En la recta hacia la democracia
Los resultados del refer¨¦ndum del mi¨¦rcoles d¨ªa 15 de diciembre son una victoria radical del evolucionismo. El pueblo espa?ol ha dicho no al Inmovilismo y a la ruptura pol¨ªtica. La Oposici¨®n extremista y la extrema derecha son los dos grandes perdedores de esta votaci¨®n. Unos y otros. por distintos motivos, hab¨ªan profetizado que era inevitable el estancamiento autoritario o la salida prerrovolucionarla de la dictadura.Ahora est¨¢ claro que sus an¨¢lisis expresaban m¨¢s un deseo que una realidad objetiva. Desde el 20 de diciembre de 1973 estos dos sectores pol¨ªticos parec¨ªan predominar en la vida, pol¨ªtica de nuestro pa¨ªs. Unos. paralizando las t¨ªmidas iniciativas del primer Gobierno Carlos Arias Navarro, y otros, patrocinando como irreversibles c¨®micas juntas democr¨¢ticas donde las principales fuerzas reales de este pa¨ªs brillaban por su ausencia. Los extremos eran entonces aparentemente las ¨²nicas alternativas de la crisis pol¨ªtica que se abr¨ªa en suelo espa?ol por el agotamiento excepcional que hab¨ªa permanecido durante cuarenta a?os en el Poder solitario.
Tan es as¨ª que incluso despu¨¦s de la muerte del anteriorjefe d el Estado estas dos ?salidas? se disfrazaban con nuevos ropajes: se-undo Gobierno Carlos ?rias Nas`arro v el nacimiento de Coordinaci¨®n democr¨¢tica. Los dos extremismos, que no hab¨ªan conocido el ¨¦xito en vida del general Franco esperaban al calor de la Inquietud que suscitaba su muerte resarcirse de su anterior fracaso pol¨ªtico. Unos presentaban la coalici¨®n bunker-reformismo como inevitable y otros el frente ¨²nico de la Oposici¨®n democr¨¢tica como el no va m¨¢s all¨¢ de la democracia.
Pero la historia no conoce callejones sin salida. salvo para aquellos que quieren suicidarse pol¨ªticamente. En julio. los poderes reales de este pa¨ªs sustitu¨ªan a un equipo fracasado por un nuevo Gobieril¨® que iba a retomar la perspectiva evolucionista. En medio de los gritos de queja de muchos observadores, Adolfo Su¨¢rez, formaba un conjunto gubernamental que iba a tr,astornar por completo el panorama pol¨ªti¨²o.de nuestro pa¨ªs. S¨®lo aquellos que emplean un riguroso m¨¦todo de an¨¢lisis hist¨®rico comprendieron que est¨¢bamos en v¨ªsperas de un importante "paso hacia.la democracia. Diciembre viene a confirmar losjulcios de los pocos, que al comienzo del verano se atrevieron o comprendieron a decir lo que realmente estaba pasando.
Mas el pasado no muere pol¨ªticamen.te de un modo f¨¢cILAh¨ª est¨¢ el secuestro del pres 1 dente del Consejo de Estado, don Antonio Mar¨ªa de Oriol y Urquijo, para comprenderlo. Extremistas de izquierda intentan paralizar definitivamente la recta espa?ola hacia la dernocracia en combinaci¨®n con los elementos de extrema derecha que amenazan con tomar represalias si el pol¨ªtico raptado es asesinado. De estemodo, una espiral de violencia se abrir¨ªa, anegando las posibilidades.de.mocr¨¢ticas en puertas.
Por ello, el mejor escudo contra esta incipiente violencia, que nos amenaza de los dos extremos es la adopci¨®n de medidas pol¨ªticas inteligentes. Las ¨²ltimas gestiones del Gobierno de Adolfo Su¨¢rez parecen ir por esta vertiente pol¨ªtica. No hay que darles pretextos a los extremistas, sino desarmarles pol¨ªticamente. S¨®lo as¨ª se lograr¨¢ demostrar claramente que no son m¨¢s -que una minor¨ªa sin importancia alguna, en este pa¨ªs.. La mayor¨ªa de la sociedad espa?ola apuesta por la moderaci¨®n. Esto es ya un axioma de la vida pol¨ªtica espa?ola. Los ¨²ltimos atentados criminales no hacen m¨¢s qe indicar la desesperaci¨®n pol¨ªtica de los dos extremos.
18 diciembre
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.