Nuevo asalto a una misi¨®n en Rodesia

Las fuerzas de seguridad de Rodesia anunciaron ayer que otro centro misionero ha sido atacado, pero en esta ocasi¨®n no ha habido v¨ªctimas. Fueron incendiados varios edificios de la misi¨®n y robadas unas 280.000 pesetas. El portavoz oficial del cuartel general de dichas fuerzas adjudica el ataque a guerrilleros nacionalistas, sin proporcionar detalles sobre la fecha en que se produjo.

La misi¨®n asaltada se encuentra en la regi¨®n de Nyashanu, a unos doscientos kil¨®metros de Salisbury. Al parecer, el ej¨¦cito rodesiano tuvo conocimiento del ataque cuando inici¨® la persecuci¨®n de los asesinos de siete misioneros, muertos a sangre fr¨ªa la noche del domingo.Las autoridades rodesianas han dado instrucciones de que los autores de la matanza sean capturados vivos, con el fin de que comparezcan ante los tribunales. El r¨¦gimen minoritario de lan Smith y los nacionalistas rodesianos se acusan mutuamente del crimen.

Estos tr¨¢gicos acontecimientos han levantado inquietud sobre la situaci¨®n de los setenta misioneros espa?oles que se encuentran en Rodesia. Cuarenta de ellos son misioneras del Calvario, y el resto sacerdotes y seglares.

Las misiones espa?olas se encuentran situadas en el Noroeste, di¨®cesis de Wanckie, en un medio completamente rural, situado a trescientos. kil¨®metros de Bulawayo, la segunda ciudad en importancia de dicho, Estado. Aunque esta regi¨®n se encuentra alejada de la zona donde ocurri¨® la matanza del domingo, en ella operan tambi¨¦n contingentes guerrilleros y del ej¨¦rcito rodesiano, por lo que las misiones esp¨¢?olas corren peligro al encontrarse situadas dentro del foco b¨¦lico.

Tal situaci¨®n preocupa a los misioneros, aunque manifiestan su decisi¨®n de permanecer en la zona, en la que est¨¢n presentes desde hace treinta a?os. Los guerrilleros en los diversos contactos que han mantenido con ellos les han aconsejado que permanezcan tranquilos, ya que est¨¢n de acuerdo con el trabajo que desarrollan (¨¦ste se centra en tres ¨¢reas fundamentales: educaci¨®n, sanidad y evangelizaci¨®n) y que, por su parte no les ocurrir¨¢ ning¨²n percance lamentable. En cambio, el ej¨¦rcito rodesiano ha manifestado en varias ocasiones su hostilidad hacia las misiones.

Los obispos de Rodesla han publicado una pastoral en la que exponen que el deber de la Iglesia es permanecer en sus puestos, pero que si alguien desea abandonar no ser¨¢ obligado a quedarse. Las distintas misiones han expresado su decisi¨®n de continuar, ya que consideran que abandonar su mision seria traicionar la labor desempe?ada hasta el momento.