Las memorias de Alcal¨¢-Zamora

En el art¨ªculo titulado ?Carta a Areilza?, que insert¨® ese peri¨®dico el 21 de octubre y refiri¨¦ndose a Niceto Alcal¨¢-Zamora, presidente de la II Rep¨²blica espa?ola, el bien conocido publicista Emilio Romero escribe, entre otras frases bien discutibles y de inequ¨ªvoca punter¨ªa peyorativa, la siguiente: ?El presidente fue un conspirador permanente contra el Gobierno de los cat¨®licos Y de los radicales. ?La figura de Niceto Alcal¨¢-Zamora ha venido siendo, a menudo con gratuidad y sa?a, gravemente calumniada, tergiversada y hasta caricaturizada, desde las posiciones ideol¨®gicas m¨¢s dispares, por cr¨ªticos de muy variada dimensi¨®n intelectual y ¨¦tica, comentaristas, los unos, m¨¢s o menos agudos y documentados: protagonistas, los otros -como un Gil Robles, un Aza?a, un Lerroux, un Madariaga-. Y responsables directos varios de ellos del fracaso de aquella prometedora Rep¨²blica de 1931, sin que hasta la fecha se haya podido pil¨®ceder en Espa?a, por motivos obvios, a la adecuada defensa de su persona y obra pol¨ªtica.

Afortunadamente, se puede ya anunciar que esa tarea va a ser Usumida en fecha pr¨®xima, veintiocho a?os despu¨¦s de su muerte.a los cien de su nacimiento, por el mismo que fuera presidente de nuestra segunda Rep¨²blica. mediante la publicaci¨®n de sus memorias. corisluidas en 1940 v no adulteradas por tanto. como en ciertos casos, con oportunismos coyunturales. Todos tendr¨¢n ocasi¨®n de apreciar la limpia, patri¨®tica y racional trayectoria pol¨ªtica de unode los espa?oles conscientes de la d¨¦cada de 1930, tan dif¨ªciles para el mundo Y para esta Espa?a. los m¨¢s de cuyos dirigentes se obstinaron o contribuyeron en el desencadenamiento de una auerra fratricida.