Espa?a: el socialismo como poblema

El n¨²mero monogr¨¢fico de la revista de ciencias sociales Sistema que tiene como tema general los problemas actuales del socialismo enEspa?a es una vacuna contra el socialismo como alienaci¨®n te¨®rica. un ant¨ªdoto contra la esquizofrenia de vivir el socialismo ¨ªntimo, lleno de b¨¢lsamo sem¨¢ntico y m¨ªstico moral, sin vernos afectados en nuestro sagrario por el impulso vivencial de la historia.El trabajo de Ignacio Sotelo que eabre el n¨²mero es una muestra, reconfortante (al igual que el de Fernando Claud¨ªn) de lo que debe ser un planteamiento de la cuesti¨®n libre de malas conciencias y de dogm¨¢tica moral. En ¨¦l las exigencias de la realidad y las ense?anzas de una historia desapasionada de la andadura socialista en Europa conducen sin el menor recato, y como no pod¨ªa ser menos, a. una desacralizaci¨®n del marxismo que a muchos parecer¨¢ intolerablemente iconoclasta: en primer lugar a todos aquellos que hayan hecho del pensamiento de Marx un icono y lo utilicen en son de apolog¨¦tica. Esos abundantes espa?oles que, con un marxismo de aluvi¨®n, no han hecho sino mudar de creencias transcendentales se sentir¨¢n heridos por el sereno y distanciado an¨¢lisis de Sotelo. En ning¨²n caso significar¨¢ para ellos un punto de vista, sino una herej¨ªa. Pero para quien sabe leer libre de dogmatismo las propuestas del trabajo son muy sugestivas.

La aportaci¨®n de Gregorio Peces-Barba es la aplicaci¨®n de un talante parecido a un problema concreto: el del derecho y las libertades p¨²blicas en el socialismo. Muchos han venido repitiendo, sin ruborizarse, la conocida tesis, de que en una tal fase superior no habr¨¢ ordenamiento jur¨ªdico y de que las libertades p¨²blicas son una a?agaza formal para enmascarar esclavitudes m¨¢s graves. Por fin alguien, desde el socialismo, se opone frontalmente a esta tesis y dice lo contrario: que, el derecho es necesario para desarrollar el socialismo en libertad. Otro t¨®nico recomendable es el trabajo que va bajo la firma de A. Jim¨¦nez sobre la autogesti¨®n. Especialmente id¨®neo para los que utilizan el t¨¦rmino como panacea para el trauma que les debate entre econom¨ªa capitalista de mercado y estatalizaci¨®n burocr¨¢tica. Los problemas que comporta la econom¨ªa autogestionaria, solamente esbozados por el autor, son de t4l ¨ªndole en un, per¨ªodo de transici¨®n lenta que es imprescindible abandonar la formulaci¨®n recetaria.

El¨ªas D¨ªaz, al hilo de un an¨¢lisis de cuatro obras sobre el socialismo en Espa?a ¨²ltimamente editadas, historia y lamenta la fragmentaci¨®n de nuestro socialismo. Toda informaci¨®n sobre este tema es poca porque es de temer que el elector no est¨¦ preparado para el encaje de bolillos. Las razones reales de la fragmentaci¨®n, en buena parte hist¨®ricas, ?hasta qu¨¦ punto abonan la aventura de recurrir a las elecciones para dilucidar problemas de estrategia? El voto sirve para designar representantes, no para emitir dict¨¢menes. Es de agradecer a El¨ªas D¨ªaz que tienda a minimizar esas diferencias y se centre m¨¢s en los puntos de concordia. Tambi¨¦n a Felipe Gonz¨¢lez, que urge abiertamente el entendimiento con el PSP. Adem¨¢s, dado su peso espec¨ªfico en la pol¨ªtica nacional, tranquiliza un tanto el que no se tire alegr¨ªas perif¨¦ricas, tan de moda.

Como contrapunto y ejemplo de lo que puede hacer el socialismo en el ¨¢rea europea, el caso del ?Labour Party? es bien traido a colaci¨®n por Jorge de Esteban y Luis L¨®pez Guerra. El comentario bibliogr¨¢fico de Enrique Moral, que cierra el n¨²mero, ayudar¨¢ a empezar a leer socialismo.