Un pacto econ¨®mico de emergencia
No se puede esperar hasta octubre para iniciar una pol¨ªtica econ¨®mica para salir de la crisis. Porque antes de octubre puede extenderse una situaci¨®n de quiebra generalizada. No hay otra salida que pactar un conjunto de medidas a medio plazo que sean respetadas por todas las fuerzas pol¨ªticas y sociales durante el per¨ªodo de aplicaci¨®n de este plan de emergencia: tres a?os.Un importante columnista -Luis Apost¨²a- dec¨ªa hace unos d¨ªas que en el ¨¢mbito econ¨®mico, tan preocupante o m¨¢s que el pol¨ªtico, ha habido una toma de posici¨®n importante: el presidente de Banesto -primer banco de Espa?a- y el profesor Tamames, -miembro del PCE- coinciden abiertamente a favor de un plan para reactivar la econom¨ªa espa?ola.
En contraste con esta toma de posici¨®n de los dos extremos pol¨ªticos -dice Apost¨²a- est¨¢ el sepulcral silencio del Gobierno en materia econ¨®mica.
El actual Gobiemo espa?ol, no puede permanecer callado por m¨¢s tiempo. El Gobierno no debe esperar el resultado de las pr¨®ximas elecciones para fijar una pol¨ªtica econ¨®mica. Es m¨¢s, el Gobierno qu¨¦ saldr¨¢ de los pr¨®ximos comicios no tendr¨¢ capacidad de decisi¨®n - es decir, no estar¨¢ organizado pol¨ªticamente- hasta bien entrado el oto?o y nuestro pa¨ªs no puede contemplar pasivamente c¨®mo, d¨ªa a d¨ªa, se va deteriorando su econom¨ªa.
Adem¨¢s, las medidas que deben tomarse en materia econ¨®mica, no deben seguir siendo coyunturales como hasta ahora -simples pa?os calientes para ir tirando- pero s¨ª medidas a medio plazo, que requieren un esfuerzo y una tenacidad constantes. El Gobierno actual tiene la obligaci¨®n de iniciar una pol¨ªtica econ¨®mica que deber¨¢ ser ratificada y continuada, en sus l¨ªneas generales,por el pr¨®ximo o pr¨®ximos Gobiernos que salgan de las urnas.
El esfuerzo que todos los espa?oles estamos obligados a realizar; tiene que encuadrarse, desde ahora, en un marco de decisiones econ¨®micas, que va m¨¢s all¨¢ de la inmediata coyuntura pol¨ªtica.
Todos los ciudadanos espa?oles, tienen la obligaci¨®n y el derecho de saber cu¨¢l es, exactamente, nuestra situacion economica. No hay que tener miedo -me refiero al miedo electoral- de informar detallada y machaconamente del grave deterioro de nuestra econom¨ªa.
El Gobierno tiene la obligaci¨®n de utilizar todos los medios de comunicaci¨®n a su alcance, -sobre todo la televisi¨®n- para, primero, explicar al pa¨ªs la gravedad del momento y, segundo, dar cuenta de manera clara y sencilla de las medidas a medio plazo que se propone tomar.
Insisto en que las decisiones que deben adoptarse no pueden ser coyunturales. Hay que programar un paquete coherente de medidas, sabiendo de antemano que su desarrollo necesitar¨¢ un per¨ªodo de tiempo que, en ning¨²n caso, podr¨¢ ser inferior a tres a?os, es decir, que su ¨¢mbito de aplicaci¨®n necesariamente rebasar¨¢ la vida del actual Gobierno.
Es, quiz¨¢, esto ¨²ltimo, lo que frena o hace titubear a los responsables de nuestra pol¨ªtica econ¨®mica. ?C¨®mo dictar medidas a medio plazo cu¨¢ndo est¨¢mos en v¨ªsperas de una confrontaci¨®n electoral? ?De qu¨¦ manera las decisiones tomadas hoy, ser¨¢n ratificadas ma?ana,
Si ¨¦ste es el ¨²nico temor -y no el pr¨®ximo resultado de las elecciones- de nuestros gobernantes, creo que las manifestaciones p¨²blicas de los se?ores Aguirre y Tamames, clarifican enormemente la situaci¨®n. Si un conspicuo representante de la derecha y un eminente abanderado del Partido Comunista coinciden en la necesidad de elaborar un plan de reactivaci¨®n de nuestra econom¨ªa, f¨¢cil le deber¨ªa ser al Gobierno negociar y pactar con todas las fuerzas pol¨ªticas, econ¨®micas y sindicales del pa¨ªs, un programa econ¨®mico de aplicaci¨®n inmediata y cuyo desarrollo, tambi¨¦n pactado, deber¨ªa abarcar un per¨ªodo de tiempo lo suficientemente amplio y al margen de las normales y l¨®gicas vicisitudes pol¨ªticas de nuestro pr¨®ximo futuro.
El Gobierno, que parece dispuesto a pactar con las distintas fuerzas de la Oposici¨®n democr¨¢tica nuestro futuro pol¨ªtico debe, sin m¨¢s demora, iniciar las negociaciones de nuestro futuro econ¨®mico.
Estoy seguro que, ante la gravedad de la situaci¨®n, todas las fuerzas democr¨¢ticas de nuestro pa¨ªs est¨¢n dispuestas a estudiar, negociar y pactar con el Gobierno, un conjunto de medidas econ¨®micas de r¨¢pida aplicaci¨®n y, lo que es m¨¢s importante, tomar el firme compromiso ante el propio Gobierno y ante la opini¨®n p¨²blica, de mantener a medio plazo su aplicaci¨®n sea cual fuere el resultado de las elecciones.
El silencio sepulcral del Gobierno en estos temas, no es solamente grav¨ªsimo para nuestra econom¨ªa, pero, y sobre todo, muy peligroso para el devenir democr¨¢tico de nuestro pa¨ªs.
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