El profesional de la informaci¨®n tiene derecho a salvaguardar su independencia
La Direcci¨®n General del R¨¦gimen Jur¨ªdico d¨¦ la Prensa, con vistas, sobre todo, a los cambios que puedan producirse en el futuro, en relaci¨®n con el ejercicio de la profesi¨®n del period¨ªsmo, ha iniciado los estudios previos oportunos para una posible configuraci¨®n legal de la cl¨¢usula de conciencia. Entre la consultas previas y trabajo de base que el Ministerio de Informaci¨®n y Turismo est¨¢ realizando se puede contar ya con los criterios del Consejo Nacional de Prensa, organo asesor de la Administraci¨®n en Materia de Prensa, y con la legislaci¨®n comparada sobre la materia de otros pa¨ªses, especialmente, de los europeos,Con todos los criterios acumulados, y sobre la base de las directrices de la Administraci¨®n. se elaborar¨¢ una normativa que contemple las implicaciones de ¨ªndole general y particular que supondr¨¢ la introducci¨®n de la cl¨¢usula de conciencia en la pr¨¢ctica de la profesi¨®n period¨ªstica espa?ola.
Aunque la cl¨¢usula de conciencia no ha sido reclamada con reiteraci¨®n por los sectores de la profesi¨®n, como lo han sido, por ejemplo, el reconocimiento del derecho al secreto profesional, la abolici¨®n de la Ley de Secretos Oficiales y otros, est¨¢ en el ¨¢nimo de todo profesional de la informac¨ª¨®n que intenta ser cada vez m¨¢s independiente en beneficio del lector el reclamarla ya como un derecho.
La cl¨¢usula de conciencia tiene su origen en la consideraci¨®n de la actividad period¨ªstica, no como un mero ejercicio f¨ªsico, sino como un trabajo intelectual. en el que quien lo ejerce pone necesariamente en ¨¦l parte de su personalidad, de sus ideas y, en definitiva, de su creatividad interior. Quiz¨¢ por este motivo, el profesional de la informaci¨®n tiene derecho a poder obtener una cierta adecuaci¨®n de sus creencias, sus criterios fundamentales sobre la vida y su concepto de la dignidad profesional con el trabajo que realiza.
A nadie se le oculta que el profesional de la prensa vive en una sociedad concreta -el intento democr¨¢tico en el caso de Espa?a- y trabaja en un medio concreto con unos condicionamientos externos de tipo pol¨ªtico, social y tambi¨¦n econ¨®mico, que le obligan a salvaguardar su conciencia profesional, su dignidad y su deber de promover una informaci¨®n honesta.
Una vez alcanzada la clarificaci¨®n pol¨ªtiica democr¨¢tica de la vida espa?ola, en la que existir¨¢n distintos partidos que tendr¨¢n sus medios doctrinales de expresi¨®n, las implicaciones de la cl¨¢usula de conciencia se plantear¨¢n, sobre todo, a nivel de los profesionales de la llamada prensa libre, que ser¨¢ la m¨¢s asediada por las presiones de grupos de distinta ¨ªndole.
Los casos m¨¢s concretos de aplicaci¨®n de la cl¨¢usula de conciencia. ser¨¢n los contratos de trabajo o la relaci¨®n laboral de los periodistas con la empresa. Invocando la cl¨¢usula de conciencia, el profesional de la informaci¨®n tendr¨¢ derecho a romper voluntariamente y por propia iniciativa dicho contrato cuando las condiciones en las que se desarrolle su actividad profesional cambien, de tal manera que supongan una oposici¨®n sustancial a sus creencias, ideolog¨ªa o convicciones internas o atenten contra su dignidad profesional. Esta ruptura unilateral del contrato le dar¨ªa, no obstante, derecho a la misma indemnizaci¨®n que en caso de despido improcedente por parte del empresario.
