Tres propuestas
A lo largo de cuatro art¨ªculos, los autores analizan globalmente los problemas creados por la falta en Espa?a de una aut¨¦ntica pol¨ªtica energ¨¦tica que se acople a las necesidades de un pa¨ªs en desarrollo como el nuestro. En el ¨²ltimo art¨ªculo de la serie se abordan las diferentes soluciones que necesariamente deben ser tomadas para acortar la distancia entre los supuestos del Plan Energ¨¦tico y las necesidades reales del pa¨ªs.
Como se indic¨® en los primeros p¨¢rrafos, el objeto de estos art¨ªculos era reflexionar sobre tres cuestiones que afectan de forma muy relevante a la pol¨ªtica futura en el sector energ¨¦tico.La primera de dichas cuestiones es el papel que debe jugar la demanda en productos energ¨¦ticos. Dada la situaci¨®n econ¨®mica de este pa¨ªs no es posible mantener la demanda como variable a la que hay que ajustar todas las dem¨¢s para que pueda crecer como hasta ahora. La influencia del sector energ¨¦tico en la formaci¨®n bruta de capital debido a las fuertes inversiones que exige, as¨ª como su elevada participaci¨®n en el saldo negativo de la balanza de pagos, ya muy deteriorado en la actualidad, exige la limitaci¨®n del consumo.
De ah¨ª que, en los pr¨®ximos meses, sea necesario reconsiderar los planes pasados y en lugar de establecer el desarrollo del sector en funci¨®n del crecimiento posible de la demanda, hacerlo en funci¨®n de las limitaciones que la estructura y coyuntura econ¨®micas del pa¨ªs imponen.
No se ha publicado ning¨²n estudio que determine el consumo m¨ªnimo de cada una de las energ¨ªas primarias para distintos niveles de crecimiento del producto industrial y del PNB. Conocer con cierta aproximaci¨®n dichos consumos es necesario para establecer la pol¨ªtica energ¨¦tica a seguir, tanto para una eficaz pol¨ªtica de conservaci¨®n como para una reconversi¨®n y remodelaci¨®n industrial en algunos casos.
En cuanto a los problemas que supone el abastecimiento energ¨¦tico, cabe proponer dos tipos de medidas en el orden en que aqu¨ª se enuncian: medidas que afectan a los precios y que deben estar encaminadas a establecer una estructura de precios relativos entre las distintas energ¨ªas que permita fijar correctamente los valores de sustituci¨®n entre unas y otras. Para esto, no solamente deber¨¢n tenerse en cuenta los precios internacionales vigentes, sino tambi¨¦n las condiciones de producci¨®n o explotaci¨®n de cada una de las fuentes de energ¨ªa en el propio pa¨ªs.
El segundo tipo de medidas tendr¨ªa como objetivo el control de la demanda. Estas ¨²ltimas medidas, que en la situaci¨®n actual son imprescindibles, deben de hacerse, sin embargo, con un sistema de precios relativos correctos, ya que de otra forma se pueden favorecer artificialmente el consumo de unos productos baratos en detrimento de otros con menos costes reales.
Finalmente, la ¨²ltima cuesti¨®n planteada es la del papel que debe cumplir el sector p¨²blico como instrumento de la pol¨ªtica energ¨¦tica. Dada la actual participaci¨®n p¨²blica en las actividades energ¨¦ticas, lo m¨¢s elemental es hacer expl¨ªcitos los criterios utilizados para su determinaci¨®n y los objetivos que debe alcanzar. S¨®lo as¨ª se podr¨¢ saber si esta presencia p¨²blica es un instrumento eficaz de la pol¨ªtica energ¨¦tica que se va a desarrollar.
No se pretende aqu¨ª definir de una vez por todas. el papel del sector p¨²blico en el sistema energ¨¦tico. No se nos escapan las dificultades existentes para hacer eficaz y rentable el abastecimiento y distribuci¨®n de energ¨ªa en sus diversas formas; quiz¨¢ la mayor dificultad resida en que el coste por unidad de energ¨ªa difiere significativamente para cada una de las fuentes primarias y, no obstante, se deben utilizar tambi¨¦n aquellas m¨¢s costosas para diversificar el sistema y reducir la dependencia externa.
Pero, admitido el principio de no vigencia del coste m¨ªnimo, si no se delimita el papel y alcance del sector p¨²blico, ¨¦ste puede ver desplazada su actuaci¨®n por el sector privado hacia las energ¨ªas y sectores menos remunerativos. Si a esto a?adimos la dificultad de prever un coste medio de abastecimiento para el conjunto del sistema energ¨¦tico por causas imprevisibles (hidraulicidad) o el desconocimiento del coste real de las energ¨ªas nuevas (nuclear), no cabe duda que hay que prestar mayor atenci¨®n a la formaci¨®n de costes y exigir mayor rigor en la fijaci¨®n de los precios de venta de la energ¨ªa que los que actualmente se les dedica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.