La oposici¨®n democr¨¢tica no rechaza tajantemente la f¨®rmula electoral adoptada

ENRIQUE MUGICAPSOE

?Esta reforma no entra?a el cambio. pol¨ªtico que la sociedad espa?ola exige. No se puede poner cortapisas al pleno desarrollo de las libertades democr¨¢ticas. El articulado de la ley parece concebido para evitar la formaci¨®n de mayor¨ªas parlamentarias que respondan adecuadamente a la voluntad de los ciudadanos.?

JOSE MARIA GIL-ROBLES Y GIL DELGADO

Secretario-general FPD

?La reforma en s¨ª misma no nos gusta en absoluto y est¨¢ por ver si servir¨¢ o no para llegar a la ruptura democr¨¢tica.?

DONATO FUEJO

PSP

?La aprobaci¨®n de la ley-reforma es cuesti¨®n del R¨¦gimen; no es nuestra. Nosotros seguimos pidiendo las libertades.?

SIMON SANCHEZ MONTERO

Partido Comunista de Espa?a

?Esta reforma es antidemocr¨¢tica y su objetivo no es establecer un r¨¦gimen de libertades democr¨¢ticas, sino conseguir a trav¨¦s de unas elecciones no libres, que no permitir¨¢n la expresi¨®n aut¨¦ntica de la voluntad popular, una pseudodemocracia que no resolver¨ªa el problema esencial que la sociedad espa?ola tiene planteado: un verdadero r¨¦gimen de libertades pol¨ªticas.?

LAUREANO LOPEZ RODO

Alianza Popular

?Las modificaciones demuestran que no se puede hablar con rigor de un sistema proporcional para el Congreso, sino de un sistema mixto. Lo m¨¢s satisfactorio de la reacci¨®n de la ponencia ha sido que admitiese la petici¨®n de Alianza Popular, de la previa votaci¨®n de su enmienda. Jam¨¢s hubi¨¦ramos aceptado vernos en la disyuntiva de lo tomas o lo dejas. No se puede tratar a los procuradores como a ni?os que se les da un plato ¨²nico y se les pone un babero que diga come y calla. Lo fundamental se ha conseguido: abrir una v¨ªa para la democracia.?

CARLOS OLLERO

Catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica

?No es lo deseable, pero en todo caso creo que queda fuera de duda que el criterio gen¨¦rico que ha de inspirar toda clase de normas complementarias e interpretativas ha de responder a la representaci¨®n proporcional. La equivocidad del texto hace a¨²n m¨¢s exigible que antes que las Cortes descansen definitivamente por el trabajo realizado, y que el Gobierno se disponga a elaborar la ley Electoral con una clara y concreta negociaci¨®n con la oposici¨®n democr¨¢tica sin exclusiones. Creo que ahora el turno coresponde a ella. ?

ENRIQUE BARON

Federaci¨®n de Partidos Socialistas

?Las Cortes del franquismo acaban de firmar su acta de defunci¨®n. La hora le ha llegado a la oposici¨®n despu¨¦s de haberse reconocido el sufragio universal para proceder a una negociaci¨®n, y, asimismo, ha llegado al Gobierno el momento de reconocer a su interlocutor y de no seguir tratando de maniatarle. Ello supone, en primer lugar, la libertad aqu¨ª y ahora, y en segundo lugar, partiendo del reconocimiento de la representaci¨®n proporcional, estudiar un acuerdo democr¨¢tico sobre c¨®mo articular la misma.?

EUGENIO NASSARRE

Izquierda Democr¨¢tica

?Las consecuencias m¨¢s graves de la f¨®rmula adoptada se derivan del bajo n¨²mero de diputados previstos (350). Con seiscientos diputados las consecuencias ser¨ªan menos negativas. Es inevitable una desigualdad del sufragio de unas provincias en relaci¨®n a otras. ?

JOSE MARIA DE AREILZA

Partido Popular

?Se trata de modificaciones que no alteran sustancialmente el proyecto del Gobierno, que ha obtenido una resonante victoria a pesar,de las dificultades y obst¨¢culos que trataron de interponer en su camino determinados sectores pol¨ªticos de las Cortes. ?

JAVIER ALVAREZ DORRONSORO

Movimiento Comunista

?Como se esperaba, ha sido un pacto entre el Gobierno y la derecha antidemocr¨¢tica, que ha consistido en aprobar la ley, pero conservando unos mecanismos tales que les asegure un triunfo en las elecciones y el monopolio del poder pol¨ªtico.?

JOSE MARIA GIL ROBLES Y QUI?ONES

Presidente FPD

?Hacer de la provincia la circunscripci¨®n electoral es un disparate absoluto, una barbaridad. Significa poner en manos de las grandes ciudades el futuro del pa¨ªs. De todas formas, vamos a esperar a la ley Electoral y su aplicaci¨®n. ?

