Balance del viaje real: reanudar las relaciones a nivel de jefes de Estado

La reuni¨®n de don Juan Carlos con el centenar aproximado de periodistas (entre enviados especiales, llegados de Espa?a, y corresponsales acreditados en Par¨ªs), ayer, viernes, a las nueve de la ma?ana, en un sal¨®n de la embajada espa?ola, fue uno de los actos m¨¢s directos, vivos y simp¨¢ticos de su primera visita oficial a Francia. Tomando caf¨¦, en pie, de manera informal, el Rey cont¨® an¨¦cdotas de su estancia en Par¨ªs, brome¨® llegada la ocasi¨®n, y se prest¨® a las preguntas que se le formularon sin protocolo alguno. Al mismo tiempo, el jefe de la diplomacia espa?ola, Marcelino Oreja, departi¨® con grupos que se iban turnando y, en particular, confirm¨® que al final de este viaje ?no habr¨¢ firma de ning¨²n acuerdo?.

El Monarca declar¨® que hab¨ªa invitado oficialmente a Giscard d'Estaing para que visite Espa?a, aunque no se ha fijado fecha. Respecto a futuros viajes suyos, neg¨® que vaya a desplazarse a Alemania por ahora, dijo que ten¨ªa pendiente un desplazamiento privado a Inglaterra y, en definitiva, afirm¨®: ?Ahora no puedo viajar porque debo ocuparme del refer¨¦ndum y de la reforma?. ?Lo m¨¢s positivo de este viaje -estim¨® el Rey- es el haber venido y el haber reanudado las relaciones franco-espa?olas a nivel de jefes de Estado. ? Sus conversaciones con Giscard han sido gen¨¦ricas, dijo. Sobre los problemas fronterizos en el Pa¨ªs Vasco declar¨®: ?No trat¨¦ esto con detalle, pero las buenas relaciones entre los dos pa¨ªses ayudar¨¢n mucho a su soluci¨®n.?Ya al final de los tres cuartos de hora, el Rey y el corresponsal de EL PA?S mantuvimos un mano a mano que el Rey acept¨®EL PA?S.-?Qu¨¦ piensa Vuestra Majestad de la carta que le escribieron los tres presidentes de los tres grupos parlamentarios de la oposici¨®n de izquierda?

DON JUAN CARLOS.-Yo no he recibido carta ninguna.

EL PA?S.-Pues ellos se la dirigieron a Giscard para que se la entregara a Vuestra Majestad.

DON JUAN CARLOS.- Pues te aseguro que no la he recibido... Reg¨ªstrame. Y no puedo ped¨ªrsela si ¨¦l no me la da. Giscard es dem¨®crata. La que s¨ª recib¨ª fue la del consejero socialista.

EL PA?S.-?Y qu¨¦ piensa Vuestra Majestad del contenido?

DON JUAN CARLOS.- Que cada uno puede pensar lo que quiera.

EL PA?S.- Ha mantenido Vuestra Majestad alguna entrevista secreta con miembros de la oposici¨®n francesa o con alg¨²n miembro importante de la oposici¨®n espa?ola, exiliado en Par¨ªs?

DON JUAN CARLOS.-No.

EL PA?S.-?Seguro que no?

DON JUAN CARLOS.-Te aseguro que no.

Una vez m¨¢s, el Rey se manifest¨® jovial y campechano,

-DON JUAN CARLOS.- ?Crees t¨² que Francia es una democracia?

Empec¨¦ a responder: ?S¨ª..., pero ... ? Su Majestad me cort¨®:

DON JUAN CARLOS-?Qu¨¦ es la democracia?

EL P?IS.- Eso, es un debate amplio, pero, de entrada, como dijo Vuestra Majestad, es poder pensar libremente.

De nuevo se interrumpi¨® el di¨¢logo y el Rey hizo alusi¨®n al servicio de orden que lo ha escoltado en esta visita. Y, al final, se dirigi¨® de nuevo a m¨ª para preguntarme ??Qu¨¦ pensar¨ªas t¨² si voy a un pueblo espa?ol y se cercan con vallas las calles??

Inmediatamente repliqu¨¦: ?Perdone Vuestra Majestad, pero el que pregunta soy yo, que soy el periodista?. A la carcajada del Rey se unieron las del grupo. Don Juan Carlos, entonces, hizo observar: ?Bueno, de todas maneras piensa en otros reyes de pa¨ªses europeos, y ver¨¢s que no se prestan f¨¢cilmente al di¨¢logo?. Yo respond¨ª: ?Pero Vuestra Majestad sabe que esos reyes no mandan. Y Vuestra Majestad s¨ª.? Otra vez hubo reacciones joviales por parte del Rey y de los dem¨¢s. Un enviado especial, no obstante, confi¨® a algunos de sus compa?eros: ?A ¨¦ste, si yo fuera rey, no le volv¨ªa a dejar escribir ni una palabra en la prensa espa?ola.? Otros comentaron que a don Juan Carlos se le hab¨ªa dado ocasi¨®n para manifestar su sentido democr¨¢tico.