La dimisi¨®n de Boyer

En la revista de la prensa del d¨ªa 9 de febrero, reproduce usted un suelto de la Frankfurter Allgemeine Zeitung que contiene interpretaciones totalmente falsas sobre mi salida del PSOE y que constituyen una tergiversaci¨®n de mis posiciones y de las de aquel partido, por lo que le ruego inserte las siguientes rectificaciones:1. Es completamente falso que haya sido ?expulsado? o ?exclu¨ªdo? de la comisi¨®n ejecutiva del PSOE, puesto que present¨¦ mi dimisi¨®n formal en carta del 25 de enero al compa?ero F. Gonz¨¢lez, y hasta su aceptaci¨®n, el 4 de febrero, varios dirigentes del partido hicieron gestiones amistosas que mucho les agradezco para que la retirase.

2.. La interpretaci¨®n anterior se da simult¨¢nea y absurdamente en el peri¨®dico alem¨¢n con la de que he sido ?expulsado? del PSOE por presiones de la empresa . La hip¨®tesis de que la empresa me presione y yo dimita es incompatible con que la comisi¨®n ejecutiva me expulse. Hay que suponer que la l¨®gica germ¨¢nica no ha podido caer tan bajo y creer que el Frankfurter tiene alg¨²n informador ib¨¦rico tan poco amigo de la coherencia como de mi persona. Despu¨¦s de diecis¨¦is a?os de mil¨ªtancia en el PSOE bajo el franquismo -inclu¨ªdo medio a?o de c¨¢rcel en Carabanchel, en 1962, tras dos a?os de portavoz econ¨®mico del PSOE, aguantando todo tipo de presiones, cualquier persona objetiva puede darse cuenta de que no hay que buscar en ¨¦stas la raz¨®n de mi dimisi¨®n. Creo, por otra parte, que ninguna empresa espa?ola ser¨ªa tan torpe como para permitirse, en este momento de incertidumbre, presionar a asalariados suyos que fuesen dirigentes pol¨ªticos de cierta importancia.

3. Por ¨²ltimo, es falso que considere ?los conceptos pol¨ªtico-econ¨®micos -de la mayor¨ªa de los miembros del comit¨¦ ejecutivo como no realistas, demasiado te¨®ricos y de izquierda e inviables?. He colaborado activamente en la redacci¨®n y defensa en el XXVII congreso del programa econ¨®mico del PSOE que, aunque naturalmente es colectivo y no refleja completamente el pensamiento de ning¨²n individuo, no motejarla en modo, alguno con los calificativos anteriores. Mi discrepancia es con la tendencia prevaleciente en la generalidad del partido, que es un marxismo arcaico y m¨¢s extremo que el del Partido Socialista Franc¨¦s o incluso que el del Partido Comunista Italiano. He perdido la esperanza que el PSOE pueda acoger un ala socialdem¨®crata y al aproximarse la campa?a de propaganda electoral, he decidido sacar las consecuencias que se imponen por coherencia conmigo mismo, pese al doloroso desgarramiento que supone separarme de unos companeros de lucha de tantos a?os, por muchos de los cuales s¨®lo siento la mayor admiraci¨®n y el mayor respeto.