Sesi¨®n aburrida y el hemiciclo semivac¨ªo

Aburrimiento en forma de bostezos, unanimidad legislativa de los mejores tiempos org¨¢nicos y aplausos convencionales para todos los oradores, procedentes de un hemiciclo semivac¨ªo al comienzo de la sesi¨®n y casi desierto a mitad de ella, fueron las notas caracter¨ªsticas de uno de los ¨²ltimos Plenos de las Cortes de Franco, el celebrado ayer durante casi cinco horas, en el curso del cual fueron aprobados ocho proyectos de ley, dos de ellos de especial trascendencia por afectar a la pol¨ªtica presupuestario.

A medio a?o de su extinci¨®n definitiva las Cortes ofrecieron ayer el espect¨¢culo de una suave agon¨ªa por desahucio de sus m¨¢s firmes partidarios, ausentes del palacio de la Carrera de San Jer¨®nimo.

Sin embargo objetivamente, lo que se ventil¨® en la C¨¢mara legislativa tiene importancia pol¨ªtica. La ley General Presupuestaria, los Presupuestos Generales del Estado para 1977 la ley de Fomento de la Miner¨ªa y las restantes cinco leyes sometidas a la aprobaci¨®n de los procuradores merec¨ªan una atenci¨®n por parte de los padres de la patria, quienes en su inmensa mayor¨ªa estuvieron ausentes o no mostraron el menor inter¨¦s ni a favor ni en contra de lo que se iba aprobando de manera rutinaria.

Ni siquiera la intervenci¨®n de los ministros de Hacienda, Eduardo Carriles, y de Industria, Carlos P¨¦rez de Bricio, elevaron el tono de la sesi¨®n, que result¨® de hecho sometida a un procedimiento de urgencia espont¨¢neamente querido por quienes tanto criticaron el dispuesto por el presidente de las Cortes para la aprobaci¨®n de la reforma pol¨ªtica. El discurso del se?or P¨¦rez de Bricio se pronunci¨® ante no m¨¢s de noventa procuradores, de los m¨¢s de quinientos que integran la C¨¢mara.

En el bar y en los pasillos de las Cortes, muchos de los escasos procuradores presentes en el palacio legislativo mostraban m¨¢s inter¨¦s por el tema Carrillo, la negociaci¨®n Gobierno—Oposici¨®n, la contestaci¨®n de las Fuerzas de Orden P¨²blico y la combinaci¨®n de nombramientos militares, que por las cuestiones objeto de debate en el hemiciclo.

La escasa presencia de procuradores al comienzo del Pleno —menos de la mitad de la C¨¢mara— se fue haciendo paulatinamente menor hasta el punto de que el presidente de las Cortes, Torcuato Fern¨¢ndez Miranda (quien no fue objeto de ning¨²n acto de desagravio o de cortes¨ªa por las recientes agresiones de que fue objeto) record¨® a los menos de cien procuradores que hab¨ªan de aprobar a la una y veinte de la tarde, el proyecto de ley sobre derechos pasivos del personal militar profesional de los tres Ej¨¦rcitos que se trataba de una votaci¨®n que s¨®lo requer¨ªa mayor¨ªa simple, esto es, de la mitad m¨¢s uno de los procuradores presentes. De haberse necesitado el voto afirmativo de la mayor¨ªa de los miembros de la C¨¢mara, ni este ni casi ninguno de los restantes proyectos de ley aprobados hubieran podido sustraerse al boicot de la mayor¨ªa ausente.

Las ocho votaciones se registraron por el procedimiento ordinario sin que funcionaran los mecanismos electr¨®nicos y sin dificultades para el recuento, dado el insignificante n¨²mero de votos en contra o de abstenciones a los escasos proyectos de ley que no fueron aprobados por unanimidad. En el momento de pedir a los procuradores que desearan abstenerse de votar sobre la ley de Presupuestos que se pusieran en pie, el conde de God¨® se mov¨ªa entre los esca?os y fue preguntado por el se?or Fern¨¢ndez-Miranda: El se?or God¨® ?se abstiene o transita?

Previamente, el se?or Madrid del Cacho hab¨ªa pedido intervenir para replicar la alusi¨®n del se?or Serrats (Salvador) a prop¨®sito de los Presupuestos Generales del Estado para 1977, pero el presidente de las Cortes afirm¨® que el se?or Serrats no le hab¨ªa aludido, sino relatado, y le neg¨® el uso de la palabra.

El banco azul estuvo m¨¢s concurrido por la ma?ana que por la tarde. El propio presidente del Gobierno se ausent¨® varias veces a lo largo de la ma?ana.

El se?or Ezquer emiti¨® un voto ilustrado a la reforma del art¨ªculo 54 de la ley de Registro Civil, que permite la inscripci¨®n de nombres en lenguas vern¨¢culas. Esto dijo: No a un nuevo santoral.

La se?orita Bel¨¦n Land¨¢buru termin¨® su defensa sobre el proyecto de ley sobre el mar territorial deseando que en el nuevo a?o seamos como el mar.