El precio de los peri¨®dicos
Consejero delegado de EL PAIS
Hace unos a?os, cinco personas se propusieron la aventura de sacar a la calle un peri¨®dico independiente. Hoy son m¨¢s de ochocientos accionistas los que han arriesgado los trescientos millones de pesetas que constituyen el capital de la empresa de EL PAIS, para hacer posible un peri¨®dico realmente nuevo.
Salvo en contad¨ªsimas excepciones, los accionistas han respetado la marcha independiente de su diario.
Cuando proyect¨¢bamos el peri¨®dico ten¨ªamos suficientemente claro que un diario es independiente siempre que su independencia financiera est¨¦ asegurada.
Este objetivo. primordial para nosotros, nos llev¨® a dise?ar una empresa ambiciosa, pero modesta y sencilla. Que fu¨¦semos propietarios del edificio en que trabajamos, que tambi¨¦n fuesen propios los talleres en que se imprimiera el peri¨®dico y que el modelo econ¨®mico se basase en unas. coordenadas claras: que el n¨²mero de p¨¢ginas, es decir, el consumo de papel, fuese el imprescindible para ofrecer el m¨¢ximo de informaci¨®n interesante, con unos criterios de calidad period¨ªstica que permitiera a los lectores una f¨¢cil asimilaci¨®n del contenido.
Sabemos qu¨¦, a pesar de nuestro reducido n¨²mero de p¨¢ginas, muchos lectores se han quejado de falta de tiempo para poder leer -m¨¢s o menos ¨ªntegramente- EL PAIS de cada d¨ªa. Esta acusaci¨®n nos ha gustado.
Si hacer un peri¨®dico es un empe?o dif¨ªcil, conseguir que la empresa editorial no sea deficitaria es un objetivo que trae de cabeza a la mayor¨ªa de los gerentes de la prensa mundial.
Espa?a est¨¢ viviendo cambios importantes en todos los terrenos. Y, naturalmenteja prensa no es una excepci¨®n. Tanto en los aspectos informativos como en los econ¨®micos, tambi¨¦n la prensa tiene que aceptar su mayor¨ªa de edad. Las circunstancias se precipitan y ambos aspectos se han planteado conjuntamente. Nuestro esfuerzo propiamente period¨ªstico lo venimos haciendo d¨ªa a d¨ªa, con m¨¢s o menos fortuna, y el lector tendr¨¢ su juicio.
Ahora hemos tenido que adoptar una medida econ¨®mica que nos ha obligado a todas las empresas period¨ªsticas espa?olas a meditar seriamente sobre una decisi¨®n muy importante: la subida del precio de los peri¨®dicos. Y la prensa de Barcelona, Madrid y algunas otras ciudades ha decidido que, a partir del martes 4 de enero, el precio pase de diez a quince pesetas a diario, y de quince a veinte los domingos.
Por un acuerdo reciente del Gobierno ha quedado en libertad, despu¨¦s de muchos a?os, el precio de los peri¨®dicos. Y las empresas hemos respondido con un aumento del 50 por cien a diario y del 33 por cien los domingos, en estos momentos de grave crisis econ¨®mica. Puede que haya lectores que se escandalicen. Nosotros hemos cre¨ªdo que -en bien de la prensa y de la informaci¨®n- no hab¨ªa otro remedio, y voy a tratar de explicarlo.
Durante los largos a?os del franquismo, la censura y la prensa dirigida no s¨®lo afectaron a la calidad informativa, sino que tambi¨¦n crearon una especie de conciencia culpable que se descarg¨® manteniendo controlado el precio de venta de los peri¨®dicos muy por bajo de sus precios reales de costo, y sin comparaci¨®n posible con el precio de los peri¨®dicos europeos.
