"Hay que conseguir la disoluci¨®n de los organismos censores"
Entrevista con Eloy de la Iglesia, realizador de "Los placeres ocultos"
?Quiero mostrar con Los placeres ocultos, la problem¨¢tica homosexual de una manera objetiva y de una forma dial¨¦ctica -declar¨® a EL PAIS su realizador Eloy de la Iglesia- En la pel¨ªcula se trata de contemplar lo que ocurre dentro de ese mundo marginado, condenado por las derechas y las Izquierdas y que sin embargo afecta a un amplio porcentaje de la naci¨®n, que est¨¢ necesitando urgentemente el que se abra un amplio debate para esclarecer la situaci¨®n del homosexual.?A ello hay que a?adir un dato conciso: Los placeres ocultos, que se present¨® a censura hace cuatro semanas est¨¢ totalmente prohibida, desde el d¨ªa siguiente de su presentaci¨®n. Un trabajo de meses, realizado por profesionales -es la d¨¦cima pel¨ªcula de Eloy de la Iglesia- que se ve imposibililado de acceder a las pantallas.
?En mi opini¨®n -a?ade el director- el homosexual es un individuo en la plenitud de sus derechos, cuya ¨²nica diferenciaci¨®n consiste en una apetencia distinta a la hora de realizarse sexualmente, pero que toda una tradici¨®n social, basada en la fa milla, en la pareja heterosexual les ha convertido ya no s¨®lo en marginados sino incluso en delincuentes, porque contradicen toda esa estructura socioecon¨®mica, y toda esa superestructura ideol¨®gica, donde el concepto de la procreaci¨®n, corno medio de reproducci¨®n de mano de obra, ha sido b¨¢sico. ?
?Lo tremendo de la prohibici¨®n administrativa es que se acogen al art¨ªculo dos, en el que se viene a decir, m¨¢s o menos, que la reiteraci¨®n que en s¨ª misma carezca de Importancia por el hecho mismo de su repetici¨®n, puede ser considerado motivo de su prohibici¨®n. El problema radica en que no se espec¨ªfica nada, lo que se entiende por ?reiteraci¨®n? o ?importancia?. A mi juicio lo importante, no es salvar esta pel¨ªcula en concreto, que s¨ª es importante para m¨ª, sino las futuras pel¨ªculas m¨ªas o de otros compa?eros. Creo que habr¨ªa que iniciar, un ataque frontal contra la censura. Se va a formar de inmediato un Comit¨¦ de Defensa de todos los, profesionales de la cinematograf¨ªa. Su objetivo directo ser¨¢ el conseguir la disoluci¨®n de todos los organismos censores que existen. Para ello nos vamos a basar en cuatro puntos: en primer lugar, en la flagrante contradicci¨®n que existe entre una Administraci¨®n que de alguna manera trata de abrir una v¨ªa para la democracia, que ha suscrito la Declaraci¨®n de los Derechos Humanos -en donde se deja bien claro la libertad de expresi¨®n como derecho de todos los individuos- y la permanencia de los organismos censores. En segundo lugar, queremos hacer un an¨¢lisis de todos los componentes de esa Junta de Censura, porque, ?por qu¨¦ est¨¢ ah¨ª?, ?qu¨¦ posibles intereses pueden tener? y un largo, etc¨¦tera, que se esclarecer¨¢ en su momento.
En tercer lugar, hay que dejar constancia de la sorpresa que supuso la disoluci¨®n del Tribunal de Orden P¨²blico, de la Brigada Pol¨ªtico Social, al menos nominalmente, y que sin embargo persista en su plenitud un organismo represivo que es el equivalente para la cultura de ese tribunal especial o de esa polic¨ªa.
Para todo ello creo que existen explicaciones muy claras: 1) la propia industria ha admitido el juego paternalista de una Administraci¨®n que castiga con la censura y premia con la protecci¨®n. 2) y quiz¨¢s lo m¨¢s importante, los movimientos pol¨ªticos y ciudadanos se han considerado de alguna manera, marginados de los problemas de la cultura. Una serie de condicionamientos ha conseguido que sean considerados como problemas de ¨¦lite: jam¨¢s se han producido las mismas reacciones de protesta por una prohibici¨®n que por una detenci¨®n, cuando los dos casos son un atentado a la libertad.?
Eloy de la Iglesia. Diez pel¨ªculas en su haber, entre otras La semana del asesin¨®, El techo de cristal, Una gota de sangre para morir amando, El juego de amor prohibido, La otra alcoba y Los placeres ocultos, que la censura se niega a permitir.
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