Los ¨²ltimos tiempos del franquismo: un documental gr¨¢fico
En la galer¨ªa Edurne, de Madrid, se exhibe una exposici¨®n de Ram¨®n Bilbao, con venta de reproduciones de los cuadros. La exposici¨®n intenta ser un documento pl¨¢stico de los ¨²ltimos tiempos del franquismo y los primeros de la corona, y admite una lectura lineal unitaria. Un gran panel de retratos, en los que se dir¨ªa que ha intervenido la t¨¦cnica fotogr¨¢fica, ?marcan el tiempo hist¨®rico de la exposici¨®n?, en palabras del propio pintor. Estilizados, deformados, los retratos de los tres ¨²ltimos Gobiernos espa?oles dan el contexto pl¨¢stico y temporal. Luego, un terrible retrato del ¨²ltimo Franco, con la marca de la muerte en la cara, y diversos cuadros que muestran la evoluci¨®n de la Iglesia espa?ola, el nombramiento de algunos personajes pol¨ªticos, fotodocumentos de tortutas, retratos de alg¨²n l¨ªder politico de la Oposici¨®n, un recuerdo de los ¨²ltimos fusilados y otro de los guardias civiles muertos en actos de terrorismo.A modo de s¨ªmbolo de los tiempos nuevos, y de la exposici¨®n misma, que ha pasado por la Expo de Barcelona, un cuadro, El abrazo, que reproducimos aqu¨ª, intenta ser una invitaci¨®n a la reconciliaci¨®n nacional. Una especie de conclusi¨®n tras esa lectura violenta que impone la exposici¨®n entera.
Ram¨®n Bilbao dijo a EL PAIS que ?los cuadros no est¨¢n a la venta de uno en uno. Considero que es una sola obra, y por otro lado, no est¨¢n hechos para ser vistos por particulares. Del extranjero he tenido ofertas para llevar la exposici¨®n, particularmente a Francia y B¨¦lgica, pero considero que esta historia nos pertenece y es en Espa?a donde debe ser exhibida en principio. Por su car¨¢cter de documento colectivo, espero que sea un museo o una fundaci¨®n la que la compre, y que bajo su aval y la indudable pertenencia espa?ola, salga fuera si ha de salir. Para que puedan llev¨¢rsela los particulares, hemos hecho reproducciones de muchos cuadros, que vendemos a 1.000 pesetas?. Por otro lado, Margarita de Lucas, la galerista, nos dice: ?Se trata de una concepci¨®n de arte distinta, pensada para otro p¨²blico que el habitual en las galer¨ªas, y para otra lectura que la que normalmente hacemos de las artes pl¨¢sticas. Esta es una exposici¨®n pol¨ªtica, pero antipol¨ªtica, que no toma partido. Que simplemente nos muestra aspectos de la realidad espa?ola. Yo, como galerista, pienso que merece la pena que sea vista. Que juzguen despu¨¦s.?
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