Eran cuatro, y el que dispar¨® contra el muchacho fue el m¨¢s joven
Arturo Ruiz Garc¨ªa result¨® muerto sobre las doce y veinte de la ma?ana del domingo cuando hu¨ªa con un grupo de manifestantes en la zona posterior de la plaza de Callao.Entre las versiones oficiales recogidas durante el domingo sobre los intentos de manifestaci¨®n por la muerte de Arturo Ruiz, el Gobierno Civil hizo p¨²blicas dos notas. En la primera se dec¨ªa: ?A partir de las doce de la ma?ana de hoy distintos grupos intentaron concentrarse en torno a la plaza de Espa?a para acudir a una manifestaci¨®n que hab¨ªa sido prohibida por el Gobierno Civil de Madrid sobre cuya circunstancias violentas se hab¨ªa advertido a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n. Ante la agresividad de muchos de tales grupos, que atacaron a las fuerzas de orden p¨²blico con c¨®cteles molotov, piedra y otros medios, la fuerza hubo de dar diversas cargas, utilizando los dispositivos antidisturbios y dispersando a los manifestantes por las calles inmediatas al lugar de la concentraci¨®n.?
?Sobre las doce y treinta horas se han tenido noticias de que en la, calle de La Estrella, junto a la de Silva, hab¨ªa resultado herido Arturo Ruiz Garcia, de diecinueve a?os de edad, participante en la manifestaci¨®n. Fue trasladado a la Casa de Socorro del distrito Centro donde ingres¨® cad¨¢ver.?
Nueva nota del Gobierno Civil
La segunda de las notas del Gobierno Civil, dada horas despu¨¦s aclaraba m¨¢s las circunstancias que rodearon la muerte del muchacho, le a?ad¨ªa: ?Tras las diferentes declaraciones, se pueden reconstruir los hechos con bastante claridad: a las doce y veinticuatro minutos Arturo Ruiz Garc¨ªa, estudiante de BUP, de diecinueve a?os, natural de Granada, y, sin antecedentes de ning¨²n tipo, se encontraba en la calle de La Estrella, en compa?¨ªa de una joven. Al parecer, hab¨ªan tomado parte en la manifestaci¨®n convocada en la plaza de Espa?a y desautorizada por el Gobierno Civil. A la hora citada, un hombre de 45 o cincuenta a?os de 1,65 o 70 de estatura, que vest¨ªa abrigo verde tipo Loden, mientras esgrim¨ªa un arma en su mano derecha y efectuaba gritos de Viva Cristo Rey, hizo un disparo al aire. Junto a ¨¦l un segundo individuo m¨¢s joven, que vest¨ªa cazadora a grandes cuadros, le arrebat¨® el arma y efectu¨® a bocajarro dos disparos que hicieron blanco sobre el cuerpo del joven.?Seg¨²n los testigos presenciales, los hechos ocurrieron a ra¨ªz de varias cargas de las fuerzas antidisturbios en la plaza de Torres Acosta contra diversos grupos de manifestantes procedentes de.la plaza de Espa?a. Ante el despliegue policial que hab¨ªa ocupado la zona con unos doce jeeps los manifestantes intentaron salir por las calles de San Roque, Desenga?o y Silva. Este ¨²ltimo grupo compuesto, al parecer, de unas doscientas personas, en su mayor¨ªa j¨®venes, advirti¨® que la calle por la que quer¨ªan huir estaba cortada por fuerzas antidisturbios en su confluencia con la Gran V¨ªa.
?Saca la pistola?
Fue entonces cuando las distintas versiones hacen aparecer a cuatro personas, tres de ellas de cierta edad y una m¨¢s joven al parecer habituada a mandar. Esta ¨²ltima descrita como alta, de 1,80, p¨®mulos salientes, barba de unos d¨ªas, pelo corto y morena, vestida con camisa marr¨®n con dibujos, una cazadora negra y pantal¨®n vaquero, increp¨® a los manifestantes al mismo tiempo que les insultaba y daba vivas a Cristo Rey. Ante la presencia de uno de los manifestantes que se dirigi¨®, al grupo de los guerrilleros con dos piedras, el presunto asesino, que hab¨ªa sido visto minutos antes en la esquina de la calle, Concepci¨®n Arenal, orden¨® al hombre del abrigo Loden: ?Saca la pistola. Seg¨²n algunos testigos esta orden fue precedida por una serie de insultos entre el grupo de manifestantes entre los que estaba el muchacho muerto y el de los guerrilleros. Seg¨²n las cuatro personas, se acercaron a algunos de los manifestantes que hab¨ªan gritado: ?Cuidado, son guerrilleros?, diciendo: ?S¨ª, lo somos, ?qu¨¦ pasa?. Y adem¨¢s tenemos una pistola.?Al ver el arma, seg¨²n estas fuen les, los manifestantes salieron corriendo, mientras el hombre del Loden disparaba dos veces, al parecer, al aire y al suelo.
El joven, que, seg¨²n la mayor¨ªa de las versiones, llevaba un guantelete de hierro en la mano, arrebat¨® en ese momento el arma y dispar¨®, seg¨²n las mismas fuentes, una vez nada m¨¢s, alcanzando limpiamente el coraz¨®n del muchacho que se encontraba ya a unos veinte o treinta metros.
Tras llevarse al muchacho, varios testigos manifestaron que la policia retuvo a otro grupo de guerrilleros, a los que solt¨® en el acto, a pesar de los gritos de asesinos, manifestados por los presentes.
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