Gir¨®n convoca a la plaza de Oriente y a las urnas
En un ambiente de creciente exaltaci¨®n, con la sala, los pasillos, las escaleras, las puertas de entrada y las aceras frente a la sede de Fuerza Nueva, en Madrid, repletas de personas, Jos¨¦ Antonio Gir¨®n, presidente de la Confederaci¨®n de Combatientes, hizo ayer un llamamiento a los leales al 18 de Julio para crear un frente nacional el fin de salvar de nuevo a Espa?a.Miles de personas, entre las que predominaban las de mediana edad de la peque?a burgues¨ªa y un numeroso grupo de j¨®venes uniformados, aclamaron las citas a Franco y los ataques a la pol¨ªtica reformista del Gobierno.
Media hora antes de iniciarse la conferencia que iba a pronunciar el se?or Gir¨®n, titulada Ante un aniversario hist¨®rico, la calle donde se encuentran los locales de Fuerza Nueva aparec¨ªa abarrotada de p¨²blico que intentaba asistir al acto. Ante la imposibilidad de entrar, dada la capacidad del local, mucha gente esper¨® fuera durante todo el acto cantando varias veces el Cara al Sol, Yo ten¨ªa un camarada y otros himnos. Las dotaciones de los jeeps de la polic¨ªa vigilaron el lugar sin llegar a intervenir.La entrada de algunos periodistas en el local fue saludada con un grito de uno de los j¨®venes que formaban el servicio de orden: ?Paso a la prensa canallesca?. El interior de la sala de conferencias, al igual que el resto del edificio, se hallaba completamente abarrotado por un p¨²blico que se fue exaltando conforme avanzaba el acto, con vivas, v¨ªtores, aplausos, consignas e himnos.
En la mesa presidencial se hallaban el fundador y presidente de Fuerza Nueva, Blas Pi?ar, el conferenciante, Jos¨¦ Antonio Gir¨®n, y el presidente de la FE y de las JONS, Raimundo Fern¨¢ndez Cuesta. Blas Pi?ar present¨® al se?or Gir¨®n ?como uno de los pocos hombres que no ha traicionado sus ideales?, y con su oratoria beligerante convoc¨® a todos los presentes a asistir el pr¨®ximo d¨ªa 20 a la plaza de Oriente en homenaje a Franco.
Jos¨¦ Antonio Gir¨®n comenz¨® su conferencia evocando la memoria de Franco con una clara e inequ¨ªvoca afirmaci¨®n previa: ?Si por perfeccionamiento del sistema que ¨¦l nos leg¨® -dijo- se entiende el abrir de par en par las puertas del Estado y las puertas de Espa?a a los enemigos del Estado y a los enemigos de Espa?a, nosotros nos opondremos con todas nuestras energ¨ªas a esa operaci¨®n.? Cit¨® a los pol¨ªticos que ?han adoptado una actitud de indiferencia ante las injurias o los menosprecios? de que ha sido objeto la memoria de Franco, y afirm¨® que la obra de Franco y el franquismo no iban a morir ?aunque lo hayan dispuesto al un¨ªsono la Internacional Marxista o la Internacional Capitalista?.
Afirm¨® m¨¢s adelante que los que hab¨ªan conducido a Espa?a en este ¨²ltimo a?o a la situaci¨®n actual no se propusieron en rigor una reforma, sino una traici¨®n, y que se deb¨ªa saber que para ellos eran igualmente adversarios ?quienes atenten a la unidad, la libertad y la grandeza de Espa?a, que quienes traten de socavar o destruir el Estado en la versi¨®n institucional prevista por la ley Org¨¢nica y encarnado en la persona del Rey?. En ese momento, uno de los presentes dijo: ?Le respetaremos cuando lo merezca?.
Con un lenguaje catastrofista y sin perder en ning¨²n momento el gesto adusto habitual en ¨¦l en los actos p¨²blicos, el se?or Gir¨®n se refiri¨® a la situaci¨®n socioecon¨®mica afirmando que estamos en el peor momento de nuestra reciente historia. ?Los europe¨ªstas estar¨¢n -dijo- acaso satisfechos de que se nos concedan bendiciones pol¨ªticas en el viejo continente, pero nada nos dicen de un hecho estremecedor por su propio significado: antes de que se cumpliese el a?o de la muerte de Francisco Franco, el Banco Mundial nos advierte, sin miramientos, nuestra proximidad a ser inscritos en la relaci¨®n de los pa¨ªses insolventes, mientras que el ¨ªndice de nuestra producci¨®n industrial cae aparatosamente y la mediana y peque?a empresa empiezan a cerrar sus puertas o por la asfixia econ¨®mica, o por la provocaci¨®n intolerable de los piquetes de huelga al servicio del marxismo.?
Hizo a continuaci¨®n un an¨¢lisis de la evoluci¨®n de estos ¨²ltimos a?os tras el ?caudillaje de Franco?, calific¨¢ndolo como un ?largo per¨ªodo de uniformidad pol¨ªtica?, que ha sido sustituido por el multipartidismo liberal, la confusi¨®n pol¨ªtica, la deserci¨®n y la traici¨®n al r¨¦gimen del 18 de julio. Afirm¨® que en Espa?a se estaba aniquilando el sistema org¨¢nico para sustituirlo por un sistema liberal y partidista. ?Convengamos -dijo- ante esta situaci¨®n que la victoria ha sido regalada al adversario?, citando entre los adversarios a los que conociendo y aceptando la fertilidad del Estado del 18 de julio, lo han destruido para sustituirlo, con un mimetismo palurdo y hortera, en una sonrojante almoneda en la que se malvenden las mejores esperanzas nacionales y de la que s¨®lo son beneficiarios los totalitarismos marxista y capitalista.
A lo largo de todo su discurso-arenga, los ataques a la pol¨ªtica del Gobierno, a los ministros reformistas, a los planes de actuaci¨®n del r¨¦gimen fueron constantes y calurosamente aplaudidos con los gritos de Traidores y Enanos. Afirm¨® que si los actuales pol¨ªticos dirigentes no hab¨ªan sabido ser consecuentes con el Estado, dej¨¢ndolo a la deriva, all¨ª estaban ellos para demostrar que eran capaces de seguir defendiendo Espa?a. ?Os convoco a todos -dijo- a que formeis parte de un frente nacional que todos debemos propiciar. Ese frente ser¨¢ la clave del futuro, si acertamos, Espa?a se salvar¨¢; si desentendemos esa sagrada voz, Espa?a se hundir¨¢.?
Afirm¨® que aunque el sistema de acudir a las urnas en un futuro no era justo, ?debemos acudir unitaria y solidariamente a las urnas?.
Finaliz¨® haciendo un caluroso llamamiento para asistir a la manifestaci¨®n del d¨ªa 20 ?como un acto de fe, esperanza, gratitud e hidalgu¨ªa, frente a la pobre miseria de quienes intentaron manchar la memoria de Franco?. Raimundo Fern¨¢ndez Cuesta, en breve parlamento, suscribi¨® la convocatoria, y el acto finaliz¨® e¨®n el canto del Oriamendi y el Cara al sol, brazo en alto.
A la salida del edificio volvieron a reproducirse los cantos y los v¨ªtores a Blas Pi?ar, Gir¨®n y Fern¨¢ndez Cuesta, disolvi¨¦ndose los asistentes sin incidentes.
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