"El ¨²ltimo Robins¨®n", muestra de teatro infantil
El ¨²ltimo Robins¨®n, de Luisa Sim¨®n.Director. Antonio Guirau.
Escenograf¨ªa y vestuario: Marcos Herreros. M¨²sicay canciones: Arturo Querejeta. Int¨¦rpretes: Josefina Calatayud C¨¢ndida Tena, Lola Lemos, A maya Curieses, Juan Antonio Castro, Alfonso Vallejo, Fernando Tejada y Pedro Miguel Mart¨ªnez. En el teatro Mar¨ªa Guerrero, por el teatro Municipal Infantil.
Se trata de una glosa burlona, de un ?ajuste de cuentas? con el Robins¨®n Crussoe, de Daniel Defoe. La autora contempla sesgadamente el gran texto, lo glosa, le rinde homenaje y lo encara con la perspectiva de una lectura actual. Excelente idea. ?He procurado que el sentido del respeto, la libertad y la justicia, tres elementos indispensables en la convivencia humana... llegue a los ni?os a trav¨¦s de esta funci¨®n, aunque sea de una manera un tanto superficial y epis¨®dica. Y he intentado algo m¨¢s: ponerles en guardia ante una sociedad tecnificada y consumista que se ufana del progreso conseguido, al tiempo que acaba con la Naturaleza.? Esta declaraci¨®n de intenciones se corresponde muy fielmente con la propuesta esc¨¦nica. Ignoro los escalones de permeabilidad de la multitudinaria audiencia concentrada en el Mar¨ªa Guerrero. El gancho del nivel inferior -la isla desierta, los animales m¨¢s o menos tradicionales-, constituyen un seguro ca?amazo para explicitar las insuficiencias, temores e incapacidades de un joven producto de nuestra sociedad de consumo, forzado a revisar sus inercias y entendimientos al tener que enfrentarse con los problemas de la libertad, la justicia y aun la democracia. Estas ?proyecciones? son claras, limpias, estan biendosificadas y se exponen con ingenio dram¨¢tico. La ?votaci¨®n? de los animales y la aceptaci¨®n o rechazo del joven intruso, ah¨ª quedar¨¢n, resonando, para el recuerdo y la eventual meditaci¨®n.Los espectadores infantiles, obviamente, respondieron con mayor algazara a las acciones fisicas -monas saltarinas, vaci?antes gallinas, llamas coquetas-, que al planteamiento de fondo. Es natural. Pero el grupo de int¨¦rpretes cuid¨® de forma estimable la doble vertiente que propon¨ªa. Son gentes avezadas. Si mi informaci¨®n es correcta -y mi memoria, por supuesto-, Antonio,Guirau lleva diez a?os dirigiendo el teatro Municipal Infantil, que el Ayuntamiento madrile?o ten¨ªa acomodado en el Espa?ol. Diez a?os que engloban un repertorio de catorce estrenos -catorce irreprochables estrenos, desde-Clara Machado a Sebasti¨¢n Bautista de la Torre o Juan Antonio Castro y desde Dickens a Lewis Carrol, Julio Verne y Le¨®n Felipe-, 300.000 espectadores en Madrid, encuestas, concursos y poblicaciones. Toda una tarea en, una zona del teatro muy delicada y vital.
(El texto b¨¢sico del teatro infantil, ha sido, durante los ¨²ltimos a?os, Play, Dreams and Imitation in Childhood, en que Jean Piaget resumi¨® cuarenta a?os de estudio del comportamiento infantil, m¨¢s una reflexi¨®n sobre la actitud de sus propios h¨ªjos ante el hecho teatral. Existe, despu¨¦s, la admirable versi¨®n final de Margaret Lowenfeld sobre los encuentros y conferencias del Instituto de Educaci¨®n de la Universidad de Londres. All¨ª clarific¨® Peter Slade la inexistencia de una frontera entre el realismo y la imaginaci¨®n infantil. All¨ª se estableci¨®, finalmente, la divisi¨®n entre el teatro ?proyectado? mentalmente -en los juguetes, por ejemplo- y el teatro ?personalizado? en que el ni?o queda fisicamente envuelto. De esa distinci¨®n -la ?ignorancia? de Arist¨®teles-, arrancan todos los conceptos modernos del teatro infantil: forma de conocirniento y no, simplemente, de relajamiento; b¨²squeda de la expresi¨®n; establecimiento sencillo de la relaci¨®n del ni?o con la vida; ? distanciamiento ? ante problemas ?aterradores?; objetivos, en fin, de un teatro infantil bien concebido y madurado.)
Es, pues, una excelente noticia la presentaci¨®n del teatro Municipal Infantil. Una sala repleta, a veces disciplinada y a veces tumultuosa, respondia inequ¨ªvocamente a las propuestas del escenario. Realismo, romanticismo y s¨¢tira eran los ingredientes b¨¢sicos del espect¨¢culo.
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