Ma?ana ser¨¢ ejecutado Gary Gilmore
Gary Mark Gilmore, el convicto de asesinato que desarroll¨® una larga lucha legal para que se respetara su derecho a morir como un hombre ante un pelot¨®n de fusilamiento, tiene muchas posibilidades de que sus deseos se cumplan ma?ana.La ejecuci¨®n de Gilmore, primera que se producir¨ªa en Estados Unidos en los ¨²ltimos diez a?os, est¨¢ programada para el amanecer de ma?ana lunes (mediod¨ªa en Espa?a), en las afueras de Salt Lake City, capital del estado de Utah.
Durante el fin de semana, los abogados del reo y varios grupos de activistas contra la pena capital, agrupados principalmente en la Uni¨®n Americana de Libertades Civiles, intentaron detener la ejecuci¨®n mediante la presentaci¨®n de nuevos recursos y peticiones de clemencia.
Sin embargo, tres jueces y e propio gobernador del estado de Utah rechazaron estas peticiones, con lo que se inici¨® la cuenta atr¨¢s, para el fusilamiento que s¨®lo podr¨¢ detenerse si se estima alguno de los recursos que piensan presenta
nuevarriente hoy los defensores del condenado.
Invitados a la ejecuci¨®n
Gilmore, 36 a?os, convicto de doble asesinato, reaviV¨® la pol¨¦mica sobre la constitucionalidad de la pena de: muerte en Estados Unidos. Desde primeros del pasado mes de novierribre, Gilmore viene insistiendo, ante diversos tribunales, en que prefiere morir fusilado que pudrirse toda la vida en una c¨¢rcel.Cada vez que un tribunal aplazaba la fecha programada para su ejecuci¨®n, Gilmore expresaba su desacuerdo y acusaba de cobardes a los jueces. En dos ocasiones intent¨® suicidarse en su celda de la prisi¨®n estatal de Salt Lake City, mediante la ingesti¨®n masiva de barbit¨²ricos. pero ambas veces recibi¨® asistencia m¨¦dica a tiempo.
Ahora, cuando est¨¢ a punto de que se cumplan sus deseos, Gary Mark Gilmore aparece tranquilo e incluso confeccion¨® ayer una lista de amigos y parientes que quiere que asistan al espect¨¢culo de su ejecuci¨®n. La lista est¨¢ encabezada por Nicole Barret, la novia del reo, que intent¨® suicidarse a la vez que Gilmore, tras acordar con ¨¦l un pacto de muerte.
Entre los invitados figura tambi¨¦n el t¨ªo de Gilmore, sus dos; abogados defensores y Lawrence Schiller, el editor que consigui¨® los derechos para publicar las memorias del reo, que posiblemente sean llevadas al cine. Seg¨²n las leyes del estado de Utah, los condenados a muerte tienen derecho a elegir cinco testigos que presencien su ejecuci¨®n.
El pelot¨®n
El pelot¨®n de fusilamiento estar¨¢ formado por voluntarios, cuyos nombres se mantendr¨¢n en secreto, que cobrar¨¢n algo m¨¢s de 10.000 pesetas por el trabajo. Cuando se anunci¨® por primera vez que Gilmore ser¨ªa ejecutado, se recibieron docenas de llamadas en la prisi¨®n de personas que se ofrec¨ªan voluntariamente para dispararcontra Gilmore con rifles de treinta mil¨ªmetros de calibre.El fusilamiento tendr¨¢ lugar, al aire libre. en los alrededores de la ,c¨¢rcel, a unos 35 kil¨®metros de Salt Lake City. Las autoridades han mantenido en secreto el lugar exacto de la ejecuci¨®n para evitar-la presencia de curiosos, pese a lo cual se espera que numerosas personas deambulen al amanecer del lunes por los bosques cercanos a la prisi¨®n.
Incluso se espera que la administraci¨®n federal de aviaci¨®n dicte normas por las que se restrinja el espacio a¨¦reo cercano a la c¨¢rcel, ya que docenas de helic¨®pteros fueron alquilados en los ¨²ltimos d¨ªas y no se descarta que sobrevuelen el lugar de la ejecuci¨®n para tomar fotograf¨ªas.
El consejo superior encargado de conceder clemencia, el Tribunal Supremo Federal y el gobernador de Utali rechazaron en los pasados meses todos los intentos de suspender o aplazar la ejecuci¨®n de Gilmore, al que se conoce como el hombre m¨¢s tranquilo de Utah.
Pocos son, pues, los recursos legales a que pueden recurrir los que intentan evitar el fusilamiento. En realidad, no sabemos qu¨¦ hacer ahora, dijo ayer Judy Wolbach, un abogado que trabaja con la Uni¨®n Americana de Libertades Civiles.
Gilmore expres¨® su Pesar por no poder contestar personalmente a los miles de personas que le han escrito a la c¨¢rcel, felicit¨¢ndole por su decisi¨®n y valor. He recibido sus cartas y sentido su apoyo. Muchas gracias, escribi¨® Gilmore en una carta abierta a sus comunicantes.
Gilmore est¨¢ condenado por asesinato. Una noche, cuando estaba en un motel con una chica, mat¨® al gerente del establecimien to y a su esposa. El d¨ªa anterior, por una peque?a disputa, hab¨ªa asesinado a un estudiante. Gary Gil more estuvo dos veces internado en centros siqui¨¢tricos.
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