?El problema del Pa¨ªs Vasco, fundamentalmente pol¨ªtico?

Los estudios para la redacci¨®n de un r¨¦gimen especial para Vizcaya y Guip¨²zcoa han finalizado tras la aprobaci¨®n en tres d¨ªas de seis ponencias. Las dos ¨²ltimas aprobadas, las seis y siete, referidas respectivamente a Educaci¨®n y Cultura, Agricultura, Comercio e Industria. Se ha cerrado as¨ª una etapa en la historia de la comisi¨®n, que en la redacci¨®n de la primera ponencia -la de Gobernaci¨®n- ocup¨® alrededor de diez meses y que ahora, en tres jornadas maratonianas, ha despachado seis ponencias, entre ellas la de Hacienda, tan controvertida y trabajosa como la primera.

Frente a la postura oficial, que ha aprobado apresuradamente seis ponencias en algo m¨¢s de setenta y dos horas, aparece la de ocho personas, entre ellas Luis Olarra, industrial vizca¨ªno, presidente del Consejo de Empresarios y miembro de la comisi¨®n hasta hace un par de meses en que pidi¨® su cese. El se?or Olarra ha hecho unas declaraciones a EL PAIS, en las que analiza el valor del r¨¦gimen especial y su postura de bloquear el estudio tras la aprobaci¨®n de la ponencia de Gobernaci¨®n.

?Nosotros fuimos nombrados, hay que tener en cuenta, hace casi un a?o, y es evidente que el panorama pol¨ªtico ha evolucionado sensiblemente. Desde el principio de la reuni¨®n qued¨® claro, y as¨ª lo planteamos nosotros, que el problema del Pa¨ªs Vasco era fundamentalmente pol¨ªtico, y, por tanto, se convino que la primera ponencia a abordar deb¨ªa ser la de Gobernaci¨®n, que enfocaba la tem¨¢tica de las instituciones, su autonom¨ªa y funcionamiento ?.

La ponencia

La ponencia fue dirigida por el se?or Garc¨ªa Trevijano, director general de Estudios de la Administraci¨®n Local. Con ¨¦l colaboraron los asesores se?ores Celaya y Navajas, ambos conocedores de la tem¨¢tica vasca.?B¨¢sicamente -se?ala el se?or Olarra- se acord¨® que las instituciones centrales hab¨ªan de ser las juntas generales, base y fundamento del antiguo r¨¦gimen foral. Fue objeto de debate amplio el dilucidar si el presidente de las juntas generales deb¨ªa ser el presidente de la Diputaci¨®n o si aqu¨¦l deb¨ªa ser nombrado por aqu¨¦lla. Finalmente prosper¨® este criterio.?

Luis Olarra justifica luego su petici¨®n de abandono de la comisi¨®n con la aprobaci¨®n de la ponencia de Gobernaci¨®n.

?Nuestra postura era clara. Pens¨¢bamos que si el pa¨ªs se preparaba para unas elecciones generales y si a continuaci¨®n se iban a realizar las municipales y provinciales, resultaba claro que, para nosotros, establecieran las juntas generales su sistema de elecci¨®n, y la definici¨®n de que las diputaciones habr¨ªan de ser los ¨®rganos ejecutivos de las decisiones de las juntas generales. El resto de los temas no eran de nuestra incumbencia y deb¨ªan ser discutidos por la Administraci¨®n Central con dichas instituciones de acuerdo con el plan establecido.?