En el Calder¨®n de pena

Parece claro que el f¨²tbol ha perdido la chispa y la vistosidad que debiera tener. Y todo por culpa de los medrosos y rid¨ªculos planteamientos defensivos que ya parecen salirse de madre. El Mirand¨¦s, sali¨® al resbaladizo c¨¦sped del Calder¨®n con una riguros¨ªsima t¨¢ctica de contenci¨®n: cinco defensas en l¨ªnea, entre ellos Arriola con el n¨²mero once, tres medios y s¨®lo Paco y Lucas en punta. Los burgaleses se empe?a ron en practicar un juego de apoyo es un decir, convertido pronto en pases y m¨¢s pases que se perd¨ªan al final en absurdas cesiones hacia atr¨¢s. Al juego aplomado, pesad¨ªsimo y lento del Mirand¨¦s, el Atl¨¦tico lo hubiese doblegado con su arma m¨¢s acusada: la rapidez. Pero en esta ocasi¨®n los chicos de Hern¨¢ndez, se contagiaron del ritmo cadencioso y ap¨¢tico de sus rivales y cayeron en sus mismos errores. ?Se figuran lo que es un partido de f¨²tbol, es un decir, a base de cesiones atr¨¢s, retrasos al meta, pasecitos horizontales de un defensa a otro, a veces al contrario, y toda una ampl¨ªa gama de ?recursos? futbol¨ªsticos por el estilo? Ni una jugada destacable, ni una acci¨®n ofensiva digna de relatarse. Nada de nada. Unicamente el gol del oportunista Vicioso.