"En Espa?a la atenci¨®n a los cancerosos es muy insuficiente"
Cincuenta mil personas mueren cada a?o en Espa?a v¨ªctimas del c¨¢ncer. La lucha mundial contra la enfermedad tiene muchos frentes: asistencia sanitaria, investigaci¨®n, docencia... Pero en Espa?a, las cosas dejan mucho que desear: la asistencia a los cancerosos es insuficiente; la investigaci¨®n sobre el tema, casi nula; existe gran falta de coordinaci¨®n; no se hacen campa?as de prevenci¨®n...Estas son algunas de las ideas base de la protesta de los m¨¦dicos del Instituto Nacional de Oncolog¨ªa (INO) adscrito al Hospital Cl¨ªnico de Madrid y dependiente de la Direcci¨®n General de Sanidad.
Seg¨²n datos del Instituto Nacional de Estad¨ªstica, durante el a?o 1900 murieron de c¨¢ncer 42,5 espa?oles por cada 100.000. En el a?o 1950 nos encontramos ya con la cifra de 85,8 defunciones, tambi¨¦n por cada 100.000 espa?oles. En 1960 la cifra sube a 117,4 y en 1970 a 135,1. Concretamente, durante el transcurso de 1973, fallecieron aproximadamente 50.000 espa?oles a causa de la enfermedad, diagnostic¨¢ndose durante ese a?o 100.000 nuevos casos. Extrapolando estos datos se puede esperar que durante el a?o 1980 fallezcan en Espa?a m¨¢s de 40.000 personas de c¨¢ncer.
?El c¨¢ncer tiene una problem¨¢tica muy compleja -asegura el doctor Carlos Li?¨¢n, jefe del Departamento de Anatom¨ªa Patol¨®gica del INO-. La lucha contra el c¨¢ncer est¨¢ planteada a varios niveles: asistencia, investigaci¨®n y docencia. En el terreno de la asistencia, a su vez, cabe distinguir varios aspectos: prevenci¨®n, campo en el que se trabaja poco en Espa?a; tratamiento y curaci¨®n, que es lo ¨²nico que se est¨¢ haciendo m¨¢s a fondo; rehabilitaci¨®n, de lo que no se hace: casi nada. En el terreno de los incurables, tambi¨¦n se podr¨ªa plantear una asistencia seria para ayudar a morir bien; pero a los enfermos se les suele mandar a sus casas, generalmente para aprovechar las camas que dejan vacantes. Se dan, en estos casos, muchos problemas sicol¨®gicos que quedan desatendidos.?
?Respecto a la investigaci¨®n y a la docencia -prosigue el doctor Li?¨¢n- existe una asignatura en todos los doctorados en Medicina del mundo que es la Oncolog¨ªa. En nuestro pa¨ªs se intenta hacer ahora algo en Barcelona. Pero el curriculum de la carrera m¨¦dica no incluye nada de cancerolog¨ªa.
Malestar profesional
En Espa?a existen centros oncol¨®gicos provinciales peque?os que dependen de la Asociaci¨®n Espa?ola contra el C¨¢ncer (AECC). Seg¨²n las personas consultadas en el INO, la distribuci¨®n de los cuantiosos fondos que, sin duda, se recogen en las recaudaciones p¨²blicas se hace de un modo no muy racional. Tambi¨¦n existen centros mantenidos por las diputaciones y las cajas de ahorro. Hay centros en Sevilla, Zaragoza, La Coru?a Valencia, Madrid, San Sebasti¨¢n (radioquir¨²rgico) y uno en construcci¨®n en Barcelona que, al parecer, va a ser muy bueno.Fuera de Espa?a existen centros ejemplares en la investigaci¨®n y la lucha contra el c¨¢ncer: Mil¨¢n, Estados Unidos (Houston y Bethesda), Par¨ªs (Villeyui), Londres (Royal Musdem), donde existe unidad en los planteamientos del tratamiento y la investigaci¨®n. Esa unidad es la que se echa de menos en los planteamientos espa?oles, seg¨²n la opini¨®n de los profesionales del sector. El doctor Li?¨¢n reconoce que en el campo asistencial ?se est¨¢n haciendo cosas en cirug¨ªa, terreno m¨¢s atendido; pero en quimioterapia, por ejemplo, no hay suficientes equipos ni tampoco los hay en radioterapia. En todo el pa¨ªs habr¨¢ media docena escasa de betatrones o aceleradores lineales. El tratamiento de los enfermos de c¨¢ncer dentro de los hospitales de la Seguridad Social no es bueno, porque no existen verdaderas unidades oncol¨®gicas. No hay coordinaci¨®n en el tratamiento del c¨¢ncer. Se tratan sus diversas manifestaciones en las secciones correspondientes: pulm¨®n, coraz¨®n, aparato, digestivo, sin una atenci¨®n global al tratamiento anticanceroso?.
En el caso concreto del INO, el malestar aumenta en funci¨®n del retraso en la soluci¨®n de los problemas. Una comisi¨®n gestora interfacultativa ha elaborado un documento donde se asegura que ?el INO est¨¢ muy abandonado por parte de la Direcci¨®n General de Sanidad, de quien depende?. El doctor Ram¨®n P¨¦rez Carri¨®n, m¨¦dico ayudante del servicio, ampl¨ªa el porqu¨¦ de la protesta. La escasez de espacio justifica, seg¨²n, la necesidad de disponer de un nuevo edificio. ?Respecto al problema laboral y econ¨®mico -afirma el doctor P¨¦rez Carri¨®n- la protesta se refiere a la falta de homologaci¨®n salarial. Mientras un m¨¦dico ayudante cobra 57.389 pesetas en la Seguridad Social, en Sanidad cobra 41.500 pesetas de las que, con los descuentos, percibe en realidad unas 32.000 pesetas.?
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