Garaudy: "Es esencial un verdadero di¨¢logo de las civilizaciones"
?Ya es hora de que Occidente deje de ser mortal para el planeta. Para esto tenemos que encontrar de nuevo las oportunidades perdidas de la historia, y las dimensiones perdidas del hombre. Es esencial crear un verdadero. di¨¢logo de las civilizaciones. Hay que poner en tela de juicio todos los valores sobr¨¦ los que estamos viviendo desde el Renacimiento, que no es solamente un fen¨®meno de cultura, sino el nacimiento simult¨¢neo del capitalismo y del colonialismo?, ha declarado a EL PAIS el escritor y fil¨®sofo franc¨¦s Roger Garaudy, quien lleg¨® ayer a Madrid para pronunciar unas conferencias.Roger Garaudy. (Marsella, 1913) plantea en su actividad intelectual los problemas ideol¨®gicos y pol¨ªticos de nuestro siglo. En su trayectoria pol¨ªtica ha sido diputado comunista y vicepresidente de la Asamblea Nacional Francesa, miembro del comit¨¦ ejecutivo del Partido Comunista Franc¨¢ (PCF), del que fue expulsado en 1970. Director del Centro de Estudios y de Investigaciones Marxistas (1960-70), fue profesor de las facultades de Letras, de Clermont-Ferrant y Poitier. En sus escritos ha cuestionado la evoluci¨®n del marxismo. Ha sido uno de los iniciadores del di¨¢logo entre cristianos y marxistas, cuyas teor¨ªas se exponen en sus libros m¨¢s conocidos en Espa?a, como La alternativa, Palabra de hombre, Del anatema al di¨¢logo. Su ¨²ltima obra Le projet Esp¨¦rance se acaba de publicar con el t¨ªtulo Una nueva civilizaci¨®n, a cuya presentaci¨®n asisti¨® ayer el autor.
?Es la primera vez que hablo en Espa?a -dice Garaudy- sobre el problema del marxismo y el cristianismo. Tengo en Espa?a amigos muy queridos, sobre todo en el medio cat¨®lico, y amigos del Partido Comunista de Espa?a. En Par¨ªs he hablado varias veces con Santiago Carrillo, que viv¨ªa cerca de mi domicilio.?
?El problema del acercamiento con los cristianos nunca ha sido el motivo de mi expulsi¨®n del Partido Comunista Franc¨¦s. El PCF tuvo posiciones de retaguardia, al considerar la fe como una concepci¨®n del mundo y no como una manera de actuar. Mi idea es complementar una fecundaci¨®n mutua y una tolerancia pac¨ªfica., El Partido Comunista Italiano lo ha entendido mejor que el franc¨¦s. Togliatti hace diez a?os dec¨ªa que en condiciones hist¨®ricas determinadas la fe pod¨ªa ser levadura y no opio. El Partido Comunista de Espa?a, desde este punto de vista ha ido m¨¢s lejos. El a?o pasado, en la propuesta de Carrillo al comit¨¦ central del PCE ha admitido que un cristiano puede ser miembro del partido e incluso ocupar cargo de direcci¨®n en todos los niveles. Por primera vez , el PCE ha demostrado que el ate¨ªsmo no es un presupuesto de la acci¨®n revolucionaria.?
Garaudy es partidario del di¨¢logo entre cristianos y marxistas, aunque tengan visiones distintas del hombre y del mundo, y de la doble militancia. ?Creo que de ambos lados el enemigo es el dogmatismo. Si se habla en nombre de la verdad absoluta en todos los campos se vuelve inmediatamente inquisidor o estalinista, lo que no conduce a un relativismo, sino a poner la fe cristiana en un lado y el marxismo en otro, cada uno en su nivel. No hay di¨¢logo posible si el cristianismo integrista pretende sacar de los textos evang¨¦licos, como en el ¨²ltimo siglo, una doctrina social. Uno de los grandes m¨¦ritos de la teolog¨ªa de la liberaci¨®n, sobre todo en Am¨¦rica Latina, es iluminar las luchas concretas de los pueblos a la luz del Evangelio. En cuanto a la doble militancia estoy convencido de que es posible, y es un hecho en Espa?a.?
?La Iglesia ha tomado conciencia de que era necesario no dar su aprobaci¨®n al sistemas pol¨ªticos. Hoy ser¨ªa peligroso desacralizar las revoluciones despu¨¦s de haber desacralizado demasiadas veces las contrarrevoluciones. Hay un esfuerzo general de la Iglesia para poner fin a la ¨¦poca constantiniana. Ello no significa que la fe sea un asunto puramente personal y privado. P¨ªo XI dec¨ªa ya que la caridad tiene que tomar una dimensi¨®n pol¨ªtica, pero no en el sentido de sacar del Evangelio una doctrina pol¨ªtica, sino las dimensiones fundamentales del hombre, la creaci¨®n y el amor.?
Cambio de modelo
Roger Garaudy, en su proyecto esperanza de nueva civilizaci¨®n, cree que ?la civilizaci¨®n occidental nos ha llevado a un callej¨®n sin salida?. ?Ella ha dominado -dice- el mundo entero y conduce a este mundo al suicidio. Para m¨ª es esencial crear un verdadero di¨¢logo de las civilizaciones, con Asia, con el Islarri-Am¨¦rica Latina, Africa, para concebir otras relaciones del hombre con la naturaleza con los hombres, con el porvenir y con todo lo que es sagrado. Es el problema fundamental de este fin de siglo. En la actualidad, bajo el control de la UNESCO, he creado un organismo internacional para este di¨¢logo y dar a conocer a millones de seres los valores formados en pa¨ªses y culturas no occidentales. Nuestro modelo de crecimiento pone en primer plano los valores del trabajo, de la raz¨®n y del n¨²mero. Un cambio de modelo de crecimiento implica un cambio de modelo de civilizaci¨®n. Ello nos lleva a poner en tela de juicio todo nuestro sistema de cultura. Mi pr¨®ximo libro se llama Por un di¨¢logo de las civilizaciones y llevar¨¢ este subt¨ªtulo provocador: El Occidente es un accidente.?
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