Estalla un nuevo esc¨¢ndalo en la Democracia Cristiana italiana
Por fin el secretario democristiano, Benigno Zaccagnini, se ha decidido a convocar a la direcci¨®n de su partido para el pr¨®ximo martes 16 para tratar a fondo el esc¨¢ndalo de los carnets de sus afiliados. En 1969 el actual vicepresidente del Parlamento, Oscar Luigi Scalfaro, recibi¨® orden del entonces secretario del partido, Arnaldo Forlani, de dar a conocer el asunto. Al parecer, algunos boss o caciques compraban carnets al por mayor, pag¨¢ndolos a raz¨®n de 5.000 liras por unidad, se inventaban hasta la existencia de secciones del partido, con tal de ?hinchar? a su grupo. De este tr¨¢fico se ha hablado siempre casi clandestinamente en la Democracia Cristiana y a ¨¦l han vuelto a referirse recientemente dos ex ministros, Giulio Orlando y Adolfo Sarti.
Probablemente no ha sido el resentimiento lo que ha inspirado estas ¨²ltimas declaraciones. Se dec¨ªa en los ambientes pol¨ªticos que Umberto Agnelli, el senador independiente democristiano y vicepresidente de la Fiat, no lograba obtener el carnet. Intervino entonces el director del semanario ideol¨®gico del partido La Discusi¨®n, Bartolo Ciccardini, confirmando que ni siquiera Andreotti, ni el vicesecretario del partido, Giovanni Galloni, hab¨ªan obtenido el carnet del a?o pasado. Zaccagnini concedi¨® entonces una entrevista al diario Corrierre della Sera, reconociendo el viejo mal y prometiendo ocuparse del problema. Agnelli lo obtendr¨ªa en cinco minutos, si quer¨ªa.Del ?esc¨¢ndalo? de los carnets se ha pasado a hablar de ataques pol¨ªticos a la secretar¨ªa Zaccagnini, de fechas anticipadas de congresos para analizar la democracia del partido y de ?comit¨¦s de sabios? que puedan sanear moralmente la situaci¨®n.
Berlinguer, n¨²mero 0286502 del PCI
Poco importar¨ªa a la cr¨®nica los pelos y se?ales de tales luchas internas o ?vicios particulares? dem¨®crata cristianos, si la casualidad no hubiera llevado al cronista a presenciar un acto al que no hab¨ªa sido invitado, organizado por la secci¨®n comunista del barrio Flaminio, para que el secretario del Partido Comunista, Enrico Berlinguer, recibiese de manos del secretario de su secci¨®n el carnet del partido con el n¨²mero 0286502. En una habitaci¨®n de unos treinta metros cuadrados, bajo el retrato tutelar de Carlos Marx, se pronunciaron varios discursos de ritual. El secretario de la Federaci¨®n dijo que en Roma los afiliados al PC eran 7.000, y que a pesar del excepticismo de Berlinguer se llegar¨ªa pronto a 70.000. Cerrando el acto, Berlinguer, que hab¨ªa aprobado con la mirada las alusiones al ?mercado de los carnets? democristianos hechas por el secretario de barrio, dijo que hoy llegar a ser comunista es m¨¢s f¨¢cil que en el pasado, es mucho m¨¢s dif¨ªcil en un momento tan dram¨¢tico para el pa¨ªs -a?adi¨®-, vivir d¨ªa a d¨ªa como comunistas. A¨²n sin poder prever -concluy¨® el l¨ªder comunista- cuando estaremos en el Gobierno, tenemos que actuar con la mentalidad de quien est¨¢ ya en el Gobierno.
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