La balada del PCE

Santiago Carrillo, espa?ol sin pasaporte, espa?ol privado por m¨¦ritos propios de los derechos sociales acaba de ser honrado por su partido con el m¨¢ximo honor: ha sido destinado para representarle en las negociaciones de la Oposici¨®n con el Gobierno. Pero no,. Todav¨ªa no ser¨¢ ¨¦sta la ocasi¨®n en que un guardia salude al espa?ol con m¨¢s requisitorias judiciales a su entrada en la Presidencia del Gobierno. Y no lo ser¨¢ porque esta sociedad que habla de libertades. urnas y democracia. no parece que est¨¦ dispuesta a permitirlo.Ha sido muy larga y muy tensa la andadura hacia la culminaci¨®n del cambio para que ahora. por este simple procedimiento de la designaci¨®n de un imposible. se pue¨¢a cortar. Hay demasiadas ilusiones en este horizonte de votos y libertades para que se asista impasible a un intento de boicot. Est¨¢ este pueblo espa?ol dernasido quemado de sustos como para asistir impasible a la coronaci¨®n de un buda a quien la Historia y la realidad le niegan toda credencial.

Pero ahora es el mornento de las verdades. Y es el momento de que los partidos que hace unos d¨ªas se reunieron para aceptar una propuesta de generosidad se clarifiquen a s¨ª mismos. Ped¨ªan di¨¢logo y el Poder se avino. Ped¨ªan una comisi¨®n. y el Poder la acept¨®. Ped¨ªan cancha de juego. y les fue entregada de acuerdo con un simple principio de sinceridad democr¨¢tica. ?Y ahora? Ahora deben decidir. Deben decidir entre su propia personalidad de partidos -fuerzas sociales al fin- y el dudoso encanto de una balada: la balada del comunismo que mientras no se demuestre lo contrario, ser¨¢ el gran enemigo para quienes tienen credenciales suficientes y honor suficiente para resaltar su propia oferta de posibilidades. . 4 de diciembre