Los problemas de los minusv¨¢lidos, mucho m¨¢s graves en las grandes ciudades
Las condiciones de vida de los minusv¨¢lidos, en una sociedad poco sensibilizada hacia el problema como la nuestra, son muy dif¨ªciles. Pero se agravan mucho m¨¢s en los grandes centros urbanos, Madrid, por ejemplo, donde los disminuidos f¨ªsicos tienen que sufrir, por un lado, las consecuencias del olvido de su problema y, por otro, las especiales dificultades y agresiones de la gran ciudad, en las que el estado de crisis en el transporte, vivienda, trabajo es permanente. Por fortuna, la sociedad parece que, al menos, comienza a pensar en la existencia real de estas minor¨ªas marginadas, y de sus problemas. Una reciente experiencia realizada por el Colegio de Arquitectos de Madrid, as¨ª parece demostrarlo.
En estos d¨ªas ha coincidido una exposici¨®n sobre Minusv¨¢lidos y barreras arquitect¨®nicas, organizada por el Colegio de Arquitectos, en colaboraci¨®n con el Servicio de Recuperaci¨®n de Minusv¨¢lidos F¨ªsicos y Ps¨ªquicos, con un informe elaborado por Fraternidad Cristiana de Enfermos, quien responsabiliza a la sociedad en general, y a la Administraci¨®n en particular, a la que pertenece el mismo SEREM, de no haber hecho pr¨¢cticamente nada por mejorar las condiciones de estas personas.El informe de la Fraternidad Cristiana de Enfermos pide, como base previa, la elaboraci¨®n de una estad¨ªstica seria y cient¨ªfica para conocer la cifra real de los espa?oles f¨ªsicamente disminuidos. Actualmente en el censo nacional s¨®lo figura la palabra minusv¨¢lidos en la profesi¨®n de los que ni son ni?os ni tienen otra profesi¨®n o empleo, sin especificar adem¨¢s qu¨¦ tipo de minusval¨ªa se da en cada caso.
Especial hincapi¨¦ se hace en los temas culturales y laborales. El problema de la asistencia cultural para los enfermos e incapacitados es calificado de grav¨ªsimo. Los ni?os se ven impotentes para asistir al colegio, y en los hospitales donde a veces pasan a?os enteros, no reciben ning¨²n tipo de ense?anza.
En el campo laboral es imprescindible aumentar el n¨²mero obligatorio de puestos de trabajo en las empresas reservadas a minusv¨¢lidos. Empresas que, al margen de apelaciones a la justicia social, no dan trabajo. Se pide una pol¨ªtica de preparaci¨®n profesional, mediante los cursos que sean necesarios, pero sin orientarles, como se hace actualmente en muchas ocasiones, a oficios -si se les puede llamar as¨ª- de abrecoches o subalternos en diferentes actividades.
No existen suficientes centros de rehabilitaci¨®n que les preparen para incorporarse al proceso productivo. No basta organizar cursillos acelerados de electr¨®nica, por ejemplo, si antes no se les ha facilitado oportunidades para estudiar f¨ªsicas o matem¨¢ticas. Hay que evitar las medidas que tienden a presentar una imagen y favorecer las que realmente atajen el problema.
En el campo sanitario, el informe se?ala la falta de residencias para enfermos e inv¨¢lidos graves. Sobre todo para los que no tienen medios propios y dependen de la familia.
La actual estructura urbana de ciudades como Madrid, crea una situaci¨®n ps¨ªquica angustiosa al minusv¨¢lido, que no puede subir a un autob¨²s o salvar un simple bordillo, utilizar los servicios de un local o subir unas escaleras. Ni siquiera hay previstos taxis adecuados para ellos. Este tipo de problemas afectan particularmente a los inv¨¢lidos que tienen que usar carritos. Dependen totalmente de que una persona determinada les quiera ayudar a cruzar una calle, y tienen que pedir ese favor continuamente. El resultado puede ser caer en el error de considerarse un in¨²til total.
Ya hemos dicho que la Administraci¨®n no ha prestado la atenci¨®n necesaria. Las pensiones de ayuda actuales se cifran en las 1.500 pesetas mensuales para los beneficiarios de la Seguridad Social menores de treinta a?os, y los mayores de treinta si la siguen solicitando expresamente al rebasar esta edad. Los que no disponen de Seguridad Social pueden acogerse a la Beneficiencia, que tambi¨¦n les ayuda con 1.500 pesetas. Y otro sector depende exclusivamente de su familia o de sus propios medios.
Como forma de presi¨®n sobre la Administraci¨®n y la conciencia social, el pr¨®ximo 2 de diciembre se proyecta una serie de manifestaciones simult¨¢neas en once provincias espa?olas. El permiso est¨¢ ya concedido para Sevilla, Almer¨ªa, Murcia y Palma de Mallorca, y est¨¢n en tramitaci¨®n los de Barcelona, Madrid, La Coru?a y M¨¢laga, entre otras, as¨ª como la celebraci¨®n de una rueda de prensa con la Coordinadora Nacional de Asociaciones de Minusv¨¢lidos y representantes de Auxilia, Fraternidad de Madrid y Minusv¨¢lidos Unidos.
Estad¨ªsticas
Refiri¨¦ndose a Espa?a, s¨®lo entre un 20 y un 30 % de parapl¨¦jicos sobreviv¨ªa hace unos a?os. Hoy, sobreviven y se rehabilitan hasta un 80 %. Y seg¨²n las ¨²ltimas estad¨ªsticas, la carretera ocasiona unos 25.000 parapl¨¦jicos anuales. Si a?adimos el n¨²mero de accidentes laborales con consecuencia de invalidez resulta una cifra muy respetable de personas que est¨¢n condenadas al ostracismo.Las posibles soluciones tienen que ir encaminadas a facilitar la libertad de movimientos, la movilidad, en su doble aspecto de accesibilidad (en los edificios y medios de transporte) y el desplazamiento por las calles. Las m¨¢s elementales medidas urban¨ªsticas en este sentido consistir¨ªan en la construcci¨®n de rampas en aceras y entradas a edificios dotar de una anchura suficiente a puertas, pasillos y ascensores, salvar los cambios de nivel muy pronunciados mediante ascensores adecuados, y que se instalaran aseos apropiados en los lugares necesarios.
Aunque se plantea un problema en los edificios ya construidos, estas medidas son f¨¢cilmente adaptables a los de nueva construcci¨®n, y no suponen ning¨²n coste econ¨®mico apreciable. El informe de los arquitectos destaca que la actual estructura de los pisos, con pasillos y habitaciones estrechos, puertas en los rincones, imposibilita sus movimientos incluso en el interior de sus propias viviendas. En un estudio realizado sobre una colonia de viviendas en Palma de Mallorca result¨® que un 55% de la superficie habitable no era en cambio utilizable por sus mismos habitantes incapacitados, ya que un carrito, que mida 1,10 metros de largo por 0,65 de ancho, necesita un espacio m¨ªnimo de 1,70 metros de lado para poder girar sobre una rueda, y de 1,35 metros para efectuar un giro de noventa grados.
Aportando una soluci¨®n al problema, los arquitectos Rafael Navarro y Jos¨¦ Luis Padr¨®n han realizado los proyectos de lo que ser¨ªa una vivienda, no concebida especialmente para ellos, lo que tambi¨¦n ser¨ªa una forma de discriminaci¨®n, sino simplemente que les permitiera moverse en libertad. Se prev¨¦ la anchura de los pasillos, las dimensiones de las habitaciones, e incluso la distribuci¨®n de los muebles.
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