Una partida dif¨ªcil
EL PASADO 23 de diciembre el presidente Su¨¢rez recibi¨®, al fin, a los se?ores Pujol y Tierno, que le hicieron entrega de la carta de la ?Comisi¨®n de los Nueve?, en la que formalmente se propone al Gobierno la apertura de negociaciones con la Oposici¨®n sobre un temario concreto. No se ha dado ning¨²n comunicado de la entrevista, y hoy, al parecer, se re¨²ne la citada comisi¨®n para conocer la respuesta del presidente, sin que por el momento se sepa cu¨¢l va a ser su reacci¨®n ante la ausencia forzosa de los comunistas (en la c¨¢rcel de Carabanchel).Entre la redacci¨®n y aprobaci¨®n de la carta y su entrega transcurrieron casi quince d¨ªas. El retraso se explica por la carga de acontecimientos de esas dos semanas: secuestro del se?or Oriol, victoria gubernamental en el refer¨¦ndum, manifestaci¨®n de guardias civiles y polic¨ªas armados, aparici¨®n ante la prensa y posterior detenci¨®n, procesamiento y encarcelamiento del secretario general del Partido Comunista. Pero s¨®lo este ¨²ltimo suceso incide de manera directa e inmediata en el desarrollo de las negociaciones. ?C¨®mo se concilia la participaci¨®n comunista en la comisi¨®n negociadora con el procesamiento y encarcelamiento de sus representantes?
La inclusi¨®n del Partido Comunista en la comisi¨®n no necesita justificaci¨®n. Futuro competidor del PSOE en la b¨²squeda de votos, la organizaci¨®n marxista-leninista de mayor fuerza y veteran¨ªa. Ahora bien, el PCE no se ha conformado con tener en la comisi¨®n un representante presumiblemente tolerable para el Gobierno, sino que ha exigido que su delegado sea Santiago Carrillo, si bien aceptando provisionalmente la f¨®rmula de la suplencia en la persona de Sim¨®n S¨¢nchez Montero. En principio, la raz¨®n no puede ser mantenerse en pie de igualdad con los dem¨¢s partidos, ya que tampoco figuran en la comisi¨®n los hombres m¨¢s significados de la democracia cristiana. De otro lado, era de prever que esa decisi¨®n aumentar¨ªa la crispaci¨®n del Gobierno, para el que la presencia de los comunistas era ya un desaf¨ªo.
Cada fuerza pol¨ªtica tiene derecho a elaborar y aplicar su propia estrategia y a hacer las apuestas que considere convenientes. Ahora bien, en la partida hay varios jugadores, cada uno con sus propios objetivos y estrategia. Todos tienen igual derecho a tratar de imponer sus criterios y a esforzarse por conseguir ventajas. Lo que hay que exigir, a unos y a otros, es que en ning¨²n momento olviden que lo que se halla en juego es la suerte del pa¨ªs entero. Ning¨²n dem¨®crata puede aceptar que se deje fuera de combate o en inferioridad de condiciones a las organizaciones comunistas que acepten formalmente el pluralismo pol¨ªtico: y en este sentido, parece dif¨ªcil concebir que las negociaciones de la ?Comisi¨®n de los Nueve? con el Gobierno puedan reanudarse mientras Carrillo, S¨¢nchez Montero y sus compa?eros sigan en prisi¨®n. Pero tampoco los dirigentes del Partido Comunista deben tratar de imponer al resto de las fuerzas democr¨¢ticas pretensiones hegem¨®nicas o de vanguardia. Si el presidente Su¨¢rez, al parecer, ha dicho que en ning¨²n caso aceptar¨¢ como interlocutor directo a un representante comunista, el PCE no debe insistir en forzar la marcha y ha de abandonar cualquier tentaci¨®n de protagonismo.
La democratizaci¨®n del pa¨ªs sigue en peligro. S¨®lo cabe desear que los envites demasiado audaces, vengan de donde vengan, y el achantamiento o ventajismo de los dem¨¢s jugadores, no nos lleven a la bancarrota.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.