Ante 1977

( ... ) ?La perspectiva con que se abre 1977 no es ni simple ni f¨¢cil para la gesti¨®n p¨²blica. La econom¨ªa aprieta con dureza la realidad espa?ola m¨¢s viva, y los primeros horizontes informativos no permiten ning¨²n triunfalismo: ah¨ª est¨¢ la nueva subida del petr¨®leo; ah¨ª el panorama de estrecheces que en cierto modo anunciaba el mi¨¦rcoles el ministro de Hacienda; ah¨ª la dificultad de encauzar los comportamientos econ¨®micos en tiempos de cambio pol¨ªtico; ah¨ª la triste evidencia de que todav¨ªa no tenemos procedimientos democr¨¢ticos para conseguir el pacto social. Todo ello ha de suplirse, al menos en lo que afecta a los aspectos m¨¢s urgentes, con la honradez en la gesti¨®n y una aceptaci¨®n de sacrificios que no puede encomendarse solamente a la clase trabajadora.En cuanto a la pol¨ªtica, es evidente que la democracia n o est¨¢ todav¨ªa construida. Falta por recorrer todo un per¨ªodo electoral, todo un proceso que hemos convenido en llamar constituyente, toda una consolidaci¨®n de esa f¨®rmula de gobierno que consiste no s¨®lo en aceptar, sino en poner en pr¨¢ctica la soberan¨ªa popular.

Afortunadamente, el a?o se abre bajo el imperio de una palabra: ?negociaci¨®n?. Los ¨²ltimos d¨ªas de 1976 fueron, a pesar de toda su carga de acontecimientos, un avance en el proceso de clarificaci¨®n p¨²blica, brillantemente culminado ayer con la desaparici¨®n del Tribunal de Orden P¨²blico.

, 31 diciembre.