Un Adorno p¨®stumo
Adorno vivi¨® una vida de exilio y persecuciones, y una ¨¦poca de horror -la era de Auschwitz-. planos ambos, particular y general, que le llevaron a subtitular sus Minima moralia, reflexiones de la vida da?ada. Te¨®ricamente, Adorno profes¨® un radicalismo antipositivizante; una postura hecha de negaciones (por emplear un t¨¦rmino tan querido a la Escuela de Frankfurt, a la que nuestro autor perteneci¨®), que en su ¨²ltima obra de envergadura, precisamente llamada Dial¨¦ctica negativa, llega incluso a criticar la noci¨®n' hegeliana del tr¨¢nsito a la positividad mediante la negaci¨®n de la negaci¨®n.Y, sin embargo, Adorno nunca cay¨® en ning¨²n tipo de nihilismo o escepticismo. Por el contrario, todo su trabajo es una urgente y angustiosa llamada a la actividad. Actividad cr¨ªtica y liberadora, y tambi¨¦n asuntiva de la historia, y por tanto alejada de la tentaci¨®n especulativa. As¨ª, por-ejemplo, si Adorno polemiza con Popper y los empiristas l¨®gico-formales -en la famosa obra colectiva La disputa del positivismo en la sociolog¨ªa alemana-, lo hace por ser ¨¦stos, en su opini¨®n, y parad¨®jicamente, escamoteadores de la realidad. Ahora bien, Adorno no ignoraba que aquella actividad, te¨®rica o emp¨ªrica, no pod¨ªa eludir nunca, en su dial¨¦ctica, la tensi¨®n entre autorreflexi¨®n y concretizaci¨®n -tan a distancia del descriptivismo como de la unilateralidad-, en que a la larga consiste la cr¨ªtica genuina. En otras palabras, la cr¨ªtica, para Adorno, si bien no deb¨ªa renunciar al rigor, tampoco era algo lineal o no problem¨¢tico, sino un quehacer consciente, en su formulaci¨®n, del. proceso mismo en que se halla inserto.
Theodor W
Adorno: Terminolog¨ªa filos¨®fica, vol, 1. Madrid. Taurus, 1976; 168 p¨¢ginas.
Todo este c¨²mulo de preocupaciones te¨®ricas y metodol¨®gicas llena las p¨¢ginas de Terminolog¨ªa filos¨®fica: la filosof¨ªa como necesaria construcci¨®n de un lenguaje, y a la vez cr¨ªtica del discurso hist¨®ricamente fraguado que ella esper se; pensamiento cr¨ªtico como lucha contra el manto reificante del mundo y los propios conceptos; teor¨ªa e investigaci¨®n como testimonios cr¨ªticamente ajenos a toda ?lealtad?, academicismo solipsista o escol¨¢stica.
El volumen es una transcripci¨®n de las lecciones que Adorno pronunciara en 1962 y 1963 en un curso introductorio de la Universidad de Frankfurt. El autor muri¨® antes de haber revisado en profundidad dicha transcripci¨®n, que consideraba demasiado poco pulida, y cuya publicaci¨®n, por tanto, no autorizaba. Afortunadamente, no se ha cumplido su voluntad. Y digo afortunadamente porque de este modo el libro no ha perdido su mayor virtud: la fresca vitalidad de? pensamiento en su diaria gestaci¨®n. Sorprende constatar c¨®mo erudici¨®n y amenidad se compenetran perfectamente; c¨®mo la obra es al mismo tiempo aportaci¨®n original y sencillo curso introductorio. El humor tiene un pasaje culminante -la cr¨ªtica a la falsa profundidad filos¨®fica que Heidegger ejemplifica-, en el que el fenio de Adorno alcanza cotas de verdadera brillantez, una mayor agudeza, si cabe, que la lograda en otros t¨ªtulos,como La jerga de la autenticidad, que se ocupan del mismo tema.
Los argumentos que Adorno emplea en sus explicaciones est¨¢n llenos de referencias culturales y de actualidad, l¨®gicamente pensadas para su auditorio alem¨¢n y no para un p¨²blico internacional. Esta circunstancia hace que quiz¨¢ en ocasiones los ejemplos queden de masiado alejados de nuestra sensibilidad hispana. En cualquier caso, tanto el preparador de la edici¨®n original como Taurus han hecho lo posible por aclarar dichas referencias con notas a pie de p¨¢gina, que nunca llegan a romper, por otra parte, el esp¨ªritu de ?anti-tratado? del texto.
Babelia
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