MARCELINO CAMACHO

CCOO y PCE

?Es una reforma neofranquista hecha por unas Cortes franquistas, en la que el pueblo no ha tenido la menor participaci¨®n, y, por tanto, al no contar con ¨¦l y con la oposici¨®n, que es una parte importante del mismo, no es m¨¢s que una medida impuesta al margen del pa¨ªs. De todas formas, los graves problemas est¨¢n ah¨ª. Las crisis econ¨®mica y pol¨ªtica persisten, y s¨®lo negociando con las fuerzas reales del Estado, es decir, con la oposici¨®n, se puede encontrar una salida.?

PROFESOR TIERNO GALVAN

Partido Socialista Popular

?La f¨®rmula no es la que la oposici¨®n esperaba. Sospecho que va a causar disgusto y vamos a tener que vencer m¨¢s dificultades para que se puedan establecer las negociaciones que todos deseamos. La parte m¨¢s negativa aunque hay que conceder un margen a la interpretaci¨®n que se haga es la elecci¨®n de la provincia como circunscripci¨®n combinada con el otorgamiento de un n¨²mero m¨ªnimo de diputados a cada una de ellas, lo que prima a los medios rurales de tal manera, que desvirt¨²a el criterio proporcional que parec¨ªa en principio elegido. En todo caso hasta que no se conozca la ley electoral y las posibilidades, de negociaci¨®n no conviene incurrir en juicios definitivos.

ALVAREZ DE MIRANDA

Izquierda Dem¨®crata Cristiana

?La f¨®rmula de los criterios es ambigua. Hubiera sido m¨¢s deseable referirse a los principios de representaci¨®n proporcional. Todo el texto es impreciso y hay que reservarse por tanto al criterio definitivo. De cualquier forma si se ha alejado el peligro del sistema mayoritario bienvenida sea esta f¨®rmula, pero yo no estoy seguro de que con ella se aleja definitivamente el peligro. ?

JIMENEZ DE PARGA

Rector de la Universidad Central de Barcelona

?El texto aprobado permite a mi juicio, elaborar una ley electoral para el Congreso que se acomode a los principios de la democracia, pues, afortunadamente no se ha establecido el porcentaje m¨ªnimo, el cual puede ser tan peque?o que en realidad no excluya a nadie y tampoco se ha dicho si el porcentaje se da sobre los votos obtenidos en la correspondiente circunscripci¨®n electoral o en la totalidad del pa¨ªs. Estoy pensan do en los partidos de Fuerte arraigo en una determinada regi¨®n, los cuales podr¨¢n enviar sus porcentajes al Congreso, va que obtendr¨¢n probablemente muchos votos en esos territorios determinados de Espa?a.

Los redactores de la ley pueden elaborar un texto democr¨¢tico con las normas aprobadas y tambi¨¦n pueden ampararse en estas normas para desfigurar la ley Electoral y convertirla en un texto antidemocr¨¢tico.

La otra modificaci¨®n, la que establece que la provincia ser¨¢ la circunscripci¨®n electoral es una clara concesi¨®n a las fuerzas menos progresistas, las cuales abrigan la esperanza de obtener la mayor¨ªa de los votos en alguna provincia subdesarrollada social y econ¨®micamente.

RICARDO DE LA CIERVA .

Partido Popwar

?La reforma ha salido con concesiones no importantes, virtualmente ¨ªntegra. La expresi¨®n del presidente Su¨¢rez estaba justificada.

Por otra parte, creo que la postura de la Alianza Popular, al plantear firmemente la posibilidad de abstenci¨®n si no se establec¨ªa el sistema mayoritario, cuando ha sido abrumadoramente aprobado el proporcional, les ha hecho quedar bastante desairados.

Tambi¨¦n quiero expresar mi gran satisfacci¨®n por el comportamiento de las Cortes, m¨¢s a¨²n a la vista de los pocos que votaron en contra. Hist¨®ricamente, aparte de que algunos de los enmendantes debieran estudiar m¨¢s historia, hay que se?alar que en las Cortes de la Restauraci¨®n, que tampoco eran muy representativas, a veces, en momentos cumbres, actuaban con un gran sentido de la responsabilidad, como conectadas con el sentir popular. Ayer pas¨® lo mismo.

DIETER NOHLEN

Catedr¨¢tico de Heidelberg

?Con esa f¨®rmula me parece que se ha aclarado un poco el problema. Queda la inc¨®gnita de cu¨¢l ser¨¢ el m¨ªnimo necesario en las votaciones, y cabe interpretar, por la redacci¨®n elegida, que se. est¨¢ pensando en un m¨ªnimo bastante alto. En cuanto al m¨ªnimo de diputados por cada circunscripci¨®n, puede convertir en mayoritario el sistema. electoral en varias provincias, como ocurri¨® en Grecia. ?

MAURICE DUVERGER

Catedr¨¢tico de la Sorbona

?La f¨®rmula de que ustedes me hablan no indica que exista una ley electoral; por el momento es s¨®lo un conjunto de principios. Lo importante es que esa votaci¨®n ha hecho saltar un obst¨¢culo. y el Gobierno tiene las manos libres ahora para hacer una ley libre y democr¨¢tica. si no lo hace, ser¨¢ su responsabilidad ante la historia y ante Espa?a.?