El Tribunal de Apelaci¨®n brit¨¢nico niega poderes al fiscal general
El fiscal general brit¨¢nico no tiene poderes para impedir que un ciudadano privado se dirija a la justicia para denunciar un hecho que puede ir en contra de las leyes del pa¨ªs, dictamin¨® ayer el Tribunal de Apelaci¨®n de Gran Breta?a. Se cierra as¨ª moment¨¢neamente la controversia constitucional creada tras la acci¨®n (interdicto) llevada a cabo por el representante de una organizaci¨®n derechista, la Asociaci¨®n Nacional en favor de la Libertad, contra el boicot que los sindicatos postales ingleses quisieron imponerle a Sur¨¢frica hace dos semanas. El que solicit¨® el interdicto, John Gouriet, estim¨® que tal boicot lesionaba las normas legales vigentes en el Reino Unido, pero el fiscal general, Samuel Silk¨ªn, consider¨® que no hab¨ªa raz¨®n alguna para perseguir con la ley criminal a los l¨ªderes sindicales que hab¨ªan organizado el boicot. Finalmente, la suspensi¨®n postal no se produjo porque el interdicto de Gouriet consigui¨® el benepl¨¢cito de los jueces brit¨¢nicos.
Silkin hab¨ªa alegado que ¨¦l era el ¨²nico personaje que pod¨ªa decidir en el Reino Unido sobre la oportunidad de los interdictos que vinieran de entidades o personas privadas. Gouriet dijo ayer que el dictamen del Tribunal de Apelaci¨®n demuestra que Silkin no es el ¨²ltimo ¨¢rbitro que puede supervisar el uso de la ley criminal, porque ¨¦l es un animal pol¨ªtico, cuya conducta obedece a convicciones de car¨¢cter partidista.
Silkin, el fiscal general, es un antiguo diputado laborista al que ahora se acusa de haber querido usar sus poderes para proteger una huelga convocada por un grupo sindical muy fuerte.
El Tribunal de Apelaci¨®n ha establecido que hay l¨ªmites para la acci¨®n fiscal y que las diversas magistraturas que hay en el pa¨ªs tienen que estar siempre abiertas a la consideraci¨®n de lo que el ciudadano estime delictivo, sin que su denuncia tenga que pasar por las manos del fiscal.
Para la Administraci¨®n, el asunto reviste gran importancia porque refuerza el poder judicial y disminuye atribuciones tradicionales del ejecutivo. Seg¨²n Silkin, el dictamen de ayer resulta lesivo para la capacidad del Parlamento.
La organizaci¨®n que impidi¨® el boicot postal contra Sur¨¢frica, la National Association for Freedom, que anoche mismo celebr¨® en Londres una cena internacional de la libertad, a la que asistieron la l¨ªder conservadora Margaret Thatcher y el disidente sovi¨¦tico Vladimir Bukovski, est¨¢ considerada en Gran Breta?a como una entidad de ultraderecha.
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