La guerra civil: una meditaci¨®n ineludible
Acabo de leer, con emocionado inter¨¦s, el editorial titulado ?La memoria hist¨®rica?. Me parece un planteamiento no s¨®lo correcto y constructivo, sino que debe incitar, a todos, a cumplida meditaci¨®n.Me permito subrayar particularmente el ¨²ltimo p¨¢rrafo, pues coincide, en lo sustancial (la actitud de "reflexi¨®n colectiva y debate abierto sobre nuestra guerra civil, para averiguar como se produjo e impedir que, en el futuro, las mismas o parecidas causas pongan en obra aquellas sangnientas formas"), con la posici¨®n que mantuvimos un grupo de exiliados (entre otros, Jos¨¦ Ram¨®n Arana, Anselmo Carretero, Jos¨¦ Puche Plan¨¢s, Mariano Granados, Eduardo Robles y yo), en ?Las Espa?as?, en M¨¦xico, desde 1947 y hasta la extinci¨®n de la revista, a pesar de los "legitimismos", banderas y la tendencia maniquea que entre nosotros, y en las m¨¢s diversas circunstancias y sectores, suele, desgraciadamente, rebrotar.
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