Violentos incidentes en Sagunto, Laredo e Ibiza
La lluvia y el barro, en todos los estadios del pa¨ªs, y la violencia en algunos encuentros de Tercera Divisi¨®n, han sido las principales caracter¨ªsticas de la jornada del domingo. Contra los elementos atmosf¨¦ricos es dif¨ªcil luchar. M¨¢s problem¨¢tica es la violencia y adem¨¢s, si se centra, casi con exclusividad concreta, en los ¨¢rbitros c¨®mo as¨ª ha sucedido en tres puntos de la geograf¨ªa espa?ola, con motivo de otros tantos partidos de Tercera Divisi¨®n, concretamente en Sagunto, Laredo e Ibiza.En Sagunto se enfrentaban el Acero y el Mallorca en partido de Tercera Divisi¨®n, correspondiente al grupo tercero. El partido no lleg¨® a su fin. Dos minutos antes de terminar el primer tiempo, el ¨¢rbitro, el catal¨¢n Ram¨®n Guitart, fue agredido por un espectador y tuvo que ser retirado a los vestuarios, en estado inconsciente.
Ganaba el Mallorca por un gol a cero cuando el Acero consegu¨ªa marcar un tanto que ser¨ªa el del empate. Pero el ¨¢rbitro anul¨® el gol. Protestaron los jugadores saguntinos al mismo tiempo que un espectador agred¨ªa al colegiado con un paraguas. El se?or Ram¨®n Guitart cay¨® al suelo.
En el vestuario, una vez recuperado el conocimiento, tras la oportuna visita de un m¨¦dico, el ¨¢rbitro se neg¨® rotundamente a prosiguiese el partido. El m¨¦dico asegur¨® que el se?or Ram¨®n Guitart estaba en condiciones de seguir arbitrando. Mientras tanto los jugadores del Acero y el Mallorca permanecieron en el terreno de juego a la espera de lo que decidiese el ¨¢rbitro.
Algo parecido sucedi¨® en Laredo, cuyo equipo se enfrentaba al Guernica, correspondiente al grupo primero de la Tercera Divisi¨®n, aunque en esta ocasi¨®n faltaban diez minutos para finalizar el encuentro. Tambi¨¦n en Laredo ganaba el equipo visitante por un gol a cero. En esta ocasi¨®n el motivo de la agresi¨®n arbitral no fue la anulaci¨®n de un gol del equipo propietario del terreno de juego. Se conoce que los espectadores, cansados del espect¨¢culo estaban dando los dos equipos, pleno de incidentes y violencia, quiz¨¢ culpando de los mismos al ¨¢rbitro del encuentro, decidieron tomarse la justicia por su mano y un grupo de estos espectadores salt¨® al terreno de juego con la intenci¨®n de agredir al colegiado, el guipuzcoano Osoro Garay. Este, ante perspectivas que se avecinaban, decidi¨® suspender el partido.
El Comit¨¦ Nacional de Competici¨®n ser¨¢ quien decida sobre los resultados definitivos y los incidentes de estos dos equipos. Es muy posible que los resultados que se?alaba el marcador en el momento de la suspensi¨®n de estos los partidos sean considerados como definitivos y las sanciones recaer¨ªan sobre los clubs propietarios de los campos en los que se produjeron los incidentes.,
Un numeroso grupo de espectadores que asistieron al encuentro entre el Ibiza y el Reus, que finaliz¨® con empate a cero, una vez concluido el partido agredieron al ¨¢rbitro del mismo, el se?or Sanz. Los aficionados usaron diversos objetos para llevar a cabo ta,l agresi¨®n, como piedras, sillas, botellas y otros cuantos utensilios encontrados a su alcance. Las cr¨®nicas hablan de que, afortunadamente, la fuerza p¨²blica intervino tan a tiempo, que se puede considerar evit¨® una tragedia.
Los incidentes surgidos en Sagunto, Laredo e Ibiza son un claro ejemplo de las pasiones que deben evitarse por parte del p¨²blico. Una vez m¨¢s han sido los ¨¢rbitros las v¨ªctimas propiciatorias y ya es pura coincidencia que los resultados han sido adversos para aquellos aficionados que agredieron a los colegiados. ?Hubiera sucedido igual si los equipos, en cuyos terrenos se llevaron a cabo las agresiones, fuesen ganando o el resultado hubiese sido favorable a sus colores? El f¨²tbol espa?ol necesita vallas, no es la primera vez que se piden. Para contener la ?fiereza? de aquellos aficionados, cuyos impulsos van m¨¢s alta del deporte.
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