De la crisis total
Hoy, domingo, ?qu¨¦ partido de la Divisi¨®n mayorcita puede ser considerado, o ya trascendente sino medianamente significativo? En los partidos jugados, en la clasificaci¨®n que sus resultados configuraron s¨®lo se ve que nada se ve claro y eso que el calendario se acerca a la tercera parte de la Liga. Pues no, parece que los ejecutantes del f¨²tbol y las respectivas orquestas que componen se hallan todav¨ªa afinando sus instrumentos. El f¨²tbol nacional juega su Liga y entrevera sos¨ªsimas eliminatorias de Copa con la seguridad de que como ha habido la precauci¨®n de reducir al m¨ªnimo los encuentros internacionales, como si los encargados de una sala de sanatorio hubiesen suprimido los espejos a fin de que los enfermos no se alarmasen con la mala cara que tienen, nos creemos que el f¨²tbol que gastamos los domingos y otras fiestas futbol¨ªsticas de guardar se halla sin novedad.Y no lo est¨¢, no. No hay sino ver la tabla y la escasez de las distancias que separan a los de arriba de los de abajo. En diez encuentros jugados, el equipo puntero no ha podido sacar de cinco partidos fuera de sus bases diez puntos en total, sino cuatro. Y eso que es el titular de la racha m¨¢s larga de juego que ha tenido un equipo del pa¨ªs desde que empez¨® la temporada competitiva: siete victorias seguidas, cinco de Liga y dos de Recopa. De sus cong¨¦neres, no hay quien saque cinco partidos con limpieza y sin echar un borr¨®n. La tabla puede verse por pasiva y apreciar que en la cola pasa lo mismo. En cuanto un equipo embocados o tres partidos se va para arriba como un cohete y en cuanto los encaja se hunde como un plomo.
Es la Liga de la indefinici¨®n, del pelot¨®n ciclista en d¨ªa de ?nonchalane?. ?Y esto sucede cuando los equipos tienen sus plantillas, sus formaciones damasquinadas con incrustaciones extranjeras que nos hab¨ªan pintado como lo que remediar¨ªa el f¨²tbol pobret¨®n que sufr¨ªamos! Dentro de un panorama semejante, cualquier grano de arena parece una monta?a y as¨ª estamos hablando de la crisis del Madrid por hablar de algo, como quien repone La verbena de la Paloma para llenar el escenario unas fechas esperando mejores tiempos, si es que llegan alguna vez.
La actualidad de la crisis del Madrid que es como la serpiente de mar cuando la Liga entra en la so?arrera y calma chicha que conllevamos en el presente momento, es lo que hace, dentro de la cosecha de puntos que se jugar¨¢n hoy, que se mire con especial inter¨¦s, dentro de la relatividad del caso, al partido de Sarri¨¢, al que acudir¨¢ un Madrid expedicionario en el que ha remitido la lista de bajas por lesi¨®n. Podr¨¢ el equipo campe¨®n formar un conjunto m¨¢s acorde con su convocatoria ¨®ptima. La zaga ya no ser¨¢ aquefla l¨ªnea de biso?os de hace siete d¨ªas. Jensen est¨¢ dudoso, pero las dudas sobre Jensen, juegue o no juegue, ?d¨®nde empiezan? En la importaci¨®n extranjera del Madrid, que ha avecindado en la capital, no hay jugador desde el finado Netzer que no presente una zona de sombra. La crisis del Madrid, si es que la hay, dura desde hace ya tanto tiempo que ya no es crisis, ni noticia, ni cosa que lo valga y se reduce a que el Madrid est¨¢ como todos y le pasa lo que a todos. Este a?o, o al menos todav¨ªa y como el que m¨¢s y el que menos, no ha podido sostener una l¨ªnea de juego coherente.
Puede hacer algo en Sarri¨¢, terreno que le suele ir bien y entonces la zarzuela de la crisis suspender¨¢ las representaciones, y se ir¨¢ como un jir¨®n de niebla barrido por el viento. Podr¨¢ cantarse que Miljanic es pistonudo y que como Miljanic no hay ninguno. Lo que no debe hacer el Madrid es presentarse ante -el Espa?ol con facha de v¨ªctima de las bajas y lesionados porque Santamar¨ªa podr¨¢ contestar ??Acaso estoy yo en un lecho de rosas??, con el pensamiento puesto en Caszely, en Solsona y una ristra m¨¢s. Por eso y viendo que el Espa?ol anda a la par del Madrid (y eso que el Atl¨¦tico le meti¨® 1-4) se cae en la cuenta de que se llama crisis la sensaci¨®n, que en alguna ocasi¨®n se aprecia con viveza de que el campe¨®n est¨¢ como cada quisque, es todo lo que pasa. Quiz¨¢ como replicaba Baudelaire a Barbey d'Aurevilly, el Madrid quiere tener remordimientos distinguidos y crisis para ¨¦l solo. Y que hablen de ¨¦l, aunque sea mal, seg¨²n ped¨ªa para sus productos Henry Ford I y practican en nuestros d¨ªas, Salvador Dal¨ª y Camilo Jos¨¦ Cela.
El pensamiento de que anda metido en esta galaxia suburbial de nuestro f¨²tbol en unos a?os de vacas flacas es un parco consuelo, pero no hay otro. Y est¨¢ intacto el de pensar que con todo y eso est¨¢ tan cerca de poder ser campe¨®n como cuando empez¨® la Liga. Estos dos pensamientos que parecen tan distantes son como la cara y la cruz de la misma realidad. Crisis pero total.
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