Presentaci¨®n de los premios Vizcaya de M¨²sica Coral Vasca
Ante un p¨²blico entusiasta, que abarrot¨® el teatro Buenos Aires, fueron presentadas las obras premiadas en el Concurso de Composici¨®n Premio Vizcaya de m¨²sica coral vasca, pro movido por la Caja de Ahorros vizca¨ªna. Siete corales, bien representativas del amplio y tradicional amor de los vascos por la canci¨®n comunitaria, interpretaron las tres p¨¢ginas distinguidas con segundos premios y las cuatro ganadoras de los primeros.
Aberrija, del valenciano As¨ªns Arb¨®, fue presentada por la Coral de Basauri (dirigida por el maestro Uruburu); Jazargo, de Ruperto Irrurizaga, por la Coral de Valmaseda (maestro Negro J¨¢uregui); Nere del guipuzcoano Jos¨¦ Mar¨ªa-Gonz¨¢lez Bastida por la Coral Ocharcoaga (maestro Montiel Mart¨ªn); Antonkeriak, de Lorenzo Ondarra, por la Coral Ondarreta (maestro Torre Mart¨ªnez); Defendituko dut, del elgoibar¨¦s Cordero Casta?os, por el coro Andra Mari, de Renter¨ªa (maestro Ansorena); Haltzak ez du bihotsik, de Tom¨¢s Garbizu, por la coral Jatorki, de Bilbao (maestro Arregui Lizarraga),y Onintza, de Gonz¨¢lez Bastida, por el Orfe¨®n Durangu¨¦s (maestro Eguiguren). Un cuarto segundo premio, Itxaso lapurra, de Gozton Aulesti, no pudo interpretarse por dificultades t¨¦cnicas de montaje.CSi todas las canciones que vienen a renovar, sin interrumpirlo ni falsearlo, el repertorio m¨¢s entra?able de la m¨²sica coral vasca, recibieron la adhesi¨®n de un auditorio, preferentemente juvenil, acaso dos partituras aparecieron como predilectas: la bell¨ªsima, por bien escrita y sustancialidad musical de gran fuerza dram¨¢tica, de Cordero Casta?os, y la precisa y transparente de Garbizu Salaberr¨ªa. Los autores presentes en la sala, as¨ª como los miembros del jurado calificador (Bernaola, Rodrigo de Santiago, Larrauri y el cr¨ªtico de EL PAIS), fueron testigos de la enorme vitalidad que un g¨¦nero caracter¨ªstico de la expresi¨®n vascongada conserva entre las gentes del pa¨ªs. Despu¨¦s de la primera audici¨®n de los Premios Vizcaya los coros citados interpretaron una selecci¨®n de obras del repertorio vasco, originales de Irruarizaga, Escudero, Zubizarreta, M¨¢ximo Moreno, Thomas, Garbizu y Donostia. El acto termin¨® con el Agur Jaunak, escuchado en pie por los asistentes. Como continuaci¨®n de la presente competici¨®n, el a?o pr¨®ximo la misma entidad patrocinadora, convocar¨¢ un Concurso de Interpretaci¨®n para el que se prev¨¦ gran afluencia de formaciones participantes.
La orquesta sinf¨®nica
Vivo todav¨ªa el problema de la Sinf¨®nica bilba¨ªna, momentaneamente resuelto por la aportaci¨®n privada del industrial don Luis Olarra, continuaron las actividades de la orquesta bajo la direcci¨®n de Pedro Pirfano. El concierto escuchado reafirma los m¨¦ritos y el esp¨ªritu de estos profesores, que al primer gesto positivo y a¨²n sin ver satisfechas todav¨ªa sus no exageradas demandas, han tomado sus instrumentos y vuelto a sus atriles para proseguir la historia de algo que consideran consustancial con la vida cultural de su Vizcaya: la existencia de la Sinf¨®nica.Una obra dif¨ªcil, inteligente y plena de belleza, tal Aquarius del madrile?o Francisco Cano, que el mismo Pirfano estrenara en Madrid, tuvo en esta ocasi¨®n una traducci¨®n sobre seria y concienzuda muy brillante. En las Variaciones-Purcell, de Britten, que escuch¨¢bamos mientras el compositor agoniza en Inglaterra, fueron puestos a prueba los valores individuales de los diferentes solistas, as¨ª como el criterio unitario y la visi¨®n general de Pirfano. La Heroica cerr¨® la sesi¨®n en una traducci¨®n briosa, plena de nervio, bien acentuada, ritmada y cantada. En las ovaciones del p¨²blico parec¨ªa latir el mismo sentimiento que en el quehacer de los m¨²sicos: ?soluci¨®n permanente para la orquesta de Bilbao! Este problema, inserto en los generales de la infraestructura musical vizca¨ªna, y en definitiva, en la problem¨¢tica de la pol¨ªtica musical que Espa?a demanda, afloraron con distinto tono, en la protesta de una minor¨ªa y en el reparto de octavillas contestatarias y que se refieren no s¨®lo a la entidad sinf¨®nica, sino tambi¨¦n a la ense?anza y de m¨¢s cap¨ªtulos a resolver en la vida musical vizca¨ªna.
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