Moro, Villalta y L¨®zano siguen siendo promesas
Siguen en pie las buenas esperanzas sobre el futuro profesional de los tres novilleros triunfadores en Las Ventas. Ayer no redondearon una tarde brillante, a excepci¨®n de Villalta en su primer novillo, que le sali¨® extraordinario. pero por los detalles se vieron sus buenas condiciones para abrirse camino.A¨²n est¨¢n inmaduros, por supuesto. Un ejemplo es el del propio Villalta, quien en el segundo de la tarde, un novillo pastue?o (y flojo), verdadero carret¨®n, al que hizo una faena variada, con remates gustosos, no acab¨® de acoplarse en los lances a la ver¨®nica, demasiada tela y demasiado envaramiento en la ejecuci¨®n de la suerte, ni en los muletazos, muchos de ellos sin temple y otros excesivamente afectados. Mediado el trasteo consigui¨® buenos pases con la derecha, aunque de costadillo y pies juntos, y tres naturales hondos, ligados con uno de pecho de espl¨¦ndida factura. Estos momentos, la variedad de la faena y la condici¨®n ideal del novillo estuvieron entre lo m¨¢s lucido del festejo. Con su otro enemigo, de Aleas, que ten¨ªa genio, no pudo, en cambio; estuvo a merced de la res: le faltaron recursos. El tiempo obrar¨¢ en favor de Villalta. De momento, sigue siendo una buena promesa.
Ayer se lidiaron en Las Ventas c?nco novillos del Pizarral y uno (el qu?nto) de Aleas, para Luis Miguel Moro
Lorenzo Manuel Villalta y Antonio Lozano.Moro. Pinchazo hondo. rueda de peones y dos descabellos (ovaci¨®n y saludos). Estocada corta, trasera y ca¨ªda, y cinco descabellos (divisi¨®n cuando sale a saludar). Villalta. Estocada a toro arrancado (oreja). Pinchazo, media delantera, rueda de peones, pinchazo bajo, otra media delantera, rueda de peones y descabello barrenando (silencio). Lozano. Pinchazo pescuecero y estocada corta delantera (aplausos y saludos). Pinchazo, bajonazo, dos pinchazos m¨¢s (aviso) y cuatro descabellos (silencio). Los novillos. Hubo uno de embestida ideal. el segundo (¨²nico que soport¨® s¨®lo una vara). El resto tuvo casta y genio. En los caballos, cabeceaban y se iban sueltos. Desiguales de presentaci¨®n, el cuarto se protest¨® con gritos de ??afeitado!?. Era cornicorto y astigordo. En general tuvieron respeto.
Otro tanto podr¨ªa decirse de sus compa?eros, si bien ¨¦stos no contaron con tantas facilidades. El primero de Moro ten¨ªa peligro por el pit¨®n derecho y por el izquierdo se quedaba en el centro de la suerte. A pesar de ello le consinti¨®, aguant¨® tarascadas, embarc¨® en lo posible y lleg¨® a completar una faena s¨®lida, acoplada a las circunstancias. Mejor embestida tuvo el cuarto y le tore¨® bien por derechazos e incluso muy bien por naturales. Pero prolong¨® demasiado el muleteo, casi hasta el aburrimiento.
Con menos arrestos se vio a Lozano, frente a un novillo que se le quedaba corto y otro aprovechable pero con nervio, lo cual no quiere decir que se haya borrado la clase que mostr¨® el d¨ªa de su presentaci¨®n. Quiz¨¢ sea, de los tres espadas, el que tiene una concepci¨®n del toreo m¨¢s fina. Pero la casta de los pizarrales -casta aut¨¦ntica, agresiva- estuvo por encima de su ¨¢nimo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.