La CEE busca un acuerdo con Washington sobre el suministro de uranio
Guido Brunner, miembro de la Comisi¨®n Europea, responsable de la pol¨ªtica energ¨¦tica, viajar¨¢ dentro de unos d¨ªas a Washiongton, para buscar soluciones ad problema del abastecimiento de uranio enriquecido a las industrias del Mercado Com¨²n. Desde mediados de 1976, Estados Unidos y Canad¨¢, principales suministiradores de uranio enriquecido a los pa¨ªses de la CEE, pracitican una pol¨ªtica de moderaci¨®n, y retrasan sus env¨ªos de materias fisibles. Para equilibrar su d¨¦ficit, la CEE, import¨® en 1976 el 55% de uranio enriquecido de la Uni¨®n Sovi¨¦tica.
, Brunner tendr¨¢ un buen argumento para convencer a la Administraci¨®n Carter del uso pacifico del uranio enriquecido que Estados Unidos vende a la CEE. La Comunidad Europea aprob¨® esta semana el acuerdo entre la Agencia Internacional de la Energ¨ªa At¨®mica de Vierna (AIFA), y la Comunidad Europea de la Energ¨ªa At¨®mica (Euratom). Se acepta el control, en territorio comunitario de la AlEA que, de acuerdo con el Tratado de No Proliferaci¨®n, Nuclear, vigilar¨¢ que la utilizaci¨®n de uranio enriquecido en la CEE no sirva para ser reexportado a pa¨ªses que podr¨ªan utilizarlo para fabricar material nuclear b¨¦lico.Sin embargo, Guido Brunner tendr¨¢ dificultades para convencer totalmente a los norteamericanos. Sobre todo, teniendo en cuenta que Francia, potencia nuclear militar de los nueve, junto con Gran Breta?a, no ha ratificado el Tratado de No Proliferaci¨®n .Nuclear. Par¨ªs no acepta un control exterior, en este caso los expertos de la AlEA, sobre sus instalacions nucleares, pac¨ªficas o b¨¦licas. Los dem¨¢s pa¨ªses del Mercado Com¨²n han ratificado el tratado.
Paralelamente con Estados Unidos, la Comisi¨®n Europea negocia el suministro de uranio enriquecido con Canad¨¢. Si con Washington las cosas parecen dif¨ªciles, con Ottawa no van mucho mejor. Una ronda de negociaciones secretas Canad¨¢-CEE, celebrada esta semana en la capital canadiense, termin¨® sin resultados concretos, ante los temores del Gobierno de Ottawa (?preionado por Washington?) de suministrar uranio enriquecido a los europeos.
A la pol¨¦mica nuclear euroamericana, hay que a?adir la postura de la Rep¨²blica Federal de Alemnia. A pesar de sus buenos prop¨®sitos comunitarios y de las presiones de Estados Unidos, Bonn no parece dispuesto a renunciar a su contrato nuclear con Brasil. Del mismo depende, en gran parte, la buena imagen ele los productos made in Germany en el pa¨ªs suramericano.
Los retrasos de suministro de uranio enriquecido por parte de USA y Canad¨¢ provocan alteraciones en la industria nuclear europea. Sobre todo, en los reactores de investigaci¨®n y reactores
Desde un punto de vista pol¨ªtico, la Comisi¨®n Europea desear¨ªa llegar a un compromiso con sus aliados naturales y no tener que recurrir al uranio enriquecido, originario, de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. En medios de la CEE se afirma que, en 1977, el porcentaje de uranio enriquecido procedente de la URSS no deber¨ªa superar el 28% del total, contra el 55% en 1976. El resto habr¨¢ que sacarlo de USA y Canad¨¢, m¨¢s una ¨ªnfima proporci¨®n europea.
Los dirigentes de la Comunidad no parecen dispuestos a tener que depender de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, para acceder al mercado mundial del uranio, dominado por Estados Unidos, Canad¨¢ y la URSS.
La intransigencia de Francia, que pone en peligro al resto de la -industria nuclear comunitaria -excepto la brit¨¢nica, que es tambi¨¦n potencia nuclear militar, pero que ha firmado el TNP- s¨®lo puede explicarse por razones de influencia pol¨ªtica. Par¨ªs quiere revalorizar su potencial nuclear ante el resto de pa¨ªses de la CEE, para obtener otras compensaciones. Sin olvidar que contin¨²a con las manos libres para vender tecnolog¨ªa nuclear a otros pa¨ªses, lo que constituye un buen espejo para favorecer los negocios con pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo.
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