La desprivatizaci¨®n del Metro, una nacionalizaci¨®n at¨ªpica
El Metropolitano de Madrid ser¨¢ desprivat¨ªzado en breve plazo, Se trata de una operaci¨®n importante que tendr¨¢ profunda repercusi¨®n en la opini¨®n p¨²blica y que ser¨¢ motivo de numerosos comentarios sobre el siempre pol¨¦mico tema de las nacionalizaciones.El caso de la Compa?ia del Metropolitano de Madrid no parece un ejemplo t¨ªpico de nacionalizaci¨®n. Se trata de un servicio p¨²blico administrado por una compa?ia privada que cotiza en la Bolsa. Est¨¢ financiado en sus obras de infraestructura (t¨²neles, v¨ªas, etc.) por el Estado. Tiene tarifas intervenidas y controladas desde 1939 (antes eran libres). Ha dispuesto en los dos ¨²ltimos a?os de cr¨¦ditos importantes a bajo coste del Banco de Cr¨¦dito a la Construcci¨®n (oficial). Ha repartido siempre un discreto dividendo a sus accionistas, aunque en el ¨²ltimo ejercicio tuvo que recurrir a las reservas para conseguirlo. Cotiza en estos momentos a setenta y con reducido negocio.
La empresa, en la que adem¨¢s de numerosos accionistas peque?os participan algunos grandes bancos como Banesto y Vizcaya, dice haber llegado al l¨ªmite de sus posibilidades. As¨ª lo explic¨® su presidente, Carlos Mendoza, en la ¨²ltima junta general celebrada en junio, y ha decidido tirar la toalla.
Desde hace m¨¢s de un a?o representantes de la Administraci¨®n y del Metro vienen estudiando la f¨®rmula para desprivatizar el Metro y tratan de que el paso de esa actividad al Estado se enmarque en una pol¨ªtica general para el transporte madrile?o en la cual, l¨®gicamente, el Ayuntamiento tierie algo que decir.
El justo precio
Estos estudios est¨¢n pr¨¢cticamente finalizados y lo ¨²nico que queda es la decisi¨®n pol¨ªtica de proceder y la determinaci¨®n del justo pago a los actuales titulares de las acciones de la compa?ia.
Este ser¨¢ el primer punto delicado de Ia operaci¨®n. El inmovilizado del Metro. seg¨²n balance oficial, se acerca a los 14.000 millones de pesetas. Sin embargo, el valor burs¨¢til actual de la sociedad no llega a los 1.700 millones de pesetas. Los rectores de la sociedad han insistido en que la actual cotizaci¨®n burs¨¢til es excepcional y nada debe contar a la hora de fijar el llamado justo precio. Cualquiera que sea la forma definitiva de pago que se adopte tanto accionistas, como ciudadanos como empleados del Metro deben ser perfecta y detalladarnente informados de la misma.
Pol¨¦mica nacionalizadora
Una vez producida la desprivatizaci¨®n el Municipio tendr¨¢ que convertirse en gestor del servicio p¨²blico, realizar las inversiones necesarias para garantizar la seguridad del servicio cuestionada en los ¨²ltimos meses. Acometer la terminaci¨®n de las obras de infraestructura pendientes, ya que resulta que Obras P¨²blicas prepara en estos momentos l¨ªneas m¨¢s deprisa que lo que la empresa privada puede acondicionar para su entrada en servicio. Sanear la dif¨ªcil situaci¨®n de tesorer¨ªa de la sociedad, ya se?alada por su actual presidente.
Todo ello supondr¨¢ un importante reto para la capacidad empresarial del sector p¨²blico que ser¨¢ pol¨ªticamente utilizado por tirios y troyanos y para demostrar las bondades y maldades de la privatizaci¨®n y la estatal¨ªzaci¨®n.
En este momento conviene se?alar que el Metro no es una empresa privada desde el mismo momento en que el Estado tuvo que afrontar la costosa realizaci¨®n de sus infraestructuras. Ha mantenido la f¨®rmula de sociedad an¨®nima, ha repartido dividendos, ha cotizado en la Bolsa, etc., pero siempre ha dependido del Estado, tanto en su expansi¨®n (nuevas l¨ªneas) como en su financiaci¨®n (nuevas tarifas).
La desprivatizaci¨®n que va a producirse de un d¨ªa para otro no es una nacionalizaci¨®n sin m¨¢s, sino el ¨²ltimo paso de un proceso que empez¨® hace m¨¢s de una d¨¦cada de traspaso al Estado de la responsabilidad del servicio de transporte urbano m¨¢s importante de Madrid.
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