El pr¨®ximo d¨ªa 16, juicio por adulterio en Madrid

El pr¨®ximo d¨ªa 16 se celebrar¨¢ a puerta cerrada en Madrid un juicio por adulterio que probablemente ser¨¢ detonante de una nueva reacci¨®n de la opini¨®n p¨²blica a favor de la actualizaci¨®n del C¨®digo Penal en lo que se refiere a la de los delitos que discriminan a la mujer, tal y como ocurri¨® a ra¨ªz del juicio de Zaragoza.

A pesar del secreto que rodea a la identidad de los implicados en el caso sus particulares circunstancias, EL PAIS ha podido saber que la acusaci¨®n privada ha solicitado la m¨¢xima pena que permite la ley -seis a?os de prisi¨®n menor- y una indemnizaci¨®n de dos millones; uno a la presunta ad¨²ltera y otro al coreo, a quien ya le han sido embargados los bienes a la espera del resultado del juicio. Parece ser que en esta ocasi¨®n el acusador cuenta con la prueba definitiva de culpabilidad que en casos de adulterio, exije la jurisprudencia; la demostraci¨®n inequ¨ªvoca de que los acusados han sido sorprendidos desnudos y yaciendo en el mismo lecho.Por otra parte se ha confirmado que este juicio criminal no se ha iniciado como proceso previo al juicio de separaci¨®n, pues de hecho el matrimonio en cuesti¨®n est¨¢ ya separado. Por lo tanto se puede deducir que el marido agraviado ha puesto en marcha el aparato judicial con el ¨²nico fin de vindicar su honor.

Puestos en contacto con el abogado que lleva la acusaci¨®n privada, el se?or Mu?oz Perea, ¨¦ste se neg¨® a revelar cualquier detalle del caso alegando que: ?Todo lo concerniente al juicio es materia subiudice, y no cuento con la autorizaci¨®n de mi cliente para hablar.? Sin embargo en el transcurso de la conversaci¨®n que con ¨¦l mantuvimos el se?or Mu?oz Perea afirm¨® que se encontraba totalmente en contra de la consideraci¨®n penal del adulterio. ?Es una aberraci¨®n que el adulterio sea una figura jur¨ªdica, m¨¢s a¨²n en un pa¨ªs donde no existe el divorcio. A lo m¨¢s el adulterio podr¨ªa ser determinante de una alteraci¨®n del v¨ªnculo matrimonial.?

En aparente contradicci¨®n con esta opini¨®n que libremente expresa, el se?or Mu?oz Perea est¨¢ dispuesto a llevar adelante la acusaci¨®n con la m¨¢xima operatividad. ?No hay contradicci¨®n en mi comportamiento -explica-. Como hombre puedo mantener una idea, pero como profesional debo avenirme al contenido del C¨®digo. Si hay que cambiar la ley se cambia, pero sobre todo hay que hacerla respetar.?

El hecho de que el propio acusador reconozca que el texto legal en el que va a basar su acusaci¨®n sea uno de los m¨¢s arcaicos del C¨®digo Penal vigente resulta verdaderamente sintom¨¢tico, y demuestra hasta qu¨¦ punto es urgente emprender la tarea de adecuar el contenido de las leyes a la realidad social.

?Al plantearse la reforma del C¨®digo -subray¨® el se?or Mu?oz Perea- no hay que pensar s¨®lo en el delito de adulterio. Otros delitos; rapto, violaci¨®n, estupro, est¨¢n totalmente desfasados con respecto a la permisividad de la sociedad actual. Y adem¨¢s de estos delitos de naturaleza sexual habr¨ªa que actualizar la tipificaci¨®n de las penas para el delito de robo; la misma para todos los robos cuya cuant¨ªa sea superior a las 200.000 pesetas lo que es casi una incitaci¨®n al robo en gran escala.?

Al margen de esta problem¨¢tica general, lo cierto es que el d¨ªa 16 una mujer -y no olvidemos, el careo- estar¨¢n sentados en el banquillo, acusados de un delito que hasta su acusador niega que sea motivo de un juicio criminal.