"De entreguismo a la subversi¨®n, nada; de abrir el juego pol¨ªtico, todo"
Durante nueve minutos, de diez a diez y nueve minutos de la noche, el presidente del Gobierno, Adolfo Su¨¢rez, se dirigi¨® ayer al pa¨ªs, en un mensaje radiotelevisado. El se?or Su¨¢rez presentaba un aspecto firme y sereno y sus ojos denotaban falta de sue?o y cierto cansancio. El jefe del Gabinete dijo textualmente:
?Se?oras, se?ores:Jam¨¢s pens¨¦ que la tarea que se propone realizar el pueblo espa?ol, y consiguientemente su Gobierno y todas las fuerzas pol¨ªticas, pudiera ser f¨¢cil o exenta de peligros. Un mes y medio despu¨¦s de que ustedes hayan decidido con su voto, libremente emitido, su destino como naci¨®n, me veo en el deber de comparecer ante ustedes, para comunicarles cu¨¢l es la actitud del Gobierno ante unos actos criminales, cuya gravedad no quiero ocultar porque, en definitiva, se proponen anular la voz de nuestra sociedad. Somos conscientes de la importancia del desaf¨ªo. Se trata de hacer inviable nuestro camino hacia una convivencia civilizada.Y se trata de la acci¨®n de peque?os grupos, totalmente marginados, pero profesionales del crimen.
Hemos de reconocer, en primer lugar, que este fen¨®meno no es de aqu¨ª ni de ahora. Lo demuestra el esfuerzo de todos los Gobiernos para erradicar el terrorismo en los ¨²ltimos tiempos, que culmin¨® en la Convenci¨®n Antiterrorista Europea, firmada en Estrasburgo anteayer por los pa¨ªses que integran el Consejo de Europa. Ante ello, no s¨®lo se impone la cooperaci¨®n internacional, sino tambi¨¦n, a nivel interno, la necesidad de dotar a las fuerzas de Orden P¨²blico, de nuevos medios t¨¦cnicos y materiales id¨®neos para la m¨¢s eficaz prevenci¨®n y eliminaci¨®n de este peligro A ese esp¨ªritu responden las ¨²ltimas medidas acordadas por el Gobierno.
Pero si los medios t¨¦cnicos son importantes para luchar contra es te nuevo fen¨®meno de la guerrilla urbana, no es menos cierto que las definitivas soluciones dependen del esp¨ªritu con que toda la sociedad quiera responder. ?Creen ustedes que estos criminales atentados se hubiesen realizado si quienes los ejecutan contasen con un m¨ªnimo consenso de los espa?oles? Evidentemente, no; se trata de una prueba de debilidad, de un desesperado recurso a la violencia. Y ?cu¨¢les son los objetivos que tratan de alcanzar estos grupos profesionales del terror?:
Atemorizar a la poblaci¨®n; romper la confianza en el Gobierno, cualquiera que sea ese gobierno; atacar las estructuras del Estado; provocar a las Fuerzas Armadas y a las de Orden P¨²blico; enturbiar la convivencia ciudadana y liquidar el proceso pol¨ªtico en el que estamos inmersos, y conseguir que las fuerzas pol¨ªticas del pa¨ªs se enfrenten entre s¨ª violenta y radicalmente.
En esta situaci¨®n tenemos que hacernos, necesariamente, una Pregunta: ?C¨®mo podr¨ªan conseguir m¨¢s f¨¢cilmente estos objetivos?
En primer lugar, si consiguen que nosotros, el Gobierno, perdamos los nervios en la b¨²squeda de soluciones m¨¢s espectaculares que eficaces, o adoptando medidas encaminadas a obtener un f¨¢cil e inmediato aplauso.
Tambi¨¦n lo conseguir¨¢n si ustedes se atemorizan, si se dejan manejar consciente o inconscientemente en beneficio de las intenciones extremistas. Si consiguen hacerles creer que se han equivocado al aprobar la reforma pol¨ªtica; si ustedes llegan a pensar que estos problemas se pueden evitar con rapidez y facilidad por la simple utilizaci¨®n de medios represivos.
