El Madrid, líder en positivos
Afortunadamente para los madridistas, el Madrid goza de tan precaria salud como para ser ya el que más positivos tiene. Afortunadamente para Miljanic, las cosas comienzan a cambiar y poco a poco con escaso juego y hasta con Roberto Martínez en los minutos finales, su equipo se va para arriba. Afortunadamente para Luis, el Atlético está empatado a puntos con el líder y tras el triunfo sobre el Barcelona se espera que el equipo se asiente definitivamente y los amigos de los intermediarios se olviden durante una temporada de cambios de dirección. Afortunadamente para el presidente del Comité Nacional de Arbitros, se?or Plaza, tras el arbitraje del se?or Olavarría no hay peligro de que el se?or Calderón convoque una rueda de prensa para mostrar sus quejas contra los árbitros. Afortunadamente para los aficionados, la liga está caliente y animada.El Atlético de Madrid ha dejado las cosas en su sitio. O lo que es lo mismo, ha llevado la paz a la fuente de Canaletas en donde el foro futbolístico ya no tiene motivos para discrepar seriamente. Las bromas de los azúlgrana a los periquitos se han acabado porque el 3-1 al Barcelona, de algún modo, ha sido la réplica al 1-4 de Sarriá. Supongo que el se?or Meler se sentirá feliz por unos días. Sobre todo porque ahora tiene un punto más que su compa?ero de fatigas Agustín Montal.
Claro que por aquello de que en la vida siempre ha habido clases hay que distinguir entre Montal y Meler. Y distinguir con toda seriedad. El presidente barcelonista, pese a que en algún momento ha caído en la trampa del bunker deportivo y los integristas, mantiene de algún modo sus posturas democráticas. Así, de momento, ante las normas de elección de presidentes federativos dictadas por la Delegación Nacional de Deportes ha dicho, que no entiende muy bien que se empiece por arriba. Montal opina que las primeras elecciones deberían llevarse a cabo en los clubs y que el no tiene inconveniente alguno en ponerse en ,manos del sufragio universal de los socios barcelonistas. Montal parece dispuesto, pese a algún vaivén, a seguirlos imperativos de los nuevos tiempos. El ejemplo debería cundir. Me temo muy mucho que estas teorías comentadas en el palco del Calderón, en donde suele haber ministros, no encuentran caldo de cultivo. La directiva atlética no se ha distinguido nunca por sus afanes democráticos. Ni antes con el marqués de la Florida ni ahora con Vicente Calderón.
Las opiniones de Montal sobre la democracia deportiva tienen detrás su aquél. Por ejemplo, mantener la faz de mes que un club y además encocorar a Meler y a Pablo Porta. Sobre todo a éste que es el más ilustre de los periquitos y el último presidente nombrado digitalmente.
El Madrid, entre penas y alegrías ya está a tiro de piedra del Valencia. El sábado, en el Bernabéu, primer partido grande del a?o. El Valencia llegará en el momento de la recuperación madridista. En el momento en que Velázquez vuelve a ser don Manuel para que se joroben los amigos de la nostalgia netzerista.
Las posiciones, en primera comienzan a definirse. A algunos ya se les adivina el porvenir. Por ejemplo., muy mal lo pasará el Celta que, en siete partidos, únicamente ha marcado cuatro goles de ellos, tres de penalty. Para el colmo de las ironías el autor de los tres tantos, producto de máximos castigos, es su guardamente Fenoy que hoy por hoy, figura en los lugares destacados de la tabla de goleadores. Esta clasificación es muy parecida a la tradicional de balón cesto. Entre los diez máximos realizadores únicamente hay tres es pa?oles. Y por delante, avasallador, Diarte que ya ha hecho once dianas.
En segunda, impertérrito e Gijón siempre por delante. El Getafe, muy majo. El Rayo, como siempre que Alonso Munárriz baja el pan, ha perdido. A Marcelino Gil, los problemas le llegan a pares
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás a?adir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.