La autonom¨ªa de Escocia y Gales puede afianzar al laborismo
La decisi¨®n del Gobierno brit¨¢nico de someter a refer¨¦ndum la ley de Devoluci¨®n de Poderes para Escocia y Gales, puede garantizar la aprobaci¨®n parlamentaria del texto que ahora se debate en los Comunes. Por otro lado, la introduci¨®n de la ley en el c¨®digo del Reino Unido podr¨ªa afianzar a la Administraci¨®n laborista.
Si la ley se aprueba en los Comunes en octubre, como espera el Gobierno, noviembre ser¨ªa el mes en que los habitantes de las dos regiones citadas tendr¨ªan que pronunciarse sobre si consideran que tal legislaci¨®n les conviene o no.El anuncio del refer¨¦ndum, q9e hab¨ªa sido pedido desde diversos sectores de la pol¨ªtica brit¨¢nica, ha convencido sobre todo a los laboristas de izquierdas, que hab¨ªan dicho que su apoyo a la propuesta devolucionista del Gobierno depend¨ªa sobre todo de la convocatoria de esta consulta popular.
Lo que no ha satisfecho a algunos diputados de esa tendencia es la negativa del Gobierno a a?adir otra cuesti¨®n en las papeletas del pr¨®xima referendum. En esa otra pregunta, galeses y escoceses deb¨ªan responder sobre sus deseos de independencia. La respuesta hubiera desmantelado a los grupos, nacionalistas que funcionan en ambas regiones. La Administraci¨®n, que en este tema est¨¢ representada por el ministero Michael Foot, vicel¨ªder laborista, no ha querido dar ese paso.
Los esfuerzos que el Gobierno ha hecho para atraerse el apoyo de sus propios diputados responde a la preocupaci¨®n que tiene Callaghan sobre el porvenir del laborismo como partido en el poder. Una derrota en los Comunes durante el debate devolucionista fortalecer¨ªa especialmente a los grupos nacionalistas escoceses. Esa situaci¨®n podr¨ªa desbancar al preponderante en las distintas zonas electorales de Escocia. Sin embargo, la devoluci¨®n, que contempla una amplia gama de privilegios administrativos y pol¨ªticos para las dos regiones citadas, refrendar¨ªa ante el pueblo escoc¨¦s, principalmente, la capacidad que tiene el laborismo de ocuparse de los deseos de autonom¨ªa que han venido creciendo casi al mismo tiempo que las plantas petrol¨ªferas del mar del Norte.
La devoluci¨®n de poderes no incluye precisamente el control de esa fuente de energ¨ªa, que el Gobierno de Londres seguir¨¢ controlando, porque estima que estos recursos son de inter¨¦s global y no pueden dejarse en manos de autoridades regionales.
Otra de las razones por las que Foot ha anunciado la introducci¨®n de la cla¨²sula del refer¨¦ndum en la ley, que ahora se debate es la que hace referencia a la necesidad que tiene el Gobierno de limitar el tiempo de discusi¨®n de los distintos apartados, para tener la legislaci¨®n aprobada en octubre, como fecha tope. La idea del refer¨¦ndum convence incluso a los que se oponen por principio a la ley. Hay diputados galeses, por ejemplo, que piensan que un refer¨¦ndum en su regi¨®n puede anular de plano la iniciativa del Gobierno, aunque ¨¦sta haya sido aprobada en los Comunes.
El refer¨¦ndum de octubre ser¨¢ el segundo en dos a?os que convoque el mismo Gobierno laborista. El anterior, en junio de 1975, tuvo como disyuntiva la confirmaci¨®n o el rechazo del ingreso de Gran Breta?a en el Mercado Com¨²n.
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