El "show" de la pol¨ªtica comercial

El Gobierno ha comenzado el a?o con una fren¨¦tica pol¨ªtica comercial. Son muchos y muy importantes los personajes que salen hacia casi todas partes en busca de Cualquier cosa. El ministro de Asuntos Exteriores, se?or Oreja, en un viaje rel¨¢mpago a T¨²nez, pa¨ªs ¨¢rabe y pa¨ªs mediterr¨¢neo, marc¨® el tono de lo que se avecinaba.T¨²nez es un pa¨ªs con un aceptable nivel de compras en Espa?a, y uno de los pocos a quienes vendemos m¨¢s que compramos. Parece que el se?or Oreja ofreci¨® una l¨ªnea de cr¨¦dito de veinticinco a treinta millones de d¨®lares para intensificar nuestras ventas. Pero mirado de cerca el gesto, y cualquier espa?ol est¨¢ en condiciones de hacerlo, lo de la l¨ªnea de cr¨¦dito puede ya empezar a torcer el curso suave y normal de nuestras relaciones comerciales con T¨²nez.

Ilustraci¨®n: Un d¨ªa el se?or Valero Bermejo concedi¨® una l¨ªnea de cr¨¦dito a Argelia por valor de trescientos millones de d¨®lares, para facilitar la venta de maquinaria y otras mercanc¨ªas espa?olas. Los argelinos pagar¨ªan a un inter¨¦s del 4,5 % y con un aplazamiento de catorce a?os. Lo ocurrido es que Argelia, inteligentemente, nos compra en esas condiciones de ensue?o productos tales como materiales de construcci¨®n, es decir, mercanc¨ªas que normalmente se pagan al contado en los mercados internacionales. La l¨ªnea de cr¨¦dito con Argelia entorpece nuestras ventas de maquinaria y, por supuesto, supone un considerabil¨ªsimo retraso en los cobros.

Adem¨¢s del se?or Valero y el se?or Oreja, los ministros de Comercio, Hacienda y el Banco Exterior, han venido concediendo l¨ªneas por doquier en un extra?o empe?o de despilfarro de nuestros recursos.

El ministro de Comercio viaja a Bucarest para firmar un acuerdo, que acuerda muy poco, pero cuya validez cubre nada menos que diez largu¨ªsimos a?os. Rumania deseaba la visita de un ministro espa?ol, quiz¨¢ la amistad del se?or Carrillo con el secretario general del partido y presidente de la Rep¨²blica, Ceaucescu, pueda ser la explicaci¨®n, porque la forma de llevar Rumania sus relaciones comerciales con Espa?a, no justifica, el viaje. Un subsecretario sobraba y bastaba para la firma de diez a?os de papel mojado.

Entre tanta actividad, nos informan los medios de comunicaci¨®n social que otra misi¨®n presidida, esta vez, por el subsecretario de Obras P¨²blicas, partir¨¢ hacia Guinea Ecuatorial. Este pa¨ªs tiene la costumbre de comprar y no pagarnos. Su deuda con Espa?a se eleva a 350 millones de pesetas, motivo por el qu¨¦ causa cierta sorpresa la presidencia de la delegaci¨®n espa?ola. Seguro que se consigue aumentar la deuda. Pero el Ministerio de Asuntos Exteriores, como en el caso anterior, debe tener sus razones para mover los hilos de las marionetas. Claro que quiz¨¢ resultara m¨¢s barato instalar a los espa?oles que quedan en Guinea, en un hotel de la Costa del Sol.

Pero todas estas sorpresas son pocas cuando se conoce que el Gobierno se propone aprobar un plan a corto y medio plazo de lo m¨¢s peregrino. En el terreno de la pol¨ªtica comercial el plan prev¨¦ un crecimiento en volumen -en t¨¦rminos f¨ªsicos o reales- de las exportaciones del 10 %, cuando el crecimiento del comercio mundial previsto para el a?o se ha estimado en torno a un 6 %. Para conseguir esta haza?a nuestras mercanc¨ªas tendr¨¢n que ser m¨¢s competitivas que las alemanas, suizas, americanas, japonesas, etc¨¦tera, lo que no parece muy f¨¢cil visto como van los precios. Devaluar la peseta no servir¨¢ de mucho; es decir, de nada, porque las subidas de precios se tragar¨ªan en un santiam¨¦n la devaluaci¨®n. Por si fuera poco el plan pretende desarrollar la exportaci¨®n, fundamentalmente la exportaci¨®n hacia el Tercer Mundo (Latinoam¨¦rica, Africa negra y Asia), precisamente es un momento en que la crisis del petr¨®leo obliga a estos pa¨ªses a restringir sus importaciones y ha vaciado sus tesorer¨ªas. Claro que ah¨ª est¨¢ el invento de las l¨ªneas de cr¨¦dito que llevadas con vigor y entusiasmo significar¨¢n la salida de mercanc¨ªas espa?olas hacia las zonas m¨¢s necesitadas y su problem¨¢tico, muy problem¨¢tico, cobro en los pr¨®ximos diez a?os.

Como tel¨®n de fondo quedan los ocultos -y sin duda sutiles- designios del ministro de Asuntos Exteriores; que ataca en Guinea Ecuatorial con una pol¨ªtica de obras p¨²blicas y que por boca del presidente tranquilizar¨¢ a los pa¨ªses ¨¢rabes sobre el hecho de que Espa?a sigue siendo, tambi¨¦n despu¨¦s de la muerte de Franco, su amigo incondicional. Con estas afirmaciones se espera sacarles algo a los ¨¢rabes. ?Qui¨¦n sabe?

La pol¨ªtica comercial frente al exterior ha tenido un despegue espectacular. ?Que Dios guarde nuestra balanza de pagos!