El Lag¨²n-Onak, m¨¢s dif¨ªcil de lo previsto
Los aficionados del filial merengue especulaban antes de comenzar el encuentro con una posible goleada. Este optimismo pronto se vio frenado ante la impotencia de los j¨®venes jugadores del Castilla para romper la barrera formada por el equipo guipuzcoano.El Lag¨²n-Onak mont¨® un sistema defensivo a ultranza, que dificult¨® enormemente la penetraci¨®n de los pupilos de Sanch¨ªs, que si bien es cierto presionaron a lo largo de todo el partido, sus remates carec¨ªan de la suficiente intuici¨®n y peligrosidad para mover el marcador.
Entre el bostezo general concluy¨® la primera mitad que result¨® mon¨®tona y sumamente aburrida, de lo que es buena prueba el que parte del p¨²blico observaba m¨¢s atentamente el palco, en el que se encontraba el sempiterno presidente madridista don Santiago Bernab¨¦u, que las evoluciones de los jugadores sobre el terreno de juego.
Tras el descanso, el dominio del Castilla se hizo a¨²n m¨¢s insistente, pero sus ataques segu¨ªan adoleciendo de falta de acierto a la hora de rematar a puerta, en ma?ana desafortunada de sus centrocampistas y delanteros.
Lo mejor del sopor¨ªfero encuentro fue la exquisita deportividad de todos los jugadores, destacable, sobre todo, en el Lag¨²n-Onak, un equipo correoso y correcto, que se defendi¨® perfectamente sin necesidad de emplear m¨¦todos violentos, circunstancia que no suele darse a menudo. Isidro, del que se dice pasar¨¢ al primer equipo del Real Madrid, exhibi¨® su juego con cuentagotas en un par de jugadas.
La exigua victoria del Castilla, m¨¢s dif¨ªcil de lo previsto, puede considerarse justa, al menos por el dominio territorial ejercido durante todo el encuentro.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.