No creo que sea casualidad que desde la promulgaci¨®n de la ley de Prensa -que a¨²n con sus graves limitaciones origin¨® el cambio de los peri¨®dicos espa?oles- el precio de venta pasase d¨¦ 1,50 en 1966 a las diez pesetas actuales, cuando en el mismo per¨ªodo el precio del papel pasaba de doce pesetas kilo, aproximadamente, a las 30,48 pesetas actuales.
No obstante, la situaci¨®n, en estos momentos, plantea una grave tensi¨®n econ¨®mica a la casi totalidad de la prensa espa?ola. A modo del ejemplo puedo hablar de EL PAIS. En noviembre pasado -¨²ltimo mes del que tengo datos concretos y comprobados-, cada ejemplar que vend¨ªmos cost¨® 19,52 pesetas, mientras que nosotros hemos cobrado 7,50 pesetas. Las doce pesetas de diferencia se han cubierto, afortunadamente, con publicidad. El lector puede f¨¢cilmente llegar a la conclusi¨®n de cu¨¢les sean los problemas econ¨®micos para otros peri¨®dicos con mayor cantidad de papel o menor venta que, el nuestro.
Conviene precisar que con la subida a quince pesetas. los ingresos netos por ejemplar ser¨¢n de 11.25.pesetas. por lo que partimos con la necesidad, en el caso de EL PAIS. de cubrir 8,27 pesetas por ejemplar vendido con ingresos publicitarios, adem¨¢s del incremento de costes que suponga la inflaci¨®n en 1977.
Los precios de costo de un peri¨®dico son mucho mayores que los de cualquier otro producto de caracter¨ªsticas similares. Adem¨¢s del personal, los colaboradores. las comunicaciones, papel, tinta y la impresi¨®n, se a?aden dos factores espec¨ªficos: la necesidad de la producci¨®n r¨¢pida -el factor tiempo- y la distribuci¨®n inmediata -el factor espacio-. Ambos implican un sobrecosto de estructura que, dif¨ªcilmente, se plantea a cualquier otro producto en serie.
Los ingresos de un peri¨®dico son la venta y la publicidad, y, como curiosamente dice J. Sauvageot, gerente de Le Monde, si los peri¨®dicos se vendiesen baratos s¨®lo podr¨ªan subsistir dos o tres colosos que reinar¨ªan, reparti¨¦ndose, sin competencia, el mercado de la publicidad.
Pero como la misi¨®n de un peri¨®dico es informar, y que no seconsidere solamente como un soporte publicitario. aunque nosotros entendemos la publicidad como una forma de informaci¨®n, se debe procurar, que la relaci¨®n entre los ingresos procedentes de la venta y de la publicidad le permitan sobrevivir cuando como en los momentos actuales, la publicidad acusa un fuerte descenso por la crisis econ¨®mica o cuando la televisi¨®n le hace una terrible competencia publicitaria, como es el caso de Espa?a.
Cuando nuestro pa¨ªs va a entrar en la vida democr¨¢tica. los peri¨®dicos deben estar preparados para ofrecer la calidad informativa necesaria, y ese esfuerzo cuesta dinero. El lector debe pagar una parte. Entendemos que el p¨²blico juzgar¨¢ a los peri¨®dicos por el contenido que les ofrezca y no por su precio de venta, mientras ¨¦ste sea razonable.
Aunque son las circunstancias espa?olas las que mandan, nos puede servir de consuelo saber que, aun con esta subida, la prensa espa?ola continuar¨¢ siendo una de las m¨¢s baratas de Europa Occidental.
Nosotros nos hemos unido a la decisi¨®n colectiva de la subida del precio, conscientes de lo desagradable que es pedir este esfuerzo econ¨®mico a nuestros lectores, pero convencidos de que la medida es justa y necesaria para la prensa en general. Para EL PAIS es el ¨²nico camino de preservar su independencia y tener capacidad para mejorar nuestro peri¨®dico, que es el compromiso que, en nombre de todos los que aqu¨ª trabajamos, solemnemente adquiero con nuestros lectores.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.