En nombre del Gobierno quiero decirles que no existen medidas milagrosas que resuelvan inmediatamente estos problemas. Es duro y dif¨ªcil decirlo pero, a pesar de todo, repito, no hay medidas infalibles que puedan garantizar que estos hechos no se produzcan. No podemos afirmar que tenemos la soluci¨®n inmediata, sencillamente porque no existe, pero tambi¨¦n porque no queremos ni podemos enga?ar al pueblo espa?ol. Y esa misma sinceridad nos hace reconocer que no estamos ante un problema de autoridad, porque all¨ª donde hay un criminal dispuesto a matar, existe la posibilidad de que se cometa un crimen.
Nada al terrorismo y todo al proceso democr¨¢tico
Deseo, sin embargo, que quede una cosa muy clara: de entreguismo a la subversi¨®n, nada; de actitudes tibias hacia las provocaciones, nada", de despreocuparnos ante los grandes temas que puedan rozar la unidad nacional, la independencia o la seguridad de la Patria, nada. Pero, en cambio, s¨ª decimos que de actitud y predisposici¨®n al di¨¢logo pac¨ªfico, todo; de abrir el juego pol¨ªtico para normalizar la vida, ciudadana, todo; del reconocimiento a la peculiaridad y personalidad de las regiones, todo; de hacer posible que las diversas opciones pol¨ªticas puedan desarrollar sus leg¨ªtimas aspiraciones al poder, absolutamente todo.
Esta es nuestra actitud y estos son nuestros prop¨®sitos. Frente a las actividades terroristas no existen m¨¢s acciones que las aplicadas por el Gobierno y las que realizan las fuerzas del orden p¨²blico. Se est¨¢ trabajando intensamente y con dureza en la prevenci¨®n e investigaci¨®n de los atentados.
S¨¦ que todos ustedes est¨¢n pidiendo soluciones urgentes. Pero si es cierto que no bastan, como he dicho, los m¨¦todos represivos, tambi¨¦n lo es que debemos aprestarnos, colectivamente, a las respuestas sociales: a demostrar el valor que siempre hemos tenido los espa?oles para hacer una vida normal cuando los momentos son dif¨ªciles.
Por ello, si ustedes est¨¢n dispuestos a no dejarse intimidar por estos sucesos criminales, si ustedes, pueblo de Espa?a, se?oras y se?ores, siguen queriendo, como as¨ª lo han expresado, que se celebren unas elecciones para que el futuro ya inmediato de nuestro pa¨ªs sea gobernado por sus aut¨¦nticos representantes; si los partidos pol¨ªticos son, como evidencian, conscientes de que estamos ante un ataque al Estado y por tanto a la derecha, a la izquierda y al centro.
Si los medios de comunicaci¨®n social son igualmente conscientes -como lo han demostrado- de que nos hallamos ante un ataque a la totalidad del pueblo espa?ol; si todos ustedes son conscientes de que estas acciones buscan romper la tranquilidad social y la confianza de los ciudadanos en sus instituciones; si ustedes, en definitiva, son conscientes de todo esto, yo les aseguro que el terrorismo ser¨¢ desplazado, que Espa?a seguir¨¢ su camino hacia el futuro con orden y libertad, aun a veces con dolor, y que el Gobierno llevar¨¢ adelante su programa, que es el de ustedes.
Acepto, como es l¨®gico y con urgullo, la plena responsabilidad por las decisiones que adopto; no buscamos otro objetivo que servir a la totalidad del pueblo espa?ol, conjugando autoridad y libertades pol¨ªticas; ni ahora ni nunca hemos tratado de actuar en funci¨®n de intereses personales, sino, exclusivamente, al servicio de los m¨¢s altos intereses de la naci¨®n y de la Monarqu¨ªa en una democracia plena.
Nos encontramos frente a dificultades y problemas y no lo negamos; pero no nos asustan ni nos har¨¢n torcer nuestro rumbo, porque sentimos la confianza que nos dan nuestras Fuerzas Armadas, garant¨ªa del orden institucional, porque sabemos que a las fuerzas de orden p¨²blico no les va a faltar el aliento y el respaldo de los hombres y mujeres cuya defensa les est¨¢ encomendada, y, porque nos estimula el patriotismo demostrado por los grupos pol¨ªticos, fuerzas sociales y medios de comunicaci¨®n que han unido su voz frente a la agresi¨®n que a todos nos afecta.
Se?oras y se?ores, est¨¦n absolutamente seguros de que, pese a todas las dificultades y con su ay da, vamos a seguir por el camino que ustedes mismos nos han marcado, y que es en definitiva el camino de toda Espa?a.
Muchas gracias a todos. ?
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