"La nova can?¨®" y el cine-reportaje

Se acaba de estrenar en Madrid La nova can?¨®, primera pel¨ªcula que obtuvo los permisos administrativos pertinentes para realizarse en catal¨¢n, lengua en la que se exhibe en Madrid, con subt¨ªtulos. Su director, Francesc Bellmunt, y Angel Casas, guionista, hablaron para EL PAIS sobre las intenciones y dificultades del filme:?Nuestra intenci¨®n era la de hacer un puro reportaje del momento de la canci¨®n catalana, situada en su contexto social, cultural, pol¨ªtico y econ¨®mico con el matiz, importante, de que fue ideada en abril de 1975, es decir, que ahora se podr¨ªa hacer otra pel¨ªcula muy distinta. ?

-?Qu¨¦ dificultades censoriales tuvieron?

-Bueno, primero mandamos el gui¨®n -en catal¨¢n- a censura. Nos contestaron que ten¨ªamos que incluir las letras de las canciones convenientemente traducidas. Despu¨¦s nos pidieron las entrevistas. Les contestamos que se har¨ªan en directo y que, por lo tanto, no era posible adivinar las respuestas. Su contrapropuesta fue la de que escribi¨¦ramos las respuestas y los entrevistados las declamaran como los actores. Tras varias negociaciones, llegamos al acuerdo de dejar las entrevistas abiertas y el oportuno permiso aplazado hasta verlas y escucharlas.

Por otra parte, ten¨ªamos previsto realizar la pel¨ªcula en el verano, que es cuando los cantantes act¨²an con mayor frecuencia, pero no nos dieron el cart¨®n de rodaje (permiso) hasta octubre. Despu¨¦s. surgieron otro tipo de dificultades. Serrat hizo las declaraciones de M¨¦xico, se exili¨® y ello supuso el que no pudiera aparecer en la pel¨ªcula.

Una vez terminada tuvimos peque?as discusiones con el ministerio por unas respuestas de V¨¢zquez Montalb¨¢n y de Jordi Pujol, que interviene en la pel¨ªcula a t¨ªtulo de banquero, mecenas de determinadas manifestaciones art¨ªsticas, m¨¢s que como pol¨ªtico. Finalmente, tras cerca de tres meses, la pel¨ªcula obtuvo todos los parabienes necesarios y se pudo estrenar.

-?Cu¨¢les son, a vuestro juicio, los momentos m¨¢s notables de la pel¨ªcula?

-Quiz¨¢ sean tres. Por primera vez se cant¨® Els Segadors; lo hizo Rafael Subirachs, que canta la versi¨®n completa del himno. Se recoge el primer recital multitudinario de Raimon, con aquel despliegue de banderas y gritos, y, en tercer lugar, el regreso de Lluis Llach. Lo curioso del caso es que la gente que asist¨ªa a las proyecciones en Barcelona, casi toda menor de veinticinco a?os, lo hac¨ªa con el mismo esp¨ªritu con el que asist¨ªan a los recitales. Tambi¨¦n hab¨ªa banderas, gritos, se coreaban las canciones, era estupendo.

- ?Se puede hablar de un cine catal¨¢n?

-Pues parece que s¨ª. Ahora mismo, en Madrid, hay cuatro pel¨ªculas realizadas en Catalu?a y por catalanes; Las largas vacaciones del 36, de Jaime Camino; La ciudad quemada, de Antonio Ribas; Iconockaut, de Jos¨¦ Mar¨ªa Nunes, que puede ser considerado como catal¨¢n, y la nuestra. Despu¨¦s de tantos a?os de centralismo nefasto de alguna manera se apunta ahora una respuesta cultural por parte de los pa¨ªses catalanes. En estos momentos hay gente suficiente para realizar pel¨ªculas, pero no existe la industria necesaria, desmantelada a consecuencia del centralismo mencionado.

Ahora hay, a nuestro juicio, dos frentes de acci¨®n: de una parte el intento de la burgues¨ªa catalana que financi¨®, por ejemplo, La ciudad quemada, deseosa de intervenir y, en alguna medida, potenciar los fen¨®menos culturales catalanes y, por otra parte, suponemos que se organizar¨¢ un frente autogestionario representativo de la clase trabajadora. En este sentido cabe mencionarse la rama de cine que est¨¢ integrada en- la Asamblea de Trabajadores del Espect¨¢culo, cuyo funcionamiento est¨¢ previsto en r¨¦gimen de cooperativas.