Ventajas de la cl¨¢usula
La consecuci¨®n del reconocimiento de la cl¨¢usula de conciencia aportar¨ªa ventajas inmediatas y a largo plazo no s¨®lo para los period¨ªstas, sino tambi¨¦n para los lectores -destinatarios del trabajo del periodista- y en definitiva. para la propia sociedad, que de esta manera se beneficiar¨ªa de las aportaciones de una prensa m¨¢s libre, digna y objetiva.
Entre las ventajas directamente relacionadas con el propio profesional de la informaci¨®n, que se derivar¨ªan del reconocimiento de la cl¨¢usula de conciencia, destacar¨ªan el fortalecimiento de su trabajo diario, ya que no tendr¨ªa que someterse de modo inapelable a los dictados cambiantes de los propietarios de las empresas period¨ªstica en el intento de controlar las noticias y orientarlas en su propio beneficio ideol¨®gico y econ¨®mico.
La cl¨¢usula de conciencia pondr¨ªa en manos del periodista un arma legal para oponerse, en parte a la manipulaci¨®n de las noticias y para defender, seg¨²n su conciencia y sus creencias, la objetividad y la veracidad de la informaci¨®n, naturalmente, siempre en el contexto de una sociedad pluralista, pol¨ªtica, social e informativamente.
La posibilidad de una mayor honestidad en la labor informativa de la fuente y de quienes elaboran las noticias beneficiaria directamente al lector, quien, consciente que el periodista que le proporciona las noticias goza de garant¨ªas legales para ejercer con libertad su oficio frente a las presiones de los grupos, podr¨¢ deducir el grado de fiabilidad y manipulaci¨®n de lo que lee y tener confianza en la objetividad posible de la informaci¨®n resultante de la visi¨®n plural de los acontecimientos.
La reincidencia en la necesidad de una sociedad plural y democr¨¢tica para que se pueda hablar de la vigencia de la cl¨¢usula de conciencia, es explicable por cuanto, precisamente, ha saltado a primer plano -incluso lo ha intu¨ªdo la Administraci¨®n- al iniciarse el proceso democratizador de la sociedad espa?ola.
La anterior consecuencia es l¨®gica, ya que hasta hace bien poco los l¨ªmites en los que se pod¨ªan ejercer la profesi¨®n period¨ªstica eran tan restringidos (todav¨ªa se pide con insistencia la desaparici¨®n de la actual ley de Prensa como reducto legal inadecuado), que dif¨ªcilmente un periodista pod¨ªa desechar una empresa para trabajar en otra m¨¢s de acuerdo con su ideas, pues todas se ve¨ªan obligadas a decir lo mismo y de la misma manera.
Cl¨¢usula y sociedad de redactores
Por otra parte, el problema de la cl¨¢usula de conciencia, se halla en interdependencia -no lo cree as¨ª la Administraci¨®n- con el tema de la Sociedad de Redactores o de cualquier otro medio de la participaci¨®n de los periodistas en la l¨ªnea del peri¨®dico. Lo que a nivel individual es la cl¨¢usula de conciencia, es m¨¢s o menos a nivel colectivo de redacci¨®n la Sociedad de Redactores, el Consejo de Redacci¨®n o cualquier otro apelativo que reciba. La participaci¨®n colectiva de los redactores en la l¨ªnea informativa del medio.
La conciencia de que la responsabilidad p¨²blica de los periodistas en las sociedades libres, se ejerce en el seno de un medio jur¨ªdicamente ajeno a los profesionales ha llevado a plantear la cuesti¨®n de la participaci¨®n de los periodistas en el control de la empresa y su influencia en las fijaciones o variaciones de la l¨ªnea informativa del medio. Este es, al menos, el origen de la sociedad de redactores de los peri¨®dicos Le Monde y Le F¨ªgaro, de Francia.
En Espa?a la legislaci¨®n vigente no ofrece ninguna posibilidad para la formaci¨®n de una Sociedad de Redactores efectiva en la l¨ªnea de la francesa. De cualquier manera, aunque las sociedades de redactores existentes no han conseguido grandes logros, muestran al menos el progreso de la conciencia profesional que los periodistas tienen de su responsabilidad p¨²blica en la marcha de un peri¨®dico.
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