Tarradellas sigue consider¨¢ndose ¨²nico representante v¨¢lido

En un clima de manifiesto desacuerdo -disimulado con la elaboraci¨®n. de un comunicado intrascendente- finaliz¨® a ¨²ltimas horas del viernes la reuni¨®n mantenida en Perpignan (Francia), durante tres horas y media, entre, por un lado, cinco partidos catalanes, de centro izquierda moderada y, por otro, el presidente de la Generalidad de Catalu?a en el exilio, Josep Tarradellas.

Los partidos presentes en el encuentro eran: Uni¨® Democr¨¢tica de Catalunya (UDC), Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Esquerra Democr¨¢tica de Catalunya (EDC), Partit Socialista de Catalunya (ex Reagrupament) (PSC ex Reagrupament) y Convergencia Democr¨¢tica de Cat¨¢lunya (CDC). Tanto UDC como EDC estaban vivamente interesados en que Tarradellas respaldase una serie de reuniones entre dirigentes de los cinco partidos -a los que se intentar¨ªa a?adir Centre Catal¨¢ y Partit Socialista de Catalunya (Congr¨¦s)- con el presidente del Gobierno, Adolfo Su¨¢rez. Sin embargo, Tarradellas se neg¨® a entrar en el an¨¢lisis de esos contactos precisando que ?es cosa de los propios partidos?.

En cambio, Josep Tarradellas reafirm¨®, su postura tradicional de que la representaci¨®n de Catalu?a con los poderes del Estado es competencia ?exclusiva y excluyente? -seg¨²n el Estatuto de Autonom¨ªa de 1932- del presidente de la Generalidad de Catalu?a.

Fue precisamente elhecho que Jordi Pujol estuviera en la comisi¨®n de los nueve en ?representaci¨®n de Catalu?a? -seg¨²n expresi¨®n del ¨®rgano de su propio partido, CDC Informacions- lo que motiv¨® que Tarradellas decidiese, el pasado rnes de enero, no volver a mantener contactos con este pol¨ªtico catal¨¢n. Esta decisi¨®n de Tarradellas hizo que en el encuentro de Perpignan del viernes, CDC estuviese representada por su secretario general adjunto, Miquel Roca, y no por su secretario general, es decir, Jordi Pujol.

En el curso de la reuni¨®n, Ant¨®n Canyellas, dirigente de UDC, intent¨® mostrarque en sus reuniones con Adolfo Su¨¢rez -en las que obra en condici¨®n de secretario pol¨ªtico del Equipo Dem¨®crata Cristiano del Estado espa?ol, y no como pol¨ªtico catal¨¢n- se deduc¨ªa un inter¨¦s en proseguir los contactos entre Tarradellas y Su¨¢rez a trav¨¦s de partidos moderados.

Sin embargo, es ya sabido que Tarradellas mantiene contactos directos con Adolfo Su¨¢rez y que ¨¦stos no pasan por ning¨²n dirigente pol¨ªtico catal¨¢n. Ello explicar¨ªa que tarradellas no estuviese interesado en esta v¨ªa de di¨¢logo, pese a valorar muy vivamente. las negociaciones directas entre Catalu?a y el Gobierno.

Respecto a la forma de estas negociaciones, Tarradellas record¨® en la reuni¨®n que ?ir a negociar a Madrid sin tener detr¨¢s todas las fuerzas pol¨ªticas y sociales de Catalu?a no sirve para nada?. En base a ello, reafirm¨® la necesidad de potenciar el organismo consultivo de la Generalidad, cuya creaci¨®n se acord¨® el pasado d¨ªa 13 (v¨¦ase EL PAIS de 15 de febrero). Este organismo debe constituirse antes del pr¨®ximo mi¨¦rcoles. En medios pol¨ªticos catalanes muy fiables se daba como seguro que la presidencia de este nuevo organismo corresponder¨ªa a Joan Cornudella, dirigente de Front Nacional de Catalunya y uno de los pol¨ªticos catalanes con un historial m¨¢s digno y respetado.

La posici¨®n de Tarradellas fue apoyada por ERC y PSC (ex Reagruparrient), partidos que se mostraron contrarios a la negociaci¨®n con el Gobierno si no es a trav¨¦s de la presidencia de la Generalidad, contando ¨¦sta con el apoyo de las fuerzas pol¨ªticas catalanas.

Las discusiones subieron de tono de forma que el profesor Ram¨®n Tr¨ªas-Fargas (FDC) y Heribert Barrera, secretario general de ERC, llegaron a levantarse e intentar irse por razones absolutamente contrarias, ya que el primero no compart¨ªa.los criterios de Tarradellas y el segundo los defend¨ªa vivamente.

Destac¨® particularmente en la reuni¨®n -cuyo contenido se ha intentado disimular a los medios informativos- el hecho que CDC no se pronunciara por ninguna de las dos claras alternativas: negociaci¨®n de los partidos catalanes con el Gobierno y negociaci¨®n directa entre Tarradellas y Su¨¢rez.