orden¨¦ se les mandara a sus casas, d¨¢ndose por concluido este caso previa imposici¨®n de una multa de 50 pesetas, satisfecha por los padres de los ni?os.

3.? Es totalmente inexacto que los vigilantes nocturnos hicieran objeto de agresi¨®n a ning¨²n muchacho de otro pueblo por el hecho de recoger agua de la fuente para su autom¨®vil.

4.? Lo ocurrido entre el vigilante don Alejandro Herranz y el vecino Jes¨²s Le¨®n lleg¨® a mi conocimiento en la forma siguiente:

En las primeras horas de la madrugada, el citado se?or Le¨®n prev¨ªa una discusi¨®n con su hermano, mont¨® la motocicleta de este ¨²ltimo, y poni¨¦ndola en funcionamiento, inici¨® la marcha por direcci¨®n prohibida, cay¨¦ndose dos veces de la misma en corto intervalo de tiempo, sin poder precisar las causas que lo motivaron.

Presenciado esto por el vigilante, se?or Herranz, y observando que intentaba continuar en la misma direcci¨®n, hizo sonar insistentemente su silbato a fin de que se detuviera, lo que efectu¨® el se?or Le¨®n. El vigilante le indic¨® la infracci¨®n que estaba cometiendo, lo que no agrad¨® al se?or Le¨®n, que se insolent¨® con el vigilante, intentando continuar la marcha en la misma direcci¨®n, lo que motiv¨® que el agente, y ello a fin de evitar posibles accidentes, le detuviera y le condujo al Ayuntamiento, donde le hizo quedarse aproximadamente una hora, hasta que consider¨® que su estado hab¨ªa mejorado y le mand¨® a su casa, sin que interviniera para ello el padre del se?or Le¨®n.

En el otro caso que se cita, esta Alcald¨ªa no intervino para nada, ya que la multa por esc¨¢ndalo p¨²blico se le impuso al se?or Le¨®n y a otros acompa?antes por hechos cometidos en la v¨ªa p¨²blica a altas horas de la madrugada, fue por actuaciones de la Guardia Civil del puesto de este pueblo y posterior resoluci¨®n del jefe superior de polic¨ªa.

5.? El ?clan familiar?, que se indica en la informaci¨®n est¨¢ constituido por un hermano m¨ªo que ocupa por elecci¨®n, en representaci¨®n de los cabezas de familia, el cargo de concejal. Su nombramiento se efectu¨® tres a?os antes de yo ser designado alcalde. Tengo un sobrino efectivamente que es auxiliar administrativo de este Ayuntamiento, por concurso-oposici¨®n celebrado bastante antes de yo ser nombrado alcalde.

6.? En ninguna ocasi¨®n, ni verbal ni por escrito, se han formulado ante mi autoridad quejas en relaci¨®n con los hechos relatados, ni contra el comportamiento de los funcionarios de este Ayuntamiento que se mencionan en este escrito.