El consulado espa?ol en Bayona, fiador del detenido en Hendaya con armas en el coche
Salvador Grau Lloret, ciudadano espa?ol, originario de la regi¨®n valenciana, espera en la prisi¨®n preventiva de Bayona a que su caso sea examinado por los jueces: en la madrugada del d¨ªa 18 de octubre fue detenido en Hendaya cuando trataba de entrar en territorio franc¨¦s, con un fusil, dos pistolas y tres cargadores que por supuesto no hab¨ªa declarado.
La encuesta judicial abierta a ra¨ªz de este hecho ha permitido completar no pocos detalles en torno a las andanzas del se?or Grau Lloret por tierras francesas, hasta configurar un retrato cuando menos inquietante. Alistado por seis a?os en la Legi¨®n Extranjera de Francia, hab¨ªa sido detenido varias veces en el vecino pa¨ªs, de donde fue expulsado como persona no grata tras una condena a dos a?os y medio de reclusi¨®n.El mismo Salvador Grau Lloret, que en el momento de su detenci¨®n llevaba una lista de refugiados vascos residentes en el sur de Francia, hab¨ªa tenido justamente dos semanas antes un accidente de coche en Bayona. Pese a que declar¨® que no llevaba encima documentaci¨®n alguna, el consulado espa?ol sali¨® fiador de su persona y garantiz¨® incluso el pago de los desperfectos despu¨¦s de unas gestiones telef¨®nicas efectuadas en Madrid. Veamos c¨®mo ocurrieron estos hechos, que revelan algunas vinculaciones oficiales de un hombre relacionado sin duda con los grupos de extrema derecha que act¨²an sobre territorio franc¨¦s contra los refugiados vascos.
El d¨ªa 4 de octubre, sobre las 4.30 de la tarde, un Seat-850 de matr¨ªcula espa?ola salt¨® un sem¨¢foro en rojo en la plaza Saint Andr¨¦ de Bayona, con tan mala suerte que embisti¨® lateralmente a otro veh¨ªculo conducido por la se?ora Echeto.
A la propuesta de la se?ora Echeto de ir a la comisar¨ªa m¨¢s pr¨®xima, el espa?ol que luego resultar¨ªa llamarse Salvador Grau Lloret contest¨® que no pod¨ªa ir, pero que no se preocupase porque estaba en relaci¨®n con el servicio franc¨¦s de contraespionaje (Divisi¨®n de Securit¨¦ du Territoire). Mientras se desarrollaba esta conversaci¨®n, la se?ora pudo ver que el 850 no ten¨ªa puestas las llaves de contacto y que su conductor hab¨ªa efectuado el cl¨¢sico puente.
Ante toda esta suerte de irregularidades, le propuso ir en ¨²ltima instancia a casa de sus suegros para aclarar el problema. Una vez all¨ª el se?or Grau insistir¨ªa repetidamente en abonarles una cantidad en concepto de da?os. Por ¨²ltimo pidi¨® que le dejasen telefonear a Madrid para pedir instrucciones. El suegro de la se?ora Echeto apreci¨® que desde el otro lado del tel¨¦fono le dec¨ªan que a las seis en punto de la tarde le iban a comunicar lo que deb¨ªa hacer.
Efectivamente, a esa hora sonaba nuevamente el tel¨¦fono para dar el mensaje siguiente: ?Pres¨¦ntate en el consulado, te est¨¢n esperando. Una vez en el consulado espa?ol de Bayona, fueron recibidos -en ausencia del c¨®nsul- por el canciller, quien introdujo en su despacho al se?or Grau. Al poco tiempo, el canciller sali¨® solo y comunic¨® a la se?ora Echeto que el consulado se hac¨ªa responsable de la identidad del se?or Grau Lloret y que garantizaba incluso el pago de los desperfectos.
A la vista de estas garant¨ªas la accidentada olvid¨® todas sus sospechas y dio por cancelado el asunto, hasta que dos semanas m¨¢s tarde ley¨® en el peri¨®dico Sudouest la noticia que relataba la detenci¨®n de Salvador Grau en Hendaya con armas en el coche. Presentada denuncia por los hechos ocurridos, se pudo comprobar que los datos de identificaci¨®n que le hab¨ªan facilitado en el consulado espa?ol eran falsos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.