El ingeniero Fern¨¢ndez Casado, nuevo acad¨¦mico de Bellas Artes

?El ingeniero es el hombre tenso por deformaci¨®n profesional. Por eso su mensaje es el del equilibrio, un equilibrio din¨¢mico y orientado, horizontal y vertical. Para la direcci¨®n horizontal ha inventado el artificio del puente, y para el vertical, la torre?, dijo Carlos Fern¨¢ndez Casado en su discurso de ingreso en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, pronunciado el pasado domingo en la Real Academia Espa?ola. Su discurso vers¨® sobre Est¨¦tica de las artes del ingenieroEn la parte introductoria de su disertaci¨®n se refiri¨® a la tesis de incompatibilidad entre utilidad y belleza, impuesta hace siglo y medio por la revoluci¨®n industrial, y la aparici¨®n de nuevos materiales, como el hierro, el cemento Portland, el hormig¨®n armado y el pretensado. ?La misi¨®n del ingeniero est¨¢ en sacar la m¨¢xima utilidad posible de las cosas, y esta apetencia de utilidad es la que enderez¨® el hom¨ªnido hacia homo faber primero, y despu¨¦s, hacia homo sapiens. Su voluntad est¨¢ empe?ada en el dominio ilimitado del mundo f¨ªsico, para ensanchar progresivamente la base material en que se apoya la especie humana.?

Las dos artes del ingeniero corresponden a las m¨¢quinas y a la arquitectura, que se complementan con la visi¨®n interna de la producci¨®n de la obra, tomando el puesto del ingeniero que la realiza. Para tratar el punto de vista de la naturalizaci¨®n de la obra ingenieril analiz¨® la figura de Eiffel.

?La obra del ingeniero desemboca necesariamente en el ¨¢mbito est¨¦tico, donde ha de incorporarse a las cosas bellas, o a las cosas feas, sin poder quedarse neutra ante el dilema. A esto llega por dos l¨ªneas diferentes igualmente exigentes: la de la belleza natural, al acoplarse en la naturaleza, y la de la belleza art¨ªstica como t¨¦rmino de un acto po¨¦tico aut¨¦ntico igual que en cualquiera de las artes actuales.?

Luis Moya Blanco, en su contestaci¨®n, se refiri¨® a Fern¨¢ndez Casado en su actividad como ingeniero de caminos, dedicado especialmente a los puentes; como tratadista de la est¨¦tica e historiador del arte, y como profesor. ?Su entrada en la academia representa no s¨®lo la aportaci¨®n de una sabia investigaci¨®n hist¨®rica, sino la alegr¨ªa de recibir de nuevo el aire puro de la creaci¨®n art¨ªstica tal como fue en la arquitectura de otros tiempos, y esto debido parad¨®jicamenta que sus obras est¨¢n en la vanguardia de la t¨¦cnica de hoy, hermanada con la est¨¦tica de ahora y de siempre.?