Underground
Iconockaut.
Direcci¨®n: Jos¨¦ Mar¨ªa Nunes. Int¨¦rpretes: Mar¨ªa Espinosa, Juan Miralles.
Producci¨®n: Jaume Lleonart. Distribuci¨®n: Emiliano Piedra. Dram¨¢tico. Color. Espa?a. Local de estreno. Cine Infantas.
?Toda desviaci¨®n del convencional, muerto, cine oficial es un signo favorable. Necesitamos filmes menos perfectos y m¨¢s libres. Ojal¨¢ nuestros j¨®venes realizadores -no tengo esperanzas en la vieja generaci¨®n- se declararan libres, fuera de s¨ª mismos violenta, an¨¢rquicamente. No hay otro modo de romper las congeladas convenciones cinematogr¨¢ficas si no es a trav¨¦s de una completa descomposici¨®n de los sentidos cinematogr¨¢ficos oficiales.?
Estas palabras con que inicia su diario de cine Jonas Mekas podr¨ªan servir de pr¨®logo y a la vez de explicaci¨®n al cine de Jos¨¦ Mar¨ªa Nunes, realizador portugu¨¦s de nacimiento, afincado en Barcelona, donde ha llevado a cabo gran parte de su tan numerosa como desconocida obra. Un af¨¢n de romper con las estructuras habituales en lo que al cine se refiere, a censuras de cualquier ¨ªndole han llevado a sus filmes hasta los subterr¨¢neos de un underground de adictos o simplemente amigos en el mundo cerrado de nuestro cine habitual. Ahora llegan ante un p¨²blico m¨¢s amplio que deber¨ªa acogerles tal como son: un fen¨®meno distinto, un modo radicalmente diferente de enfrentarse a la realidad, de comunicarse con los dem¨¢s, m¨¢s all¨¢ del puro entretenimiento o del simple espect¨¢culo. Se dir¨¢, que Nunes, en sus filmes -en ¨¦ste sobre todo- no se acoge a ninguna estructura dram¨¢tica tradicional, que las secuencias duran seis veces m¨¢s de lo que el tiempo pide o el espectador necesita, que incluso en el desorden de la historia se evidencia confusi¨®n o que la misma historia no es sino una divagaci¨®n disfrazada. Todo ello puede ser verdad, pero viene a decirnos que en tal tipo de cine el argumento, cuenta menos precisamente porque su rasgo m¨¢s caracter¨ªstico viene a ser su af¨¢n de libertad total, desde la libertad pol¨ªtica hasta su desd¨¦n evidente por la t¨¦cnica. Ante tales premisas, y habida cuenta de las circunstancias de nuestro pa¨ªs, se comprenden las dificultades de llevar adelante una experiencia como la que Jos¨¦ Mar¨ªa Nunes propone, ya que ambas caracter¨ªsticas se dan en este Iconockaut, anticine destructor de mitos y barreras, al menos en potencia. Y tampoco resulta cuesti¨®n de azar el hecho de que este filme singular haya llegado a tocar el techo de la censura, pues si en lo que a erotismo se refiere, sus im¨¢gnes, a pesar de su insistencia, no llegan a pasar de surperficiales, en su vertiente pol¨ªtica rondan a ratos un tono vecino a la denuncia, aunque en su af¨¢n por prolongarlas con insertos demasiado expl¨ªcitos el realizador venga a echar por tierra lo mejor de su posible eficacia.
El filme, en el que se aprecian influencias m¨²ltiples, desde f¨®rmulas hace tiempo superadas hasta un vago simbolismo del m¨¢s rancio sabor amateur, se prolonga en consideraciones a veces vagas y en ocasiones m¨¢s concretas, en torno a la libertad total que el autor identifica con el periclitado movimiento hippy. Su empe?o frustrado -no se llega a saber bien si por incapacidad o falta de medios-, podr¨ªa haber llegado a ser, no obstante, una buena muestra de cine marginal, suponiendo que tan rara planta pueda darse en un mundo contracultural tan t¨ªmido y limitad¨® como el nuestro. De todos modos, inconexa e incluso mal realizada a ratos, Iconockaut queda como lo que pretendi¨® ser: un relato an¨¢rquico al margen de una realidad concreta y a la vez frente a ella, denunciada por curi¨®sa paradoja m¨¢s que en tantas otras obras estructuradas, pensadas y digeridas para el p¨²blico, por el camino de la iron¨ªa, la historia o la met¨¢fora.
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